Caos en la tienda de fotografía analógica de Antonio por un "malentendido" en TikTok

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Antonio del Solar, un hombre jubilado y dueño de una tienda de cámaras analógicas ubicada en la calle Fernández de los Ríos número 29, en Madrid, levantó el otro día la persiana y ante sus ojos tenía la cola de personas más larga que había visto nunca. Se trataba nada más y nada menos del resultado del poder de las redes sociales. Un vídeo colgado en TikTok que alcanzó 4,9 millones de visualizaciones se convirtió en un efecto llamada para este negocio local de Chamberí.

El vídeo fue creado por una joven usuaria de TikTok y en él aparecen diferentes fotografías de la tienda de Antonio. En un cartel colocado en la puerta de la tienda se puede leer: "Por jubilación: vendo cámaras analógicas, objetivos, flashes, fotómetros y filtros". La protagonista le describe como "un señor majísimo y educado" que le explicó todo de manera excepcional y la ayudó a elegir la cámara analógica perfecta.

Además, resalta la atmósfera mágica del local, que alberga cientos de cámaras, y menciona que Antonio regala fotos de la luna a los niños que visitan la tienda. Sin embargo, las chicas en el vídeo cometieron un error en su interpretación, afirmando que la tienda estaba en liquidación: "Si te gustan las cámaras analógicas o la fotografía, Antonio se jubila y está en liquidación", anunciaron en el vídeo.

Largas colas frente a la tienda

Este malentendido tuvo un impacto sorprendente, ya que las personas comenzaron a hacer cola durante horas frente a la tienda. "Ha sido todo un malentendido. Yo lo que había escrito fue jubilación, no liquidación. Y claro, acaban las dos en 'on', pero no son lo mismo. A mí todavía me queda un año aquí", asegura Antonio.

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Así, las culpables de esta entrañable confusión se pasaron a hacerle una visita unos días después y este les contó que se quedó atendiendo a los clientes hasta las once de la noche. Y no es para menos, ya que la cola a las puertas del pequeño local empezó a primera hora del día y había personas que guardaron el turno hasta dos horas. Al preguntarle cómo se encontraba después del revuelo, Antonio aseguró que "agobiado, pero muy contento". También aprovechó para decir que "me quedo aquí, por lo menos un año, así que podéis venir".

La tienda de Antonio es un verdadero santuario para aquellos apasionados de la fotografía. Está abarrotada con una asombrosa variedad de cámaras de todos los tipos imaginables, desde las emblemáticas Nikon y Olympus hasta las clásicas Pentax y Kodak. "Muchas gracias por todo, me encanta que vaya a manos de gente que realmente lo va a usar y no lo tengo yo en una estantería", añade.