El billete venezolano más alto de la historia: "Un parche que no soluciona nada"

Venezuela ha decidido tomar medidas para paliar la crisis en la que está sumida. La importante caída del precio del petróleo en los últimos años ha provocado que el país sudamericano viva un momento inflacionista, que se traduce en la devaluación de la moneda local. Para luchar contra este problema, el Gobierno de Nicolás Maduro ha decidido crear hasta seis nuevos billetes, entre ellos el más alto de toda su historia, el de 20.000 bolívares.

"Evidentemente, esto tiene que ver con la alta inflación existente en el país y, por tanto, la pérdida de poder adquisitivo de los billetes de menor denominación", explica Carlos Malamud, investigador principal de América Latina del Real Instituto Elcano. Preguntado por las razones que impulsan esta nueva medida, el catedrático señala además algunos motivos políticos: "Dadas las grandes dificultades que atraviesa el Gobierno, una de las maneras de reducir el malestar popular es estimulando el consumo y para eso tienen que inyectar dinero. El problema es otra vez es el mismo, y es que los billetes de baja denominación lo dificultan".

Una línea similar defiende Juan Manuel López-Zafra, profesor en el CUNEF, quien considera que la creación de nuevos billetes responde a "una desastrosa política económica" por parte de "los gobiernos bolivarianos socialistas". El doctor en Ciencias Económicas señala en este sentido que "la gente en Venezuela estaba comprando al peso, en lugar de pagar en bolívares, lo hacía en kilos de bolívares".

Los nuevos billetes

El Banco Central Venezolano (BCV) presentó hace escasos días los seis nuevos billetes, con un valor de 500, 1.000, 2.000, 5.000, 10.000 y 20.000 bolívares, y tres monedas de 10, 50 y 100, que serán puestos en curso para aliviar los problemas que atraviesa el país. El próximo 15 de diciembre ya estará disponible el billete de más bajo valor, el de 500, y progresivamente se irán incorporando el resto, que convivirán durante algunos meses con la moneda actual con la que cuenta Venezuela.

En los últimos meses, el país se ha encontrado con graves problemas relacionados con la escasez. Primero tuvieron que ver con los alimentos y con las medicinas y, ahora, también se suma la escasez de efectivo, que se ha unido al colapso sufrido por las operaciones bancarias a través de vía electrónica. Esta caótica situación ha provocado la emisión de nuevos billetes, para tratar de luchar contra la enorme inflación que asola al país.

La hiperinflación y el petróleo

La creación de los nuevos billetes responde a la hiperinflación de Venezuela, pero al mismo tiempo la subida de precios se debe al incremento de la oferta monetaria. Juan Ramón Rallo, doctor en Economía y director del Instituto Juan de Mariana, considera que el origen de la hiperinflación se encuentra en una manipulación de la divisa por parte del Gobierno del país: "El problema de Venezuela ha sido el de imprimir moneda contra ingresos petroleros futuros, es decir, contra la rentas esperadas de la venta del petróleo".

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Siguiendo este razonamiento, cuando el precio del petróleo parecía imparable, "Venezuela se puso a imprimir billetes con cargo al futuro beneficio de su venta". Pero según explica Rallo, cuando el precio se hundió, la situación pasó a ser como la "de la venta de deuda pública de un país insolvente: el mercado empieza a ver que esos ingresos no van a llegar y que esa moneda no va a valer lo que se esperaba". Una falta de confianza que se tradujo en la caída del bolívar y, como consecuencia, la subida de precios.

"Un paliativo temporal"

Tal y como señala Malamud, la medida resulta necesaria "salvo que se quiera seguir en una dinámica en la cual los ciudadanos tienen que llevar una cantidad de billetes que supone un engorro". De todos modos, insiste en que la creación de billetes no es más que "un parche, un paliativo temporal". El investigador considera que Venezuela se encuentra en "una espiral", y asegura que "la experiencia de otros países que han vivido una hiperinflación como Argentina" así lo demuestra.

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"Si el problema fuese emitir billetes de más denominación, el dinero sería el maná. Pero el dinero representa algo, que es nuestra capacidad de compra y nuestro poder adquisitivo", señala por su parte López-Zafra. "En vez de pagarme ahora con 20 billetes de 100 bolívares, me pagas con uno de 20.000. ¿Qué he conseguido? Pues que pasado mañana con ese billete de 20.000 compre mucho menos de lo que pueda comprar hoy. No se soluciona absolutamente nada", concluye el profesor.

Los bancos se han quedado sin efectivo

Según un estudio realizado por Prodavinci, la inflación acumulada en Venezuela desde 2008 es del 2.357,9%. Así, lo que en aquel año se compraba con 100 bolívares, en 2015 se adquiría por 2.000, mientras que a finales del presente año está en cantidades cercanas a los 10.000. Este estudio pone un ejemplo claro: en 2008, un cartón de 30 huevos costaba 12,98 bolívares; en la actualidad, el mismo producto cuesta 5.500 bolívares.

Casi 10 años después de la 'reconversión monetaria' de Hugo Chávez —que quitó tres ceros a la moneda para fortalecer el bolívar—, Venezuela se va obligada a tomar medidas de urgencia con sus divisas. Con el paso de los años, la situación se ha tornado caótica: a día de hoy, se ha agotado el efectivo de muchos cajeros automáticos y de los propios bancos lo que, sumado a la ausencia del comercio electrónico en muchos establecimientos, ha provocado la escasez de efectivo.

Según explicó el BCV, "estos billetes aligerarán las transacciones comerciales donde se necesite efectivo, pues el de 500 sustituye a cinco de 100". Será a partir del 15 de diciembre cuando tendrá lugar la puesta en marcha del primero de los billetes, que se incorporarán progresivamente hasta la llegada del de 20.000 bolívares, un billete que casi cubre el salario mínimo venezolano —sin contar el bono de alimentación—, establecido en 27.091 bolívares.