Un español enseña cómo es un albergue en Mauritania y cuánto dinero le ha costado pasar la noche allí

Un aventurero español, Marc, nos brinda la oportunidad de conocer de primera mano su experiencia en un albergue en Nouakchott, la capital de Mauritania. Este relato no solo nos sumerge en la singularidad del hospedaje, sino que también revela el costo accesible de tal aventura.

Al adentrarnos en las particularidades de este lugar, descubrimos un patio que sirve de comedor, creando un espacio de encuentro entre los huéspedes, y opciones de alojamiento que incluyen tiendas de campaña y bungalows, configurando un ambiente acogedor y comunal.

La característica más distintiva de este albergue reside en sus instalaciones sanitarias al aire libre, ofreciendo una experiencia de baño inusitadamente refrescante. "Y aquí que por cierto están muy bien. Aunque no tienen techo, pero bueno, una duchita al aire libre", confiesa el viajero, minimizando la ausencia de techo ante el placer de una ducha bajo el cielo mauritano. Este detalle aporta un toque de rusticidad y conexión con la naturaleza que enriquece la estancia.

Una estancia cómoda y económica

Otro punto culminante de su experiencia fue la habitación que compartió con su compañero de viaje. Dotada de una hamaca en la parte exterior, este rincón prometía no solo descanso, sino también una profunda inmersión en la sencillez y belleza natural del entorno.

Por un precio de 19 euros por noche para dos personas, este albergue se perfila como una opción extremadamente económica para los viajeros que buscan experiencias auténticas y alejadas de los circuitos turísticos tradicionales.

Este viaje a Nouakchott abre las puertas a un mundo de posibilidades para aquellos ansiosos por explorar y vivir de manera diferente. El relato de este español no es solo una invitación a visitar Mauritania, sino también un recordatorio de que la autenticidad y el valor de nuestros viajes frecuentemente radican en la apreciación de lo simple y en la capacidad de maravillarnos ante lo inusual.

Con experiencias como esta, se alimenta el espíritu aventurero, impulsándonos a descubrir, uno a uno, los lugares más extraordinarios de nuestro planeta.