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Esta azafata confiesa cómo era trabajar en un avión en los años 80
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Esta azafata confiesa cómo era trabajar en un avión en los años 80

Hace unas cuantas décadas los viajes en avión eran más permisivos que ahora, con menos restricciones, e incluso más lujos

Foto: Esta azafata confiesa cómo era trabajar en un avión en los años 80 (Naitian Wang para Unsplash)
Esta azafata confiesa cómo era trabajar en un avión en los años 80 (Naitian Wang para Unsplash)

Los años 80 fueron otra época y ya nos suenan bastante lejanos. Medio mundo estaba avanzando y el otro medio prefería abrazar las costumbres sociales del pasado. Se podían hacer cosas que décadas atrás era impensable y, si nos centramos en los viajes turísticos en avión, hay cosas que se podían hacer en los 80 que ahora están prohibidas, como fumar en un viaje de avión.

Pero quien mejor puede explicar cómo se vivían los viajes de avión en los años 80 es una azafata que trabajó por esa época. Ann Hood, entrevistada por la CNN, trabajó como azafata de vuelo desde 1978 y eso le cambió la vida. Actualmente, Hood es novelista y cuenta sus anécdotas a bordo de un avión en ‘Fly Girl’, su última novela.

Foto: Fuente: iStock

Hood decidió que quería ser azafata de vuelo a los 11 años, cuando cayó en sus manos el libro ‘Cómo convertirse en azafata de una aerolínea’. Ella explica que, “aunque (ser azafata) era sexista a más no poder, me atrajo porque hablaba de tener un trabajo que te permitiera ver el mundo y pensé, bueno, eso podría funcionar”.

Hood entró a trabajar para TWA

La joven, por aquel entonces, se graduó en la universidad en 1978 y comenzó a enviar solicitudes de empleo a las aerolíneas. “Creo que 1978 fue un año realmente interesante, porque muchas de las mujeres con las que fui a la universidad tenían un pie en viejas ideas y estereotipos, y el otro pie en el futuro. Fue una época algo confusa para las mujeres jóvenes”, explica desde la experiencia.

placeholder Ser azafata de vuelo era algo glamuroso y sofisticado, aunque como mujeres se las consideraba “adornos hermosos y sexis” (jannoon028 para Freepik)
Ser azafata de vuelo era algo glamuroso y sofisticado, aunque como mujeres se las consideraba “adornos hermosos y sexis” (jannoon028 para Freepik)

Ella consiguió un puesto en TWA, una prestigiosa aerolínea fusionada con American Airlines en 2001. Como recuerda Hood, en esa época ser azafata de vuelo era algo glamuroso y sofisticado, aunque como mujeres se las consideraba “adornos hermosos y sexis”, perpetuando la escena machista de una azafata en minifalda coqueteando con los pasajeros.

Si eras auxiliar de vuelo y mujer, se te obligaba a mantener el peso que tenías en el momento de la contratación. Es más, si no cumplías con una altura y un peso concretos, no te entrevistaban. Por otra parte, si te casabas o tenías hijos, eras despedida y perdías el trabajo. A pesar de ello, Hood explica que en esa época ya se luchaba por los derechos de las mujeres en su sector.

Hood resume su experiencia como azafata en 80 % divertida y 20 % aburrida

Ann Hood tiene varias anécdotas recogidas de los cientos de vuelos que realizó. Ella recuerda cómo las cenas que se servían a los pasajeros no tenían nada que ver con las comidas llenas de plástico de ahora. Se llegaban a servir verdaderos menús de lujo, porque volar era un lujo que no todo el mundo podía permitirse.

Por esa década se permitía fumar durante los trayectos, algo que llevaba de cabeza a las azafatas, que debían llevar en la maleta varios uniformes porque acababan apestando tras un día de trabajo. Sin nombrar el peligro que suponía fumar en un avión, con tantos tejidos inflamables.

Foto: El infalible truco de una azafata para evitar que los oídos se taponen en el avión (TikTok @cici_inthesky)

Por otra parte, Hood confiesa haber pillado a varias parejas en la intimidad, ya fuese en los baños del avión o en mitad de los asientos, cobijados bajo una manta. Lo más bizarro que vio en un viaje de avión fue una mujer en primera clase que llevaba un gatito y lo estaba amamantando. Para Hood fue realmente perturbador.

Todavía adora volar

También se ha llegado a encontrar a hombres sin pantalones, personas sobre bicicletas dentro de la cabina y un largo etcétera, como cuenta al detalle en sus novelas. Pero, como explica Hood, esto hacía que los vuelos fuesen más divertidos. Ser azafata le permitió viajar y conocer mundo, así como sentirse empoderada, capaz de “caminar por una ciudad y sentirme como en casa”. Hood dejó su trabajo como azafata en 1986 para dedicarse a ser escritora, aunque admite que todavía adora volar.

Los años 80 fueron otra época y ya nos suenan bastante lejanos. Medio mundo estaba avanzando y el otro medio prefería abrazar las costumbres sociales del pasado. Se podían hacer cosas que décadas atrás era impensable y, si nos centramos en los viajes turísticos en avión, hay cosas que se podían hacer en los 80 que ahora están prohibidas, como fumar en un viaje de avión.

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