La Fiscalía abre la puerta a instalar cámaras en las aulas para frenar los abusos a menores

La Fiscalía General del Estado considera que la instalación de cámaras en los colegios podría ayudar a combatir los abusos sexuales a menores. Así lo defiende en su memoria anual de 2018, en la que destaca la dificultad que conlleva perseguir los delitos sexuales que tienen como víctimas a los adolescentes, cuyo "rechazo a la intervención de la Administración de Justicia" lleva incluso a "la desaparición de pruebas". Para evitar que las investigaciones acaben archivándose, el Ministerio Público sugiere "normalizar la adopción de medidas de grabación en vídeo de espacios cerrados (despachos, aulas…)", idea que pone sobre la mesa para combatir "la imposibilidad de acreditación del hecho o el que determinadas personas se vean sometidas a tan lacerantes como infundadas sospechas o imputaciones".

La Fiscalía sostiene en su memoria que los abusos contra adolescentes tienden a llevarse a cabo por personas cercanas a la víctima, como "entornos familiares, educativos o de tiempo libre", así como en "espacios de encomienda o custodia de menores para su cuidado, educación o entrenamiento". Según explica, esta situación complica en ocasiones las investigaciones de las autoridades: "Esto suele generar dificultades para la actividad probatoria y, no pocas veces, resultados procesales adversos ante la imposibilidad de poner de manifiesto ante el tribunal indicios derivados de un ilícito que se mueve en un entorno de extrema intimidad en su ejecución y donde además se añade una connotación de vergüenza derivada de la peculiar vejación sufrida por las víctimas".

"No menos preocupante es la constatación, cada vez más frecuente, de la actuación grupal en algunas agresiones sexuales"

Pero al margen de los abusos sufridos por menores, el Ministerio Público subraya también el "inquietante" y "preocupante" aumento de los casos de violencia de género y de abusos cometidos por los propios adolescentes, entre los que menciona las violaciones grupales. "Esta tendencia se refleja tanto en el ámbito doméstico como en las relaciones sentimentales, iniciadas a una edad cada vez más temprana, y que se asientan sobre pautas de control y dominación del chico sobre la chica", explica. A la hora de analizar este incremento, la Fiscalía considera que "se trata de un fenómeno que guarda relación con el uso de la pornografía a través de las redes, donde se representa a la mujer cosificada", por lo que aboga por afrontar el problema "desde el ámbito educacional".

En 2018, el número de diligencias preliminares incoadas por violencia machista contra menores fue de 944, mientras que en 2017 se quedó en 684. También crecieron un 32,2% los procedimientos por delitos contra la libertad sexual perpetrados por adolescentes, alcanzando así los 1.833, mientras que los de las violaciones aumentaron un 43%, hasta llegar a los 648. Aunque la Fiscalía califica este incremento de "preocupante", en su memoria apunta además que se han dado "significativas cifras de archivo por ser los investigados menores de 14 años".

Otro de los aspectos que subraya en su memoria es el aumento de las violaciones grupales entre menores. "No menos preocupante es la constatación, cada vez más frecuente, de la actuación grupal en algunas agresiones sexuales, reproduciéndose en diversos lugares las conocidas últimamente como 'manadas' (Bizkaia, Guadalajara, Las Palmas)", explica. A la hora de analizar esta situación, la Fiscalía recoge la reflexión de su delegada de Las Palmas, que apunta al "posible efecto contagio, por afán de emulación de los agresores en este tipo de delitos, con pérdida de conciencia de la gravedad y la responsabilidad individual de la acción al diluirse dentro del grupo".