¿Crees que alguien está ligando contigo? Cómo salir de dudas y qué hacer al respecto

¿Cuál es la frontera entre que la amabilidad y el coqueteo? ¿Entre el buen rollo y el ligue? A decir verdad, resulta difícil diferenciar cuándo alguien tiene un apego contigo de lo más convencional o realmente está interesado en profundizar a otros niveles en vuestra relación. Como es obvio, hay señales que son muy claras (piropos sin venir a cuento, confesiones demasiado hondas o actos que buscan impresionar). Pero también hay otras que pueden llegar a ser contradictorias o no del todo transparentes.

Uno de los trucos para salir de dudas es atender a cómo trata a los demás, si es tan majo o atento con el resto. Sin embargo, este método no es del todo fiable, ya que al final las redes de socialización y sus intensidades dependen mucho del contexto, el ánimo o las compatibilidades. De todo modos, no debería ser una preocupación excesiva para ti si ese gusto es mutuo. Es la forma más natural de iniciar una relación amorosa o sexual con alguien. Pero, en cambio, si no es recíproco, puede llegar a ser muy molesto. Lo más rápido, aunque no recomendable, sería hacer un ghosting. Otro método más cortés y elegante sería comunicarle muy claramente que no quieres nada con él y, por tanto, que pare de actuar así. Si no lo hace, podría sentirse como un acoso.

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En cualquier caso, es hora de reflexionar sobre los mecanismos de la atracción y la diferencia entre un mero buen rollo o un ligoteo concienzudo. Jeremy Nicholson, un psicólogo estadounidense, ha publicado un estudio en Psychology Today en el que aborda esta cuestión, sumándola a los intereses y estrategias de coqueteo más comunes. Según él, las razones más comunes por las que se produce ese flirteo se podrían dividir en seis motivos: por la mera exploración (ver si existe algún tipo de conexión más allá), por profundizar en una relación, por un interés sexual, por el mero hecho de divertirse, por encontrarse mejor con uno mismo y su autoestima o una meramente instrumental en el que se busca un favor o beneficio.

Las barreras físicas y emocionales

Nicholson cita los estudios de Benjamin Wiedmaier, doctor de filosofía en la Arizona State University, para descubrir las motivaciones que posee el común de los mortales con el objetivo de seducir a otros. Entre otras cosas, dividió la causas entre un mero interés carnal, por llamarlo así, o las ganas de llegar a algo más, es decir, ansiar una relación romántica. Esto es obvio, ya que en caso contrario mantienes la relación tal y como está. Llegar más allá implica sobrepasar una de estas dos barreras, la física o la emocional.

Si tan solo es un coqueteo ligero, es posible que no exista una motivación más allá del entretenimiento, lo cual puede ser muy divertido

Ahora bien, ¿qué sucede si de pronto alguien está intentando llegar a una relación más íntima contigo a nivel emocional? ¿Cuándo deberías empezar a pensar que está interesado en algo más? Nicholson sugiere que debes atender a cómo se resuelve en las conversaciones: "si están tratando de resultar divertidos" en exceso, por ejemplo, o demuestran mucha emoción en vuestras conversaciones. En cuanto a cómo saber si realmente se acercan a ti por una mera atracción física, habrá que reparar precisamente en lo físico. Si poco a poco comienzan a acariciarte, darte la mano de improviso o tocarte las mejillas en señal de cariño... algo hay. Habría que hacer un apunte: ¿de verdad lo deseas y está consensuado? En caso contrario, más te vale tomar cartas en el asunto para que la situación no vaya a más.

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Si tan solo es un coqueteo ligero, es posible que no exista una motivación más allá del entretenimiento, lo cual puede ser muy divertido para echarse unas risas. Esta actitud, no obstante, es peligrosa, y si se prolonga en el tiempo sí que puede dar lugar a una atracción sexual potente. La clave está en no sobrepasarse ni ir más allá. Por otro lado, para identificar si alguien se está acercando a ti por mero interés instrumental, es decir, porque sabe que si te seduce va a obtener algún tipo de beneficio, debes observar sus gestos. Nicholson apostilla que estos se caracterizan por señalar constantemente sus puntos buenos, mirar hacia abajo o cruzar las piernas.

En cambio, aquellos que solo buscan ligar para aumentar su propia autoestima (ya fuera personal, social o sexual), no se expresan demasiado con palabras ni con gestos. Es decir, se mantienen tímidos a nivel verbal y físico, pero sí que hacen continuas alusiones positivas sobre sí mismos, como los que flirtean por interés. En cualquier caso, las formas más positivas siempre son las del coqueteo entre amigos sin que haya lugar a nada más, cuando existe una atracción física o cuando realmente hay un aspecto más emocional e íntimo, lo que daría lugar a la pareja. Las otras motivaciones no son tan ilusionantes, tal y como pintan. Y en ti está saber identificarlas para decidir si merece la pena seguir el rollo o cortar de inmediato antes de sentir presión o molestia.