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Qué hacer si tu pareja se pasa el día entero en el sofá
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Qué hacer si tu pareja se pasa el día entero en el sofá

El verano es para descansar sí, pero en exceso también es malo, sobre todo si convives con una persona que lo único que hace es estar tumbada. ¿Cómo proceder para que todo salga bien?

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La convivencia es una de las pruebas más importantes para una pareja, y eso no se traduce solamente en un necesario y más que obligado reparto de tareas domésticas, sino también en cómo se utiliza el tiempo libre. Ahora que hace calor, posiblemente se hayan reducido los tiempos de limpieza en las casas debido a que en cuanto te mueves un poco, el sudor es inevitable. Por algo, la mayoría de las vacaciones se cogen en verano: las altas temperaturas dificultan cualquier esfuerzo, tanto físico como mental.

El verano también es una época en la que pasamos más tiempo cerca de nuestros seres queridos y las personas que nos acompañan en nuestra vida diaria. Muchas parejas, tanto de hecho como casadas, vuelven a reconectar con su relación en verano debido a que el resto del año están muy ocupadas con el trabajo y el cuidado de los hijos o familiares. Y esto, evidentemente, genera problemas, pues ahora tienen todo el tiempo del mundo para ellos; lo que lejos de verse como una oportunidad, a muchos les lleva a los demonios.

"El letargo y la falta de motivación son síntomas comunes de la depresión"

Y, si hay demasiado tiempo libre que llenar, aparece eso llamado aburrimiento. Ello, sumado a las largas horas de calor, hará que más de uno no se quiera levantar del sofá, entrando en una perezosa y embriagadora modorra que echará por tierra cualquier tentativa de realizar el más mínimo esfuerzo físico. Vale, llegados hasta aquí, habría que precisar que si a ambas partes de la pareja les apetece dicho plan, perfecto. Pero, si, por el contrario, uno de los dos quiere aprovechar el tiempo para hacer cosas que no puede hacer el resto del año (desde bajar a la piscina o salir más con sus amistades), aquí surge un conflicto.

Y es que no hay nada menos erótico que ver a alguien despelotado y amodorrado en un sofá durante horas y horas, delante de la tele jugando a videojuegos al fresquito del ventilador, o bien ya directamente echándose siestas legendarias en las que te preguntas cómo es posible que alguien duerma tanto en solo veinticuatro horas. Entonces, ¿cómo proceder para no acabar enzarzados en una discusión absurda sobre lo mal que aprovecha el tiempo estival una de las dos partes?

Ante todo, comunicación

Lo primero de todo, has de hablar con él y preguntarle por qué se comporta de esa forma y si de verdad lo hace porque está muy cansado o simplemente aburrido. También puede ser que no se deba a la pereza, sino a una preocupación latente o a un problema que arrastra y se manifiesta con más crudeza en vacaciones. "¿Le has preguntado a tu pareja cómo se siente últimamente?", asegura Sam Blum, periodista de Life Hacker, quien responde dudas de todo tipo a los usuarios a través de un consultorio. "El letargo y la falta de motivación son síntomas comunes de la depresión".

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"¿Tienes algún problema que no se va?", puede ser una pregunta con la que iniciar la conversación, usando siempre un tono amable y empático, no de enfado. Al final, estás ahí para apoyar y descubrir por qué se siente así, no para juzgarle. Luego, dependiendo de lo que responda, llegó la hora de decirle lo mal que te sientes de verle así. Trata de ser sincero o sincera, expresando tus sentimientos, comentarle lo mucho que te gustaría disfrutar con él o ella de las vacaciones.

Al final, se trata de encontrar algún tipo de pasatiempo o de actividad que os guste a los dos y podáis realizar juntos. Pregúntale qué es lo que le gustaría hacer, más allá de lo típico (dormir, piscina, playa, ver una película) o, en vez de ello, propón que recupere algún hobbie que le gustaba hacer antes. Y, si no cesa en su comportamiento por mucho que hables con él o ella, lo mejor es ser consecuente y empezar a pensar si de verdad quieres estar con alguien así otros tantos veranos. A lo mejor es que no sois compatibles en los momentos de ocio, y en cualquier caso, si existe otro tipo de problema subyacente, nunca está de más acudir a terapia de pareja.

La convivencia es una de las pruebas más importantes para una pareja, y eso no se traduce solamente en un necesario y más que obligado reparto de tareas domésticas, sino también en cómo se utiliza el tiempo libre. Ahora que hace calor, posiblemente se hayan reducido los tiempos de limpieza en las casas debido a que en cuanto te mueves un poco, el sudor es inevitable. Por algo, la mayoría de las vacaciones se cogen en verano: las altas temperaturas dificultan cualquier esfuerzo, tanto físico como mental.

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