Cinco trucos sencillos para que tu cambio de armario sea rápido y ordenado este otoño

• Cómo lograr que la ropa quede más limpia al salir de la lavadora con estos sencillos trucos
• Cómo limpiar las manchas de bolígrafo de la ropa y que no quede ni un rastro

Aunque el momento de hacer el cambio de armario se ha retrasado un poco este año, debido a que el calor nos ha seguido acompañando al inicio del otoño, ya estamos experimentando unas temperaturas cada vez más frías. Por lo tanto, toca renovar las prendas que tenemos en nuestros armarios y cajones para volver a dar uso a esos jerseys, abrigos, camisas de manga larga o incluso bufandas.

Pero, al sacar y guardar tanta ropa, corremos el riesgo de hacernos un lío y acabar con todo desordenado. Si llevamos a cabo un método inadecuado, solo conseguiremos que nos acabe costando encontrar nuestras prendas en el día a día de la temporada otoño-invierno, lo cual nos provocará pérdidas de tiempo y quebraderos de cabeza.

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Si aún no hemos hecho el cambio de armario, o incluso si ya lo hicimos pero queremos revisarlo para que todo quede mejor ordenado, los siguientes trucos pueden ser realmente eficaces para ganar espacio y separar adecuadamente la ropa que vamos a dejar de usar de la que nos pondremos los siguientes meses.

Cinco trucos para el cambio de armario

Estos cinco trucos resultan muy útiles para que el cambio de armario sea rápido y ordenado este otoño:

• Limpiar la ropa antes de guardarla. Esto es algo lógico, pero no todo el mundo lo tiene en cuenta. Antes de guardar la ropa veraniega que no vamos a usar estos meses, es importante asegurarnos de que la dejamos bien lavada y seca. Así evitaremos que haya malos olores, y también la dejaremos bien preparada para usarla a partir de la próxima primavera.
• Donar o vender lo que nos sobre. Una vez tengamos limpia toda esa ropa que no vamos a usar los próximos meses, sin duda veremos que hay prendas que no hemos usado para nada durante el verano. Con el objetivo de liberar espacio en el armario, ahora es un buen momento para donar esa ropa que no usamos y que así la aprovechen personas que la necesitan más, o para venderla si nos hace falta conseguir algo de dinero.

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• Guardar la ropa veraniega en lugares apropiados. Cuando ya hayamos seleccionado la ropa de primavera-verano con la que nos vamos a quedar, es el momento de guardarla de forma correcta. Es importante conservarla de modo que no se deteriore, y un error habitual es meterla en cajas de cartón, que son propensas a ocasionar daños en ciertos tipos de tejidos. Es preferible usar bolsas de almacenamiento sellables, cestas de lino o fundas de algodón en el caso de las prendas más delicadas. Además, es fundamental que queden en lugares limpios y secos, donde no puedan acceder polillas u otros bichos que dañen la ropa.
• Limpiar a fondo el armario. Ya que hemos sacado la ropa de verano, podemos aprovechar para hacer una limpieza a conciencia del interior del armario. Es el mejor momento para deshacerse del polvo y los ácaros, con el mueble vacío y como parte de este proceso de cambio. Basta con utilizar un paño húmedo con jabón, o también se pueden usar productos limpiacristales o antigrasa.
• Elegir los mejores lugares para la ropa de otoño-invierno. A la hora de ordenar la ropa que vamos a utilizar en estos meses de más frío, la clave está en colocarla de manera que nos resulte cómodo e intuitivo coger las prendas que necesitemos cada día. Si lo dejamos todo mezclado, acabará siendo frustrante encontrar lo que queremos. Por ello, hay que asegurarse de dividir los espacios del armario por tipos de ropa: pantalones, camisas, camisetas, abrigos, etc. Incluso podemos ordenarla a su vez por colores y tamaños, para que todo quede aún mejor.

Si llevamos a cabo estos sencillos pasos, habremos conseguido más espacio, tendremos la ropa de primavera-invierno bien almacenada para cuando vayamos a necesitarla, y el armario lucirá como nuevo con la ropa de otoño-invierno bien ordenada.