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La oficina, el último reducto del acosador: "Porque estás casada, que si no…"
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La oficina, el último reducto del acosador: "Porque estás casada, que si no…"

El 17,3% de las mujeres han sufrido acoso sexual en el ámbito laboral, según el Observatorio de Acoso Sexual y por Razón de Sexo del sindicato Comisiones Obreras

Foto: Foto: Pixabay/Steve Cliff.
Foto: Pixabay/Steve Cliff.

"Ana, es que estás buena hasta preñada". Y no solo Ana escucha esas palabras de su jefe; también de sus compañeros de trabajo. “Encima de borde, tampoco es follable”. Los convocados a aquella reunión rieron ante la enésima ocurrencia del jefe de todos ellos. “Venga, tonta, que tampoco es para tanto. No hace falta ponerse así”, le dijeron ante la nueva burrada pronunciada en la máquina del café. “Porque estás casada, que si no…”, recibió en un WhatsApp al llegar a casa.

Podríamos seguir, claro. Son comentarios tan interiorizados en el entorno laboral. Tan normalizados que una acaba acostumbrándose a ellos. O a que otras se lo cuenten. Y a asumir que forma parte del día a día, como los pequeños triunfos, las grandes broncas, las risas en la pausa del café o la posibilidad de encontrar en el trabajo al amor de tu vida.

Foto: El acoso sexual y por razón de sexo en el ámbito laboral es una realidad frente a la que las empresas no pueden ni deben cerrar los ojos. Opinión

Las bromas sin gracia a veces se convierten en algo mucho más sórdido, como la reciente condena a un empresario en Murcia que ofrecía trabajo a cambio de favores sexuales. O el caso de Verónica, la trabajadora de Iveco que se suicidó en 2019 tras viralizarse por WhatsApp un vídeo sexual en el que aparecía ella sola. Aunque siempre habrá alguien que ante este escenario responda que “hoy en día no se os puede decir nada” o eso de que “¡estáis en un plan!”.

El sindicato Comisiones Obreras (CCOO) ha lanzado este jueves un Observatorio de Acoso Sexual y por Razón de Sexo, una página web con la que quiere asesorar a las víctimas y de paso servir de canal de comunicación para saber qué hacer en estos casos. Porque el acoso dentro y fuera del ámbito laboral tiene una percepción muy distinta. El grito en la calle se detecta a la primera, no así en la oficina o en la fábrica.

“El acoso sexual en los ámbitos de trabajo es violencia machista. E, igual que no hay perfil de víctima, en el caso del acosador siempre suele ser un compañero de trabajo o un superior jerárquico. Pero curiosamente todas las víctimas son mujeres. Para que luego digan que la violencia no tiene género”, declara Carolina Vidal, secretaria confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CCOO.

El problema tiene demasiadas aristas. Para empezar, qué se entiende por acoso. También está el silencio atronador por parte de las víctimas, que no denuncian para no perder el empleo y porque tienen asumidos y normalizados determinados comportamientos. Las mayores dificultades a las que se enfrentan en un país cuyo tejido empresarial está formado por empresas de menos de 10 empleados. El enorme altavoz que supone el ciberacoso.

Y están los datos, frágiles y escasos, pero lo suficientemente reveladores. Ocho millones de mujeres mayores de 16 años han sufrido algún tipo de acoso sexual en algún momento de su vida. De esa cifra, dos millones en los últimos 12 meses. Y el 17,3% de ellos se han producido en los centros de trabajo.

Pero los datos más recientes del Ministerio del Interior publicados esta semana constatan el escaso número de denuncias, al registrar solo 528 casos de delitos de acoso sexual. De ellos se han esclarecido el 70,7%, por debajo de la media de esclarecimientos de los delitos contra la libertad y la indemnidad sexual, que está en el 81,2%.

Foto: Trabajadora en un 'call center'. (Reuters)

La web del observatorio incluye un formulario que funcionará como una primera toma de contacto con la organización sindical y que ofrece recomendaciones sobre qué hacer si en una empresa se está viviendo una situación de acoso. Una especie de “llamada al 112” que “derivará al solicitante de ayuda al servicio que necesite”.

Además de este recurso, la página web incluye instrumentos como una pestaña de ejemplos de buenas prácticas, otra para resolver dudas frecuentes y una que recopila la legislación vigente, así como la jurisprudencia, las investigaciones y las normativas que pueden servir a los juristas que lleven casos de este tipo.

Y sin olvidar el peso de las palabras, como explicó Elena Casado, socióloga y experta que ha participado en la elaboración del observatorio. "No se trata de decirle a una mujer lo que tiene que hacer, insistirle en que denuncie. Más bien es un: 'Cuenta con nosotras, ¿qué necesitas?". Más cuando, ante el silencio, lo que hace falta es contarlo.

"Ana, es que estás buena hasta preñada". Y no solo Ana escucha esas palabras de su jefe; también de sus compañeros de trabajo. “Encima de borde, tampoco es follable”. Los convocados a aquella reunión rieron ante la enésima ocurrencia del jefe de todos ellos. “Venga, tonta, que tampoco es para tanto. No hace falta ponerse así”, le dijeron ante la nueva burrada pronunciada en la máquina del café. “Porque estás casada, que si no…”, recibió en un WhatsApp al llegar a casa.

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