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Cómo superar el fin de una amistad o por qué es tan difícil decir adiós a un buen amigo
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Cómo superar el fin de una amistad o por qué es tan difícil decir adiós a un buen amigo

La vida siempre trae segundas oportunidades, pero si crees que lo vuestro se ha acabado debido a diversas razones y no se puede arreglar, llegó la hora de pasar página

Foto: Foto: iStock.
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Por desgracia, muchas de las personas que nos acompañan en la actualidad y que forman parte de nuestro día a día, como pueden ser nuestros amigos más cercanos, acabarán distanciándose de nosotros tarde o temprano. Es ley de vida. Aunque dicen que los amigos de verdad son para siempre, en realidad las circunstancias personales, laborales o familiares acaban por afectar a una amistad cercana e irrompible. Eso no tiene por qué ser malo, pues disponemos de instrumentos con los que mitigar la sensación de distancia. Una llamada o una quedada acordada con antelación puede ser la clave para recuperar el tiempo perdido.

Los estudios dicen que se necesitan aproximadamente más de 200 horas para llegar a consolidar una amistad cercana. Sin duda, se necesita tiempo, paciencia y esfuerzo para fortalecer un lazo. Y, a veces, si ha ocurrido una traición, apenas unos minutos para que el vínculo se deteriore y acabe. Además, si has sentido que una amistad te ha hecho daño hasta el punto de dejar de ser amigos de inmediato, no solo te tendrás que enfrentar a la soledad que marcará su ausencia, sino también a la pérdida de confianza en tus relaciones futuras.

"Las amistades cercanas a menudo permiten que ambas personas se sientan visibilizadas y aceptadas", sostiene Roxy Zarrabi, psicóloga experta en relaciones, en un artículo reciente de la revista Psychology Today. "Mostrarte vulnerable profundiza tu conexión con alguien, al igual que compartir experiencias memorables y saber que puedes confiar en esa persona cuando vienen altibajos. Puede ser difícil seguir adelante si has pasado hace poco por una ruptura y también es posible que temas no volver a encontrar un amigo tan bueno".

Saber perdonar (o que te perdonen)

Por otro lado, cuando dos amigos se separan también hay un reparto de culpas, al igual que sucede en las rupturas de pareja. En este sentido, puedes sentirte culpable hasta de haber confiado tanto en él. En cambio, si eres tú quien ha traicionado su confianza, tal vez quieras traerle de vuelta. Si es así, tan solo has de armarte de paciencia y dejar un espacio para que el enfado que pueda tener se disipe. Y, una vez haya pasado un tiempo, intentar recuperar su confianza con algún favor, sorpresa o acción inesperada que le demuestre que todavía estás ahí para él y puede volver a confiar en ti.

El mundo es muy grande y está lleno de personas que buscan estrechar un vínculo profundo, por lo que debes pasar página y volver a socializar

Es importante señalar que muchas rupturas entre amigos pueden ser más dolorosas que las de pareja. Y, en este sentido, cada persona y relación es un mundo, por lo que si alguien de tu entorno está pasando por una de ellas, aunque sea de carácter amistoso, no relativices su dolor. Probablemente se sienta solo, por lo que escucha a esa persona e intenta demostrarle que puede seguir construyendo relaciones significativas en su vida.

Ante todo, si has perdido hace poco a alguien de tu círculo de confianza y temes quedarte solo, has de recordar que lo que te llevó a forjar una relación tan intensa y bonita con esa persona también puede ocurrir con otras personas que ya conoces y no tienes tanta relación. El mundo es muy grande y está lleno de personas que buscan estrechar un vínculo importante, por lo que debes pasar página y volver a la socialización en busca de otra alma gemela. Puedes recuperar una antigua afición que te conecte a los demás; al fin y al cabo, hay grandes amistades que sobreviven al tiempo y a la distancia gracias a que siempre tienen en cuenta que hay algo por encima de ellas, que es el amor que les une a una disciplina, un arte o una vocación.

Por desgracia, muchas de las personas que nos acompañan en la actualidad y que forman parte de nuestro día a día, como pueden ser nuestros amigos más cercanos, acabarán distanciándose de nosotros tarde o temprano. Es ley de vida. Aunque dicen que los amigos de verdad son para siempre, en realidad las circunstancias personales, laborales o familiares acaban por afectar a una amistad cercana e irrompible. Eso no tiene por qué ser malo, pues disponemos de instrumentos con los que mitigar la sensación de distancia. Una llamada o una quedada acordada con antelación puede ser la clave para recuperar el tiempo perdido.

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