El perro que estaba enamorado de Mickey Mouse y se fue a Disney a conocerlo

Whiskey es una preciosa perrita de asistencia que vive en Estados Unidos junto a su dueña Amber y otra mascota. Podría ser como cualquier otro perro, sino fuera porque tiene una obsesión: Mickey Mouse. Sus dueños le regalaron un peluche del famoso ratón de Disney que lleva a todas partes y con el que pasa horas y horas jugando, pero su amor por este personaje va aún más allá.

Disfruta viendo en televisión los dibujos animados protagonizados por Mickey junto a otros personajes Disney como Pluto. Por eso, sus dueños decidieron darle una sorpresa, regalándole un gran peluche de Mickey Mouse que era tan grande como la propia Whiskey. Fue tal su impresión que se metió dentro de la caja en la que venía el muñeco y no quería salir de ella.

Whiskey pasa horas y horas cuidando de sus muñecos, jugando con ellos o viéndolos por televisión. Sus dueños pueden encontrársela en la cama con alguno de ellos, en el sofá o sentados en una silla. Pero siempre tiene al lado a alguno de sus peluches, demostrando que es una auténtica fan del ratón. Incluso le han regalado tartas con la forma del personaje Disney.

Conoció a Mickey en directo

Por eso, esta historia solo podía tener un final: conocerlo en persona. Los dueños de Whiskey organizaron un viaje a Disney World de tal manera que su mascota pudiera conocer personalmente al ratón más famoso del mundo. Primero fue durante el desfile, un momento en el que el perro no se movió, disfrutando de lo que estaba pasando a su alrededor.

Pero, más tarde, Amber había hecho una reserva para que Whiskey pudiera ver en directo a Mickey Mouse. Tal y como se puede ver en el vídeo que ha compartido The Dodo en su web, la mascota se quedó de piedra cuando vio a un Mickey de tamaño natural y que, además, se movía al igual que en los dibujos animados que tanto le gustan.

Whiskey se pudo fotografiar con Mickey y pasó un día inolvidable mientras conocía a otros personajes a los que está acostumbrado a ver por televisión. A su vuelta, siguió disfrutando de sus peluches y cuidándolos como solo se hace con aquellas cosas que de verdad importan. Y para Whiskey, está claro que lo que más le importa en la vida es Mickey Mouse.