La costumbre alemana al pagar la cuenta en un bar que ha conquistado a un español

Desde que se extendió el servicio de Bizum en España, pagar entre varias personas en un bar se ha simplificado. Cada vez menos personas llevan dinero en efectivo en la cartera y, por tanto, pagamos más con la tarjeta de crédito.

Al ampliarse el uso de la tarjeta de crédito, se había dificultado el dividir la cuenta entre todos los comensales, pero esto no ha ocurrido de la misma manera en Alemania, ya que allí tienen una costumbre que facilita el pago entre varias personas y de la que ha querido hablar el español Mario Fernández.

Mario es un joven español que actualmente vive en Alemania y al que le ha sorprendido la manera que tienen de pagar la cuenta en los bares. Este método ha sorprendido mucho al tiktoker y es por eso que ha querido grabar un vídeo para esta red social en el que empieza diciendo: "'Zusammen oder Getrennt'. Hola, gente, esta será una pregunta que siempre nos harán a la hora de ir a pagar cuando vayamos a un restaurante o bar".

Norma no escrita

El joven español ha explicado que en Alemania, a la hora de pagar en un bar o restaurante, es normal que se dividan las cuentas: "Cada uno paga lo que haya consumido. Al principio me chocaba un poco, estaba acostumbrado a lo que hacíamos en mi grupo de amigos, vas a cenar y, al final, pues divides la cuenta entre el número de personas que son y se paga a pachas".

Pagar a medias después de que una persona haya pagado la cuenta completa es a lo que estamos acostumbrados en España, pero no en Alemania: "Aquí cada uno paga lo que ha consumido y lo veo muy bien; ya que si tú has consumido una ensalada y una Fanta, no veo por qué tienes que pagar el chuletón y la botella de vino que ha consumido el otro".

"Habría sido complicado que (su hijo de dos años) pudiese pagarlo"

No obstante, Mario explica que a veces le parece un poco exagerado, "me ha pasado de ir con mi hijo y su madre a comer y hacerme la pregunta". Su hijo entonces tenía dos años, así que si hubieran dividido la cuenta, el pequeño tendría que haber pagado su parte, lo que es bastante ridículo: "Habría sido complicado que pudiese pagarlo", concluye el joven al que le encanta esta costumbre, pero asume que a veces es algo exagerada.