Cuatro fallos que provocan que tu casa se caliente más de lo debido en verano

En pleno julio, aquellos que todavía no se han ido de vacaciones seguramente tengan que compatibilizar su jornada laboral con olas de calor que se van sucediendo y que limitan en gran medida las condiciones de vida de gran parte de la población. Para quienes trabajen en una oficina, sin embargo, esto redundará en positivo, debido a que pueden estar en un entorno con aire acondicionado. En cambio, la tortura del calor vuelve al salir del centro de trabajo y, sobre todo al llegar a casa.

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ACyV

¿Cómo conseguir que tu casa esté lo más fresca posible? Todos conocemos los típicos trucos de mantener las ventanas cerradas durante las horas del día y abrir por la noche. Pero, como es lógico, a veces no es suficiente. Seguramente necesites tener en cuenta otros factores que producirán un plus de fresquito en tu lugar de descanso e intimidad personal. La revista Best Life ha reunido algunos de ellos que veremos a continuación para que no te ases de calor.

Cocinar en horas punta

Hay que evitar en la medida de lo posible realizar actividades domésticas que generen más calor ambiental. Como por ejemplo, cocinar a lo grande, ya sea freír o cocer cualquier cosa. Evidentemente, no te vas a morir de hambre, pero prueba a preparar platos más típicos del verano y que no requieren cocinar nada, como el clásico gazpacho o ensaladas de todo tipo.

"Cuidado con dejar entrar demasiada luz por la persiana"

En caso de que tengas que cocer o freír algo porque te has cansado de tantos platos fríos, puedes optar por hacerlo durante la noche o a primera hora de la mañana, cuando las temperaturas suelen ser más frescas. Este cambio de actitud puede marcar una diferencia notable en la sensación de calor que se respira en tu hogar.

Dejar que entre la luz por la persiana

"Un exceso de luz solar puede crear un ambiente más caluroso en tu hogar", afirma Dave Bringer, técnico de servicio de asistencia a hogares en Estados Unidos. "Cuidado con dejar entrar demasiada". Al fin y al cabo, el calor proviene de cada rayo de sol, por lo que habrás de tener mucho cuidado con dejar pasar mucha luz. Tan solo basta con cerrar del todo la persiana, ya verás cómo se nota la diferencia.

Tener la fachada pintada con tonos oscuros

Los andaluces saben de primera mano cómo hacer que el hogar no se caliente en exceso y, en efecto, esto pasa por tener las fachadas de las casas completamente blancas para que reflejen la luz solar. En caso contrario, será un auténtico horno. Evidentemente, no puedes cambiar el color de la casa de un día para otro o solamente durante los meses de verano, pero sí saber escoger mejor dónde vas a vivir y de qué color es la fachada en caso de que estés pensando cambiar de residencia. O también puedes extender una capa blanca de cal para 'abrillantar' los ladrillos o paredes exteriores.

La casa no está bien aislada

"Otro error muy común que puede contribuir a que los espacios se calienten mucho es no contar con un aislamiento correcto en las paredes", observa Tom Allan experto en calefacción, fontanería y electrodomésticos. "Cuando el tejado, las paredes o las ventanas no aíslan correctamente, entra demasiado calor en casa". Para arreglarlo, basta con incluir materiales aislantes en lugares concretos de la casa, algo para lo que deberás contactar con un especialista que te asesore.