Soy veterinario, y así tienes que usar la correa cuando sacas a pasear a tu perro

La decisión sobre si pasear a nuestra mascota canina con o sin correa genera un amplio debate entre los propietarios de perros. Esta elección no solo afecta la libertad de movimiento del animal, sino que también incide directamente en su autonomía y en la forma en que interactúa con su entorno y con las personas.

"La gestión que el perro hace de su entorno es diferente si va suelto que si va atado", señala Luis, veterinario y experto en comportamiento animal, en un vídeo de TikTok. Destaca que liberar a un perro de su correa no solo le otorga la posibilidad de explorar libremente, sino que también fomenta su capacidad de tomar decisiones por sí mismo, una habilidad fundamental para su desarrollo integral.

Equilibrio entre libertad y seguridad

Contrario a lo que se podría pensar, la libertad sin restricciones no siempre es la mejor opción para nuestros compañeros caninos. Existen situaciones en las que, particularmente si el perro no ha desarrollado aún las habilidades necesarias para gestionar su libertad, la presencia de una correa larga se convierte en una herramienta esencial para su seguridad. Esto permite que el animal disfrute de un grado de libertad controlada, al tiempo que se previenen posibles riesgos o incidentes.

Desde el punto de vista de este especialista, es recomendable encontrar espacios seguros y momentos adecuados donde el perro pueda ser liberado de su correa, promoviendo así un entorno de confianza y seguridad tanto para el animal como para su dueño. Sin embargo, es fundamental conocer y comprender las limitaciones de nuestra mascota para asegurar una experiencia positiva y enriquecedora durante sus paseos.

La importancia de una correa adecuada

En aquellos casos donde el uso de la correa se hace indispensable, optar por una versión larga y bien manejada puede brindar el equilibrio perfecto entre la necesidad de exploración del perro y la seguridad que debe prevalecer en todo momento. Esta práctica no solo protege al animal, sino que también garantiza la tranquilidad del propietario y el bienestar de las personas y otros animales en el entorno.

Al final, elegir entre pasear a nuestro perro con o sin correa requiere de una evaluación cuidadosa de múltiples factores, incluyendo el temperamento del perro, su nivel de entrenamiento, y las características específicas del lugar de paseo. Lo más importante es buscar siempre el bienestar y la seguridad de nuestro fiel amigo, fortaleciendo los lazos de compañerismo y confianza que nos unen.