Es noticia
Cómo gestionar una amistad tóxica que nos hace sentir atascados en la vida
  1. Alma, Corazón, Vida
ESTABLECER LÍMITES

Cómo gestionar una amistad tóxica que nos hace sentir atascados en la vida

Demasiada empatía no es buena. Si queremos seguir adelante, hay veces que debemos tomar medidas con aquellas personas que siempre están recordándonos lo mal que lo pasamos

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

Cuando estamos pasando un momento complicado en la vida, ya sea por una ruptura amorosa, un despido de un trabajo o la muerte de un ser querido, se supone que ahí están los amigos para darte apoyo y guiarte en esa nueva etapa que se abre ante ti, aunque solo sea para aguantar tus lágrimas o distraerte de los problemas que puedas tener. Sin embargo, a veces e incluso de manera inconsciente, los amigos en vez de despejarte la cabeza, lo que hacen es sumirte de lleno en el fondo del conflicto que tienes contigo mismo o con los demás.

Esto, como decimos, muchas veces no se hace a posta, pero es fácil que ocurra sobre todo si el problema os concierne a ambos. Imagina que vuestras respectivas parejas os han abandonado a la vez. Es muy fácil sentirse comprendidos y acompañados en el sufrimiento, pero al final esto puede revertirse en algo negativo en caso de que ninguno de los dos asuma que no puede estar todo el tiempo regodeándose en su pesar y, por tanto, arrastre al otro hacia esa tristeza permanente, una emoción que puede llevar a ambos a la inacción.

"Es importante marcar la diferencia entre empatía y una falta de límites emocionales nociva entre amigos"

Se produce así una circunstancia compleja. La persona que más te comprende en tu dolor es también la que no cesa de recordártelo. Y eso, lógicamente, da más pie a que ninguno de los dos logréis avanzar y seguir adelante con vuestra vida. Entonces, seguramente reflexiones y pienses en si realmente es buena idea seguir siendo amigos, sobre todo si además de hundirte más en tu sufrimiento te sientes poco valorado o escuchado por él.

Pedir distancia

Lo primero que has de hacer es prestar a las sensaciones que te ofrece tu cuerpo cuando estáis juntos. ¿Te da ansiedad quedar con esa persona que se encuentra presa en tu propia negatividad? ¿Invalida o minimiza el dolor que sientes y te hace notar continuamente que el suyo es mayor? En ese caso, lo mejor que puedes hacer es intentar separarte de él de manera directa (hablándole abiertamente de lo que te parece mal en su comportamiento) o indirecta (alejándote poco a poco de él).

A veces, cuidar a alguien no pasa por estar pendiente todo el rato de él, sino también dejar el tiempo y el espacio que necesite

Aunque, a decir verdad, es bastante difícil dar con una persona que te apoye y te empuje. Un estudio publicado este mismo año en la revista Journal of Personality and Social Psychology resolvió que las personas, por lo general, tendemos a acercarnos a gente que consideramos que sufren o están igual de estresados que nosotros mismos. La ansiedad o la tristeza, por tanto, es muy contagiosa. Y, si estás en un entorno social en el que todo el mundo se encuentra decaído o deprimido, es muy difícil que no acabes imbuido de esa energía negativa.

"Es importante marcar la diferencia entre empatía y una falta de límites emocionales nociva entre amigos", reflexiona Mark Travers, psicólogo y profesor de la Universidad de Cornell, en un reciente artículo de la revista Psychology Today. "La empatía está relacionada con una mayor calidad y cercanía, y es necesaria para sentirnos validados y reconocidos por nuestros amigos. Sin embargo, existe el exceso de empatía", que podría ser la mala práctica de recordarte una y otra vez todo lo mal que lo estás pasando y lo mucho que te va a costar remontar, es decir, pensamientos reales que tienes en tu cabeza cuando estás pasando un mal momento, pero que no necesitan amplificarse todo el tiempo.

Un exceso de empatía

A veces, cuidar a alguien no pasa por estar las veinticuatro horas del día disponible o preguntarle todo el rato cómo está, sino también dejarle el espacio y el tiempo que necesite para recuperarse él mismo de su propio dolor y por su cuenta. Por tanto, ese exceso de empatía a veces puede tornarse perjuicioso para la amistad que tenéis en común. Ponte en la situación de que por fin estás sacando la cabeza del tiesto de tristeza en el que estabas metido y alguien te recuerda constantemente lo infeliz que eras o, peor aún, ejerce el chantaje emocional alegando lo mucho que te ha tenido que soportar o congratularse de que menos mal que estaba ahí él o ella para cuidarte.

Foto: Foto: iStock.

"Confiar en tu sistema de apoyo social es fundamental para alcanzar bienestar", concluye Travers. Pero ojo, tiene que ser un tipo de apoyo adecuado al momento. "Es posible que necesites discernir entre a qué amigos acudir y cuándo, ya que esto puede afectar mucho a la forma en la que sientes y procesas los acontecimientos que ocurren en tu vida". En este sentido, debes analizar el tipo de "disponibilidad emocional que cada uno de tus amigos te puede brindar para mantener una red de amistades emocionalmente sanas".

Cuando estamos pasando un momento complicado en la vida, ya sea por una ruptura amorosa, un despido de un trabajo o la muerte de un ser querido, se supone que ahí están los amigos para darte apoyo y guiarte en esa nueva etapa que se abre ante ti, aunque solo sea para aguantar tus lágrimas o distraerte de los problemas que puedas tener. Sin embargo, a veces e incluso de manera inconsciente, los amigos en vez de despejarte la cabeza, lo que hacen es sumirte de lleno en el fondo del conflicto que tienes contigo mismo o con los demás.

Social
El redactor recomienda