Las mejores frases de 'Romeo y Julieta' de William Shakespeare

Si hay una pareja de amantes trágicos que han inspirado a todos los enamorados que vinieron después, esos son Romeo y Julieta de William Shakespeare. Pocas parejas hay tan dramáticas como para decidir acabar con todo porque sus padres no ven su relación con buenos ojos. Y es que, la tragedia del escritor inglés ha servido para que miles de obras posteriores bebieran de ella, se dejaran influir o la copiaran directamente.

Todos nos conocemos la historia: Romeo y Julieta (Montesco y Capuleto, respectivamente) se enamoran en secreto puesto que sus familias son enemigas. Por la obra, ambientada en Verona, pasan personajes como Benvolio y Mercucio (primo y mejor amigo de Romeo) o Teobaldo (primo de Julieta). La presión, las rivalidades y otra serie de catastróficas desdichas llevan a que los dos jóvenes protagonistas elijan el suicidio antes que vivir separados.

Los amantes más famosos del mundo

Gracias a ellos, tenemos el arquetipo de los amantes desventurados, que Shakespeare tomó a su vez de historias de romances trágicos que se remontan a la antigüedad y que comparten título con otros como Isabel de Segura y Juan Martínez de Marcilla (los amantes de Teruel) o Tristán e Isolda. La complejidad de la obra ha sido alabada en muchas ocasiones, y en la actualidad además de contar con películas como la de 1968 (protagonizada por Olivia Hussey y Leonard Whiting) o la estrambótica de 1993 (con Leonardo DiCaprio y Claire Danes), seguimos contando con obras de teatro y ballets, pasando porque cada historia de amor entre jóvenes nos recuerda, irremediablemente, a los trágicos amantes de Verona.

Son la mayor representación del arquetipo de amantes desventurados. Shakespeare tomó a su vez de historias de romances trágicos que se remontan a la antigüedad

En homenaje a una de las más grandes obras de la literatura, recogemos hoy algunas de las frases más importantes de la misma, algunas de las cuales se han hecho famosas a fuerza de versiones teatrales (hasta el mismísimo Orson Welles hizo el papel de Teobaldo en una representación). Quedan para siempre en el colectivo imaginario estos dos desdichados amantes que surgieron de la pluma y la mente de un escritor nacido en Stratford-upon-Avon.

Frases eternas

• ¡Ah, amor combativo! ¡Ah, odio amoroso! ¡Ah, todo, creado de la nada! ¡Ah, grave levedad, seria vanidad, caos deforme! (Romeo)
• Si el amor te maltrata, maltrátalo tú: si se clava, lo clavas y lo hundes. (Mercucio)
• Es verdad: hablo de sueños, que son hijos de un cerebro ocioso y nacen de la vana fantasía, tan pobre de sustancia como el aire y más variable que el viento, que tan pronto galantea al pecho helado del norte como, lleno de ira, se aleja resoplando y se vuelve hacia el sur, que gotea de rocío. (Mercucio)
• Pero que quien dirige mi rumbo, guíe mi nave. (Romeo)
• Hasta los santos tienen manos con las que tocan a los peregrinos. Y el tocar palma con palma es el beso del palmero. (Julieta)
• Pero, alto. ¿Qué luz alumbra esa ventana? Es el oriente, y Julieta, el sol. Sal, bello sol, y mata a la luna envidiosa, que está enferma y pálida de pena porque tú, que la sirves, eres más hermoso. (Romeo)

• ¡Ah, Romeo, Romeo! ¿Por qué eres Romeo? Niega a tu padre y rechaza tu nombre, o, si no, júrame tu amor y ya nunca seré una Capuleto. (Julieta)
• El amor corre al amor como el niño huye del libro y, cual niño que va a clase, se retira entristecido. (Romeo)
• Ven, noche gentil, noche tierna y sombría dame a mi Romeo y, cuando yo muera, córtalo en mil estrellas menudas: lucirá tan hermoso el firmamento que el mundo, enamorado de la noche, dejará de adorar al sol hiriente. (Julieta)
• La despedida es tan dulce pena que diré buenas noches hasta que amanezca. (Julieta)
• ¿Qué, desenvainar y hablar de paz? Odio la palabra. (Teobaldo)
• Llévame a alguna casa, Benvolio, o me desmayo. ¡Malditas vuestras familias! Me han convertido en pasto de gusanos. (Mercucio)
• Una paz sombría nos trae la mañana: no muestra su rostro el sol dolorido. Salid y hablaremos de nuestras desgracias. Perdón verán unos; otros, el castigo, pues nunca hubo historia de más desconsuelo que la que vivieron Julieta y Romeo. (Príncipe)​

​