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¡Feliz santo! ¿Sabes qué santos se celebran hoy, 1 de abril? Consulta el santoral
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¡Feliz santo! ¿Sabes qué santos se celebran hoy, 1 de abril? Consulta el santoral

Cada 1 de abril la Iglesia católica homenajea a figuras como la del obispo San Hugo, un monje francés que enviudó dos veces y se ordenó sacerdote a los 28 años

Foto: Santoral católico del 1 de abril (iStock)
Santoral católico del 1 de abril (iStock)

Hugo significa "el inteligente" y los Hugos que profesan la fe cristiana están hoy de celebración, pues este 1 de abril, pese a que hay 16 santos o beatos a los que la Iglesia católica reconoce como tales, la institución recuerda hoy con más énfasis a dos de ellos, a San Hugo, Abad de Cluny y a San Hugo obispo, sobre quien sobre todo, se hace hincapié en este día. San Hugo, tal y como recogen desde Aciprensa, nació en Francia el año 1052. Fue hijo de un monje cartujo que había enviudado previamente dos veces y a los 28 años, Hugo, que ya estaba instruido en las ciencias eclesiásticas, fue nombrado secretario del obispo. En su cargo, colaboró en el intento de su obispo de poner orden en la diócesis de Grenoble, donde las cosas andaban un tanto alteradas. Su implicación en la contienda fue tal que, en una reunión con otros obispos celebrada en Avignon en el año 1080, estos le encargaron a Hugo, que por entonces era laico, que se hiciese cargo normalizar la situación en Grenoble. Le propusieron que se hiciera ordenar sacerdote, algo a lo que accedió después de varios intentos, pues Hugo era una persona tímida y no se sentía digno de tal cargo.

placeholder San Hugo recibiendo a San Bruno
San Hugo recibiendo a San Bruno

Fue el delegado del Sumo Pontífice quien le convenció finalmente y le confirmó la ordenación sacerdotal para después, llevarlo consigo a Roma y que el propio Papa Gregorio VII le ordenara obispo. Allí, el líder de la Iglesia Católica le ordenó y posteriormente le envió a dirigir la diocesis de Grenoble, cargo en el que permaneció 50 años, para que finalmente cumpliese con su misión y se enfrentase a una diócesis en la que los eclesiásticos se concedían a quienes más dinero pagaban y los sacerdotes no cumplían el celibato. Hugo, ahora santo, dedicó largas oras a la oración y a recorrer parroquia a parroquia, la diócesis para tratar de poner orden, y pese a que se puso en contra a mucha gente, consiguió importantes cambios que fueron vistos con buenos ojos por la comunidad eclesiástica aunque a él mismo le costó admirarlos, pues intentó tirar la toalla varias veces, llegando a solicitar que le quitasen el cargo, aunque finalmente siempre se le convencía de volver.

Al final de su vida, la artritis que sufría y que le llevaba años atormentando, aunque este lo llevase siempre en silencio se agravó. Además, San Hugo perdió la memoria y según la fe cristiana, lo único que recordaba eran los Salmos y el Padrenuestro, por lo que se pasaba el día repitiendo estas oraciones. Finalmente, murió el 1 de abril de 1131, y poco después, el Papa Inocencio II lo declaró santo. Además de a San Hugo, el santoral católico también recuerda este 1 de abril a otros santos y beatos. Esta es la lista completa:

  • San Hugo de Grenoble
  • San Agape
  • San Celso
  • San Gilberto de Caihness
  • San Pedro Calugsod
  • Santa Quionia
  • San Valerio de Lauconay
  • San Venancio y compañeros
  • Beato Hugo de Bonnevaux
  • Beato Luis Pavoni
  • Beato Nuno Álvarez Pereira

Hugo significa "el inteligente" y los Hugos que profesan la fe cristiana están hoy de celebración, pues este 1 de abril, pese a que hay 16 santos o beatos a los que la Iglesia católica reconoce como tales, la institución recuerda hoy con más énfasis a dos de ellos, a San Hugo, Abad de Cluny y a San Hugo obispo, sobre quien sobre todo, se hace hincapié en este día. San Hugo, tal y como recogen desde Aciprensa, nació en Francia el año 1052. Fue hijo de un monje cartujo que había enviudado previamente dos veces y a los 28 años, Hugo, que ya estaba instruido en las ciencias eclesiásticas, fue nombrado secretario del obispo. En su cargo, colaboró en el intento de su obispo de poner orden en la diócesis de Grenoble, donde las cosas andaban un tanto alteradas. Su implicación en la contienda fue tal que, en una reunión con otros obispos celebrada en Avignon en el año 1080, estos le encargaron a Hugo, que por entonces era laico, que se hiciese cargo normalizar la situación en Grenoble. Le propusieron que se hiciera ordenar sacerdote, algo a lo que accedió después de varios intentos, pues Hugo era una persona tímida y no se sentía digno de tal cargo.

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