¿Necesitas pasar tiempo solo? Estas son las razones y las señales más evidentes

Disfrutar de la soledad contiene importantes beneficios para la salud mental. Al fin y al cabo, eres la única persona con la que vas a pasar el resto de tu vida, por lo que conviene tener una buena relación con uno mismo, sobre todo en los momentos más complicados o cuando existe un conflicto. A su vez, pasar tiempo solo te brindará un mayor conocimiento sobre ti y te hará sentir independiente. Ello no quiere decir que te tengas que cerrar a los planes de pareja, familiares o amigos. Pero sí reservar al menos una vez a la semana un lapso de tiempo para estar contigo mismo.

Dependiendo de tu situación vital actual o de tu personalidad, puedes necesitarlo más o menos. Hay muchos que están más que acostumbrados y para ellos lo raro es pasar tiempo acompañados; otros, en cambio, procuran llenar en la medida de lo posible su tiempo con actividades sociales porque de algún modo temen a la soledad. Más allá de estas peculiaridades de cada uno, hay una serie de motivos claros por los que puede que necesites pasar más tiempo contigo mismo y menos con los demás.

"Cuando estamos solos escapamos de las distracciones del mundo exterior y tomamos un descanso de las demandas constantes de interacción social"

Como decíamos, si estás pasando por un momento complicado como una ruptura sentimental, es más obvio que necesitas tiempo para ti. Esto es natural, porque al fin y al cabo cuando estamos con nosotros mismos procesamos todas las emociones y pensamientos, aunque sea de una forma inconsciente. También es bueno, en las adversidades de la vida, rodearse de los demás y hacer planes para entretenerse; no es bueno darle tantas vueltas a las cosas. Pero a la hora de la verdad, no te quedará más remedio que enfrentarte a lo que sientes y gestionarlo.

El diálogo interior

Cuando estamos pasando un buen momento es más necesario si cabe pasar tiempo a solas, ya que como asegura el sociólogo estadounidense Elayim Kislev en un reciente artículo publicado en Psychology Today, "es la mejor forma de ganar perspectiva y dar sentido a nuestras experiencias". Básicamente, disfrutarás más de tu buen momento si te tomas pequeños respiros de silencio y diálogo interior, porque así eres más consciente de lo que te está pasando.

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Más allá de la situación personal de cada uno, estar con uno mismo representa la oportunidad perfecta para despejarse y recargar energía. Tomarse un respiro social es el mejor antídoto contra una vida demasiado ocupada o estresante. "Cuando estamos solos escapamos de las distracciones del mundo exterior y tomamos un descanso de las demandas constantes de interacción social", asegura el sociólogo. "Esto puede ser muy útil para las personas que son más introvertidas, ya que les proporciona un respiro muy necesario de los estímulos constantes de socializar".

Por otro lado, la soledad deseada también permite que te enfoques en actividades que te gustan y que requieren tiempo, como hobbies y grandes pasiones. Y, en caso de no tenerlas, poder descubrirlas. Algo que muchos pudieron comprobar durante la pandemia, cuyas cuarentenas nos forzaron a pasar tiempo en casa y vivir sin sociabilidad física. Un estudio de 2020 publicado en la revista Nature Communications descubrió que ya solo el mero hecho de pasar tiempo a solas conduce a una mayor actividad en los circuitos neuronales del cerebro relacionados con la imaginación. Es lógico: ante una falta de estímulos externos, la mente divaga hacia dentro, descubriendo capacidades creativas con las que incluso no se contaba o sobre las que existía un profundo desconocimiento.

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Sobre todo, y como apunta también Kislev, pasar tiempo con uno mismo es especialmente necesario si tienes cierta sensación de irrealidad o de que no estás viviendo la vida que te gustaría vivir. Del mismo modo, es muy útil para recuperar el control sobre tus acciones y pensamientos, ya que pasar demasiado tiempo pegado a los demás hace que todas tus ideas y actos se vean como menos auténticos al estar muy influido por el entorno. Por último, también cabría diferenciar entre una soledad de verdad y un mero aislamiento social: si nadie te acompaña, pero estás permanentemente conectado a las redes, eso no cuenta. Nada como un paseo por la naturaleza para experimentar de verdad el silencio y poner la mente en blanco. Un buen propósito de año nuevo, sin duda.