Esta española enumera las cosas que hace en Bélgica y que no hacía en España

Una ciudadana española que ha cambiado Barcelona por Bélgica nos relata, a través de un video que se ha convertido en fenómeno viral en TikTok, cómo ha tenido que adaptarse a nuevas costumbres y estilos de vida lejos de su tierra natal. Este testimonio ofrece una visión única sobre los contrastes culturales y cómo estos influyen en nuestra cotidianidad y percepciones.

El Sol, ese compañero constante en España, ha adquirido un nuevo valor para ella en el clima belga, caracterizado por su escasez de días soleados. "Cuando vivía en Barcelona hacía sol siempre y aquí, como lo raro es ver un día soleado, cuando sale el Sol lo aprecio un montón", explica. Un claro ejemplo de cómo el entorno puede modificar nuestros pequeños placeres diarios.

La adaptación al clima va más allá de la mera apreciación del buen tiempo; también ha cambiado su actitud ante la lluvia. "La lluvia no nos hace romper los planes... Chubasquero y a jugar", señala, mostrando una actitud resiliente ante las inclemencias meteorológicas, algo que contrasta fuertemente con su anterior residencia.

"Desde que vivo aquí, como peor, sobre todo por los dulces y gofres"

La alimentación ha sido otro ámbito de cambio significativo. Atrás quedaron los días donde llenar el carrito de frutas frescas y asequibles era lo habitual. "Desde que vivo aquí, como peor", admite la protagonista, atribuyendo este cambio a la mayor accesibilidad y asequibilidad de dulces y gofres en su nuevo hogar, así como a un ritmo de vida quizás más exigente.

El uso del coche

En cuanto a la movilidad, la necesidad de usar el coche diariamente ha marcado una gran diferencia en su vida. "Ahora conducimos todos los días. Incluso necesitamos dos coches", comenta, reflejando cómo la dependencia del vehículo personal se ha vuelto indispensable para su familia en Bélgica. Este cambio de hábitos incluye incluso romper una regla que antes consideraba inquebrantable: comer en el coche, práctica que se ha vuelto común debido a las largas distancias y tiempos de viaje.

Finalmente, su traslado a Bélgica ha despertado en ella el deseo de explorar y hacer turismo por su nuevo país de residencia, una actividad que raramente practicaba en Barcelona. Ahora, armada con Google Maps y un espíritu aventurero, busca descubrir cada rincón de su nuevo hogar, desde bosques hasta lagos, algo que recalca la importancia de la apertura a nuevas experiencias cuando se cambia de entorno.

Este relato no solo nos muestra cómo los cambios de residencia pueden afectar nuestra vida diaria en múltiples aspectos, desde la apreciación del clima hasta los hábitos de movilidad y alimentación, sino también cómo pueden ser una oportunidad para redescubrir y valorar aspectos de nuestra rutina que previamente pasábamos por alto. La historia de esta española en Bélgica es un testimonio de adaptación, revalorización de lo cotidiano y la constante búsqueda de bienestar y nuevas aventuras lejos de casa.