Liderazgo, gestión del tiempo o negociación: las asignaturas de los niños del mañana

Tecnología para todos, modelos híbridos que han llegado para quedarse, democratización de la educación y el aprendizaje para toda una vida. Estos son solo algunos de los retos que el sector educativo tiene ante sí en una década cuyo arranque ha acelerado tendencias y procesos que deberían haberse implantado en unos años.

Este viernes, se celebra el Día del Profesor y, con motivo de esta fecha, El Confidencial organizó una mesa redonda para hablar de los retos a los que se enfrenta el sector educativo tras el confinamiento de la pasada primavera. Lo hizo bajo el lema ‘El futuro de la educación en el escenario covid-19’ y entre los invitados a este encuentro estuvieron Javier Tello, director general de la Fundación Universitaria San Pablo CEU; Susana García, directora de Santander Universidades y Universia España; Rosalía O’Donnell, CEO de Telefónica Educación Digital, y Gonzalo Romero, director de Educación de Google España.

Una de las ideas que resonaron con más fuerza es la del aprendizaje constante, ya que la educación no termina con la graduación. El llamado ‘lifelong learning’, el concepto que sostiene que la vida es una continua escuela, es uno de los pilares sobre los que se debe sustentar la actividad formativa. 'Actitud' es la palabra que define el aprendizaje a lo largo de todo el ciclo vital. Y para Gonzalo Romero, la comunidad educativa debe replantearse ciertas ideas preconcebidas. ¿Cuándo es el mejor momento para desarrollar esta idea? “No hace falta llegar a la formación superior. Dependerá de lo que el individuo decida. Hay que facilitar su ejecución”, opinó.

Los ponentes apostaron por un futuro a corto plazo en el que sean los programas educativos los que se adaptan a los alumnos y no a la inversa. “En un mundo con capacidades complejas y perfiles multidisciplinares, necesitas un curso muy modular en el que coger de aquí y de allí para saber adónde llegar”, expresó Rosalía O’Donnell.

Esa idea de la modularidad de la educación en cualquier franja de edad se topa en la actualidad con un problema: el reconocimiento de la Administración. “La transformación digital es importante en el catálogo de titulaciones, pero las autoridades educativas tienen que ayudar. Tenemos un grado de computación en la nube hecho con Amazon, pero necesitamos que sea reconocido”, lamentó Javier Tello.

La duda entre los presentes surgió al plantearse cuestiones como los itinerarios que más convienen a una persona. Así lo expresó Susana García, al plantear que problemas como el asesoramiento se pueden convertir en una barrera: "El alumno necesita orientación para saber en qué se puede formar". Esa guía es fundamental en un momento en el que, recordó García, "se habla de 600.000 empleos destruidos en España y de 400.000 puestos que necesitarán habilidades digitales y no se podrán cubrir de manera inminente".

La importancia de la tecnología

El cierre de escuelas, institutos y universidades a mediados del pasado mes de marzo obligó a todos, profesores y alumnos, a abrazar el modelo digital como única opción para continuar el curso. Las clases pudieron finalizar sin mayores sobresaltos, de la misma manera que la vuelta tras el verano ha transcurrido con relativa normalidad. Lo ha hecho con modelos híbridos en las aulas (media clase presencial, la otra media 'online') y con alumnos que han podido seguir la docencia gracias, en gran medida, a la infraestructura de fibra óptica que en España abastece al 94% de la población.

Hubo voces, como la de Romero, que recordaron que “lo presencial no es sustituible” pero que también apuntaron el papel de la tecnología como vector de la transformación educativa: “La pedagogía es lo primero. Tenemos nuevas formas de aprender y desarrollar habilidades. Las empresas en España cuentan con esos instrumentos profesionales y el cuerpo docente también los necesita”. Esas herramientas deberían servir al profesorado para enseñar nuevas técnicas a unos alumnos que las van a necesitar en el día de mañana, como “la formación en liderazgo, en gestión del tiempo o en negociación”, enumeró.

No solo son importantes esas nuevas enseñanzas de las que habló el director de Educación de Google en España sino también los cambios que el modelo híbrido implican para el profesor. “Te das cuenta de que hay que introducir variedad de registros en una asignatura. Lo hemos visto en prácticas en el ámbito de la salud, donde tiene importancia la realidad virtual”, explicó Tello.

Democratización de la educación

El confinamiento provocó, en cuestión de días, que toda la comunidad educativa tuviera que organizar una alternativa para finalizar el curso. Si una lección se ha extraído de esta situación, según Tello, es la necesidad imperiosa de tener un plan de contingencia no solo en casos que puedan afectar a toda una institución, sino también para cubrir necesidades personales. “Pase lo que pase, hay que evitar el apagón educativo. Ese plan también puede ser individual. Tiene que ser versátil, por si alguien no puede asistir a clase. Cualquier alumno debe tener garantizada la calidad y la continuidad de la educación”.

La situación actual es "una oportunidad de oro", en palabras de O’Donnell, que cree que ha servido para “impulsar todos los mimbres que permitan la digitalización”. Un motivo de peso para llevar la educación a un nivel superior, según la CEO de Telefónica Educación Digital, pasa por enfrentar a los niños a aquello que no conocen: “El pensamiento crítico, el razonamiento lógico, la comunicación, el liderazgo”. En definitiva, dotarles de unas herramientas para que sea “el modelo educativo el que permita la competitividad del país”.

En una línea similar, se expresó la directora de Santander Universidades, que también recordó la importancia “del concepto de comunidad” en el ámbito académico, especialmente el universitario. Por último, hizo un llamamiento al “lado humano” de la docencia para que se reduzca la brecha digital y se garantice que cualquier alumno, con independencia de su origen, “tenga acceso a una educación de calidad”.