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La forma correcta en la que debes hablar a tu perro si quieres transmitirle todo tu amor
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Una estrategia eficaz

La forma correcta en la que debes hablar a tu perro si quieres transmitirle todo tu amor

A tu amigo de cuatro patas se le "iluminará", literalmente, el cerebro y también el rostro si dejas de tener pudor a esta forma de comunicarte con él

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No falla: aparece un perro o un bebé y nuestro tono de voz cambia automáticamente. De pronto, buscamos que el tamaño físico se reduzca a través de un sonido mucho más suave, melódico y, por qué no decirlo, agudo, como ponernos a su altura. Sucede por una extraña y a la vez popular inclinación a considerar que de esa forma aquellos seres que no manejan los mismos códigos de habla que nosotros podrán entendernos.

Lo cierto es que parece funcionar, pues a menudo vemos como reaccionan aunque lo hagan sin palabras. El truco no solo queda en el sonido, sino también en todo aquello con lo que lo acompañamos: expresiones faciales exageradas, sonrisas y gestos que al fin y al cabo refuerzan el significado del lenguaje verbal. Pero, ¿y si pudiéramos hacerlo mejor? ¿Existe alguna forma de comunicarnos con animales o bebés que provoque en ellos un efecto aún más bidireccional? En otras palabras: ¿podría tu perro llegar a entenderte en algún momento?

Foto: ¿Por qué los perros nos siguen a todas partes? (Fuente: iStock)

Un estudio reciente publicado en la revista Communications Biology ofrece una nueva mirada al mundo de la comunicación en este sentido, brindándonos una nueva comprensión de cómo nuestros amigos de cuatro patas, especialmente, responden al habla humana, y resulta que, en efecto, podemos conseguir que nos entiendan mejor, solo nos faltaba conocer algunos datos descubiertos ahora.

Un "lenguaje infantil"

Hasta ellos ha llegado un grupo de investigadores del Departamento de Etología de la Universidad Eötvös Loránd en Hungría, al descubrir que el cerebro de los perros se "ilumina" más cuando se enfrentan a un tono de voz específico.

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Hasta ahora, investigaciones anteriores ya habían sugerido que utilizar ese "lenguaje infantil" con los canes cuando aún son cachorros ayuda a mejorar su capacidad de atención. Más tarde, investigadores de la Universidad de York descubrieron que este efecto también se puede aplicar a los perros adultos.

En el campo de la ciencia de las relaciones y la comunicación en general, el lenguaje infantil se considera una estrategia eficaz para fomentar el desarrollo de este en niño, porque los expone a los modelos lingüísticos establecidos por su propia especie y los anima a imitar sus sonidos y palabras. A la vez, fortalece el vínculo entre adultos y niños, empezando por madres e hijos.

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No obstante, esa inercia por hacer lo mismo con los perros y otros animales parece que tiene la misma lógica, tanto que incluso es una práctica en otros animales adultos hacia sus crías. Así, se ha observado que los delfines mulares adultos cambian su tono cuando se dirigen a los más pequeños. Y, ahora, sabemos que los perros también son sensibles a ese cambio.

Para los autores, esta sensibilidad se debe probablemente al proceso de domesticación y a las interacciones mantenidas entre nuestras dos especies durante los últimos miles de años. Es por ello que con estos hallazgos quieren transmitir una idea más acertada en torno a esta forma de habla. Con todos los efectos positivos que contiene, se trata de incentivarla y normalizarla. Ya no tienes que sentir vergüenza por dirigirte a tu perro con un tono de voz más agudo en mitad del parque.

No falla: aparece un perro o un bebé y nuestro tono de voz cambia automáticamente. De pronto, buscamos que el tamaño físico se reduzca a través de un sonido mucho más suave, melódico y, por qué no decirlo, agudo, como ponernos a su altura. Sucede por una extraña y a la vez popular inclinación a considerar que de esa forma aquellos seres que no manejan los mismos códigos de habla que nosotros podrán entendernos.

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