Un joven español pasa 24 horas en un monasterio de monjes ortodoxos en Moldavia

Marc, un viajero originario de España, nos relata su excepcional experiencia tras permanecer 24 horas en el monasterio de Saharna, situado cerca de Rezina, en Moldavia.

Con la curiosidad de un explorador y muchísimo respeto, Marc pudo sumergirse en el día a día de la vida monástica ortodoxa, compartiendo momentos y rituales que definieron su estancia.

Recepción y primeras impresiones

El inicio de su jornada se marcó con un trayecto en autobús hacia este retiro espiritual. A su llegada, fue acogido con calidez y una comida típica de la región, que incluyó sopa con fideos, legumbres y una empanada de pescado, acompañada de copioso pan. "Hemos conseguido entrar en el monasterio de Saharna, y nos han dado de comer", comenta Marc, destacando la hospitalidad recibida.

Posteriormente, tuvo la oportunidad de recorrer los alrededores del monasterio antes de participar en la misa diaria de las cuatro de la tarde, un momento de profundo recogimiento y espiritualidad, compartido con la comunidad monástica y otros asistentes.

La cena siguió a la misa, y al concluir, todos los presentes se retiraron a sus habitaciones a las nueve de la noche.

Despertar y despedida

La mañana en el monasterio se inicia a las cinco y media, un horario riguroso que Marc siguió, levantándose temprano para desayunar junto a los monjes.

"Había pasado casi 24 horas conviviendo con monjes ortodoxos en el monasterio de Saharna"

Poco después, se despidió del padre Bartolomé antes de abandonar el recinto. "Había pasado casi 24 horas conviviendo con monjes ortodoxos en el monasterio de Saharna", concluye Marc, subrayando el final de una vivencia profundamente significativa.

Este tipo de viajes, que combinan turismo con profundas experiencias culturales y espirituales, se están popularizando entre aquellos españoles que buscan algo más que simples vacaciones.