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Historia, presente y futuro de Costa Rica, la residencia de los dioses
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Historia, presente y futuro de Costa Rica, la residencia de los dioses

Una tierra sin Ejército repleta de playas salvajes (la mayoría) donde los tamarindos acarician con sus ramas en silencio el crepúsculo en una comunión casi mística

Foto: Rueda de carro de bueyes en Costa Rica pintado de forma tradicional (Fuente: iStock)
Rueda de carro de bueyes en Costa Rica pintado de forma tradicional (Fuente: iStock)

“De la soledad, por el amor, debemos rescatarnos todos para que la integración y la interdependencia tengan sentido y la especie humana sea una comunidad humana y no una multitud amorfa desprovista de solidaridad.”

Óscar Arias Sánchez (expresidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz 1987).

La frase que encabeza este artículo, y que busca solapar elementos históricos y culturales entre España y Costa Rica (dos naciones hermanas por los muchos elementos en común que compartimos) más allá de la época colonial, pretende resaltar peculiaridades asombrosas en una nación única en el mundo por sus originales características y su asombrosa e incomparable belleza, tan alejada de la banalidad y grosería en las que viven muchas sociedades llamadas avanzadas.

Foto: El señor de Hita y de Buitrago cede su caballo al rey Juan I en Aljubarrota, Luis Planes, 1793, óleo sobre lienzo (Fuente: Wikimedia)

En este espectacular país, la amabilidad de sus gentes brota de forma natural, porque está en su genética. Se desviven en detalles para que el visitante tenga constancia de que Costa Rica es diferente: una tierra sin ejército (es la primera nación del mundo que lo proscribió en 1948), donde sus playas salvajes (la mayoría) se confunden con algunas pocas de masas y en la que ocurre que los tamarindos acarician con sus ramas en silencio el crepúsculo en una comunión casi mística. Es un ejemplo de convivencia sin violencia y, diría más, una referencia a seguir por las naciones ¿desarrolladas?. Un modelo de futuro, pero ahora. Nos sacan mucha ventaja a los presuntuosos países del primer mundo.

Al enajenar una partida sustancialmente importante, la del apartado de defensa, nos encontramos con niños, niñas y jóvenes adolescentes perfectamente vestidos y alimentados por cuenta del estado, en los que la educación se traduce en una inusual elegancia en las formas de conducta, que en Europa tildamos de “etiqueta” para gente muy selecta, y que, en este país centroamericano, nacen de forma natural, espontánea y yo diría que endémica e incluso sorprendente, habida cuenta el imparable avance de radical individualidad.

Bien por los “Ticos”, podemos aprender de ellos. Pasen a su pasado y vean, son una enseñanza:

Allá cuando despuntaba el siglo XVI, más concretamente en el año del señor de 1502, en su último viaje al “Nuevo Mundo”, Cristóbal Colón desembarcó para sumar más asombro si cabe en el Caribe costarricense. La colonización de Costa Rica tardaría algo más, y no se iniciaría hasta el año 1522. Vázquez de Coronado llegó a ser el gobernador de la más austral e ¿inhóspita?, y su acción conquistadora en tierras de Costa Rica tuvo una clara rúbrica conciliadora, que se caracterizó por una línea humanitaria y diplomática marcada por su habilidad al promover las alianzas con los caciques indígenas.

placeholder Cosecha de café en Costa Rica (Fuente: iStock)
Cosecha de café en Costa Rica (Fuente: iStock)

Pero no todos los conquistadores actuaron como Vázquez de Coronado. Muy optimistas, los peninsulares, con la fiebre del oro a flor de piel, no se darían cuenta de que no habían reparado en los intangibles que ofrecía el país. Fértiles tierras, indígenas estupefactos que no conseguían entender de donde habían salido esos terrícolas a caballo con armaduras plateadas, una naturaleza de una belleza descomunal y una clara disposición a ser útiles sin más. Estos valores, ante el criterio de fuerza con el que se manejaron algunos pocos de los adelantados de La Corona Española, generaron un lógico rechazo, pero no fue la tónica.

Bien es cierto que las enfermedades víricas desconocidas en el área causaron estragos entre los nativos, reduciendo la población notablemente. Los españoles se encontraron con una paradoja militar extraña. Siendo que los lugareños no eran especialmente belicosos y no se habían dado descomunales batallas como las acontecidas contra los Mexicas ¿Cómo es que podía morir tan gente? Para comprenderlo habría que remontarse a los estudios y retos de la medicina tardomedieval y la Peste Negra.

La antiquísima etnia Chorotega, arraigada en la región noroeste de Costa Rica (Guanacaste – Nicoya), en el momento del encuentro entre las dos culturas transatlánticas ascendía a unos 10.000 nativos aproximadamente. Las enfermedades traídas de Europa (sobre todo la viruela) arrasaron en unos cuarenta años con el 60% de la población; hoy no llegan al millar, y los grandes latifundistas los empujan hacia la zona volcánica.

placeholder Cascada del Río Celeste, Costa Rica (Fuente: iStock)
Cascada del Río Celeste, Costa Rica (Fuente: iStock)

Los Bri Bri, una etnia indígena con gran arraigo en Panamá y algo menos en la zona sur de Costa Rica, se ocupan con el arte de la pesca en un formato milenario, pues en su especialidad (son excelentes pescadores de arrepie), una antigua forma de pesca universal y milenaria en la que dos pescadores, uno alto y otro más bajo arrastran una tupida red en la orilla del mar en la que cogen todo lo que pillan. Hoy viven de una vertiente más artística, diseñando instrumentos musicales tanto de cuerda como percusión.

Quedan los famosos Huetares, que fueron los que a la postre se enfrentaron con los españoles, como se diría en términos bélicos, “hasta el último hombre”. Panteístas hasta la medula, sin más religión que la adoración al sol y a la luna, veneraban de forma ritual las almas de sus antepasados. Eran en aquel entonces una tribu cohesionada y con un liderazgo competente. Sucumbieron todos lamentablemente ante el ímpetu y la superioridad militar y tecnológica de los españoles. La historia honrará a aquellos hombres valientes que sabían a lo que se enfrentaban.

Pero eso, los acontecimientos ocurridos, sucedieron en lo que hoy es la antesala de la actualidad. El tiempo tiene su ritmo y la cronología humana es un mero decorado que nos va desmaquillando a través de la realidad. Pero Costa Rica no es solo pasado.

"Es tal la cantidad de niños que hay por todos los lados que Costa Rica parece una gran guardería"

La Patria es aquello que construimos con los ojos del amor, no tiene defectos, sino que estos pertenecen a los que son sus hijos, dice el erudito Tico y Dr. en filología Don Juan Santiago Quirós Rodríguez.

Quizá por falta de un ejército, el costarricense se ha criado en un ambiente despreocupado y feliz, gracias en parte a un estado paternalista que se ha volcado en el bienestar social y en la educación como ejes de su evolución. En el medio rural, cada tres kilómetros de media hay un ambulatorio de primaria o una escuela. Es tal la cantidad de niños que hay por todos los lados que Costa Rica parece una gran guardería. Ahora mismo, en el proceso pospandemia, la natalidad ha bajado sustancialmente, pero en el 2020 estaba en 1.5 por mujer fértil. Según los datos de Eurostat, la tasa de fecundidad en Europa es de 1,53 hijos por mujer en edad fértil (aunque tras el COVID está declinando). Francia, en cambio, en el 2020 fue el país con mayor tasa de fertilidad de la Unión Europea, con 1,9 nacimientos de media por mujer. España, por su parte, se situó en último lugar con 1,23. Con estos datos podríamos pensar que este hermoso país centroamericano tiene el futuro razonablemente arreglado. Queda por saber que ocurrirá con dos de los problemas más acuciantes de esta nación casi modélica.

El primero es la enorme inmigración importada de la conflictiva e inestable nación vecina, Nicaragua (en los últimos 25 años ha supuesto alcanzar el monto de un 10% de la población costarricense) con lo que supone de modificación de conductas y reacciones adversas hacia gentes que huyen sin duda, pero que en su huida están causando una invasión y alteración de los pacíficos hábitos de los locales.

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El segundo es el lastre secular de un estado muy burocratizado, en el que hay vacas sagradas intocables que deberían dar paso a una renovación, que según informaciones contrastadas, parece ser que ya está en marcha para renovar el país..

Por lo demás, la tierra que pueblan estos seres llamados “Ticos” es un país de ensueño con apenas 51 179 km cuadrados, bañada por los mares Pacífico y Caribe y fronteras al norte con Nicaragua y al sur con Panamá y con poco más de 5 millones de habitantes. Tierra de enormes cultivos de café, altamente reconocido a nivel mundial (en el año 1808, don Tomás de Acosta gobernador a la sazón introdujo el café en Costa Rica, probablemente proveniente de la Isla de Martinica). Piña, cacao, mangos, papayas e innumerables variedades de frutas exóticas, y una economía muy centrada en el turismo y la conservación que han hecho prosperar a la nación a un ritmo sostenido. Hoy en día, el 99% de la energía que produce es renovable: geotérmica, eólica y solar. Casi la tercera parte de su superficie está dedicada a áreas de conservación y reservas naturales.

Refugio de perseguidos políticos y apátridas, enamorados de la belleza natural y gentes que buscan serenidad, hacen de Costa Rica una isla de paz en medio de un océano proceloso. Entre todos, cuidémosla, es un patrimonio de la humanidad intangible a la par que real.

P.D. En este punto se hace necesario agradecer a nuestra embajadora en Costa Rica, Cristina Pérez Gutiérrez, la hospitalidad brindada a nuestra ONG, agradecimiento que nos hace deudores ante su gentil detalle al invitarnos a disfrutar de un rato amable en su domicilio en San José. Asimismo, mostrar nuestra gratitud a la Sra. Elsa Bonilla por los detalles y consideraciones en relación con el trato recibido por los miembros de Ajedrez sin Fronteras desde Mohary Hospitality y Creciendo Juntos. Sin esta aportación, ASF no habría sacado adelante un proyecto de la envergadura planteada en el mes de mayo.

Al Sr. William Rojas por sus eruditos consejos sobre la historia de Costa Rica que, junto con las recomendaciones aportadas por el Lic. Juan Santiago Quirós Rodríguez, son el fundamento del presente artículo.

Al pueblo de Costa Rica por mostrarnos el camino de la luz.

“De la soledad, por el amor, debemos rescatarnos todos para que la integración y la interdependencia tengan sentido y la especie humana sea una comunidad humana y no una multitud amorfa desprovista de solidaridad.”

Costa Rica Historia