Pillan a una universitaria que usó inteligencia artificial para hacer un trabajo demasiado bueno

Darren Hick es un profesor de Filosofía en la Universidad Furman de Carolina del Sur. Hace algunas semanas encargó a sus alumnos de primer curso una redacción de 500 palabras sobre 'Hume y la paradoja del horror'. Entre todos los trabajos que recibió, uno llamó poderosamente su atención por una razón: "Parecía escrito por un estudiante de último curso".

La alumna que había entregado esa redacción empleaba expresiones y un lenguaje poco acorde a su edad y grado de conocimientos. Por eso, el profesor Hick la llamó a su despacho y ella terminó reconociendo que había utilizado ChatGTP, el programa de inteligencia artificial que es capaz de mantener conversaciones con humanos o de escribir cualquier tipo de texto en apenas unos segundos.

El profesor ha subido un post a su cuenta de Facebook explicando lo sucedido. Asegura que el texto está escrito con "un estilo limpio, pero es reconocible. Diría que escribe como un estudiante de último curso muy inteligente". Además, añade que "no había nada que estuviera mal en especial, solo que era peculiar. Es como si estuvieras enseñando a alguien cómo escribir un ensayo, así es como le dirías que lo escribiera antes de descubrir su propio estilo".

Hecha la ley, hecha la trampa

El Darren Hick conocía de la existencia de ChatGPT, pero también de GPT Detector, otra herramienta que utiliza los mismos métodos que ChatGPT y es capaz de determinar la probabilidad de que un texto haya producido usando la tecnología GPT: "Felizmente, conocía el Detector GPT y lo usé para analizar muestras del ensayo de la estudiante y lo comparé con las respuestas de otros estudiantes al mismo tipo de ensayo. El detector devuelve la probabilidad de que el texto sea 'Falso' o 'Real'".

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Los resultados no le sorprendieron: mientras el resto de sus alumnos recibía un mensaje de 'Real' a su redacción, el de la estudiante que le había sorprendido tanto tenía un 99,9% de posibilidades de ser 'Falso'. Así que decidió hablar con ella en privado con esos datos en la mano y ella, finalmente, reconoció el engaño: había utilizado ChatGPT para hacer su trabajo.

Además. El profesor Hick trató de hacer su propia redacción usando esa herramienta de IA. Para producirlo, usó algunas preguntas de las que imaginó que había hecho su alumna y lo que consiguió fue un texto similar al que le había entregado la estudiante pocos días antes, aunque no exacto, ya que esa herramienta es capaz de producir resultados únicos y diferentes cada vez.

"ChatGPT tiene solo 3 semanas de vida y está diseñado para aprender"

Sin embargo, el profesor universitario alerta de lo que pasará en un futuro cercano: "ChatGPT todavía está aprendiendo, por lo que es posible que mejore. Recuerde: tiene solo 3 semanas de vida y está diseñado para aprender". De momento, él ha implementado algunos mecanismos para evitar que sus estudiantes lo utilicen en sus cursos.

Así, y reconociendo que esta herramienta "se va a poner de moda", Hick señala que "en el futuro, espero implementar una política que establezca que, si creo que el material enviado por un estudiante fue producido por inteligencia artificial, lo desecharé y le haré al estudiante un examen oral improvisado sobre la misma materia. Es el único camino que se me ocurre".