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Por qué no debes acariciar a un perro guía en cualquier momento
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Están cumpliendo una labor

Por qué no debes acariciar a un perro guía en cualquier momento

Ya sabemos que te encantan los perros, y que los perros guía, especialmente, parecen tan buenos y tranquilos que es que no te puedes resistir a acercarte y, claro, acariciarle... Error

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Los perros guía son el mayor apoyo para muchas personas invidentes. Sus ojos se convierten en los de sus dueños, lo que establece un vínculo visceral entre estos y los animales. Como suelen decir muchos, se vuelven un solo ser con diferentes formas. Desde las cuatro patas de uno a las dos del otro.

Especialmente en la calle, esta función se vuelve evidente, mientras los demás les vemos en acción, hasta que a alguien se le ocurre romper una barrera que parece inquebrantable (porque así es, y debería serlo). Ya sabemos que te encantan los perros, y que los perros guía, especialmente, parecen tan buenos y tranquilos que es que no te puedes resistir a acercarte y, claro, acariciarle. Error.

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Interactuar con un perro guía, así como así, no es una buena opción, aunque suene extraño o incluso triste. Lo que sucede es que así de simpáticos y bonitos, estos animales están cumpliendo una labor que bien indica su nombre: guían a una persona que no ve.

"Ahora no"

Pero, ¿por qué no puedes tocarles exactamente? "Es una regla que hay que respetar por la seguridad de la persona con discapacidad visual que recibe su asistencia", como recuerdan desde el portal mexicano Dogdog.

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No obstante, no se trata de que no puedas hacerlo nunca. No se deben tocar cuando tengan el arnés puesto. Lo distinguirás rápido, ya que suelen ocupar buena parte del torso del perro y, además, muchos incluyen una extensión de agarre para la persona.

"Ahora no, estoy guiando", es lo que vienen a decir estos arneses. Asimismo, lo expresó hace unos meses la Fundación ONCE imprimiendo 5 millones de cupones con este eslogan. Con ellos, la fundación quiso entonces concienciar a todas las personas en España acerca de este asunto. En otras palabras, los perros guía que utilizan las personas ciegas o con visibilidad reducía no son (solo) mascotas.

Por supuesto, cuando no hay que acariciar a un perro guía tampoco hay que tocar su arnés, ni hablarle, ni darle comida. Al fin y al cabo, aunque pasen entre medio año y un año de entrenamiento donde aprenden a caminar sin dar tirones, desplazarse en línea recta o esquivar obstáculos, entre otras tareas, está en nosotros que no se distraigan.

Los perros guía son el mayor apoyo para muchas personas invidentes. Sus ojos se convierten en los de sus dueños, lo que establece un vínculo visceral entre estos y los animales. Como suelen decir muchos, se vuelven un solo ser con diferentes formas. Desde las cuatro patas de uno a las dos del otro.

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