Es noticia
Los dos temas que no debes mencionar cuando ves a un antiguo amigo
  1. Alma, Corazón, Vida
REENCUENTROS INESPERADOS

Los dos temas que no debes mencionar cuando ves a un antiguo amigo

Los nervios siempre afloran a la hora de reencontrarnos con una persona con la que compartíamos muchos minutos de vida pero que por cuestiones del destino

Foto: Fuente: iStock
Fuente: iStock

Los nervios siempre afloran a la hora de reencontrarnos con una persona con la que compartíamos muchos minutos de vida pero que por cuestiones del destino nos acabamos distanciando de ella. Muchos temas de los que hablar, más aún si esa distancia ha sido muy prolongada. El temor a sacar ciertos asuntos que pudieron forzar vuestra separación puede hacer que incurráis en otros que no os puedan beneficiar tanto. A fin de cuentas, cuando sabes lo que no quieres decir pero tampoco sabes muy bien de qué hablar, puedes llegar a meter la pata todavía con mayor desatino.

Por otro lado, si has decidido reencontrarte con esa persona que se quedó atrás es porque crees que tienes una cuenta pendiente o, como mínimo, quieres volverla a ver por puro morbo de saber qué es lo que hace con su vida. Pero hay dos temas que no podrás nunca sacar si deseas volver a verla en otra ocasión o retomar el contacto. Y eso es precisamente hacer alusiones a sus cambios de peso (tanto si ha adelgazado como si ha engordado) o preguntarle por su situación financiera.

Foto: Fuente: iStock

Así lo piensa August Abbott, experto en relaciones de una importante agencia de protocolo estadounidense, quien en 'Best Life' ha lanzado estos dos consejos para que ese reencuentro resulte fructífero para los dos partes y no cometer errores. "Si te vuelves a encontrar con un viejo amigo nunca comiences la conversación comentando cualquier cambio en su peso o en su tipo de cuerpo", señala. "Aunque creas que estás siendo elogioso con él, este es un tema muy polémico con un gran potencial para que se sienta insultado".

"Del mismo modo, evita hablar de asuntos financieros o de dinero cuando te reúnes por primera vez con una antigua amistad", prosigue Abbott. "Si la conversación fluye y notas que volvéis a conectar a un nivel más profundo, ya habrá tiempo de entrar en estas dos materias". Por tanto, nunca bajo ninguna circunstancia aludas a su estado físico o a su situación económica, ya que evidentemente quedaría fuera de lugar y daría pie a que tu viejo amigo se sintiera molesto.

"Mantén una conversación sobre temas positivos y livianos, al menos al principio, para después entrar en mayor profundidad y detalle"

En cambio, el experto propone otras fórmulas mucho más efectivas de cara a volver a gustar o, como mínimo, impresionar a tu colega. En primer lugar, "antes de la conversación prepárate como si fueras a hacerle una entrevista a alguien", en este caso, sobre los aspectos más generales de su vida. "Pregúntale sobre si tiene pareja o hijos, en qué trabaja, qué suele hacer de vez en cuando o por dónde se mueve", aconseja Abbott. "Cada una de estas pequeñas consultas generará una respuesta rápida, y cada una de ellas un capítulo completo de su vida".

Seguridad y confianza

Lo importante, como es obvio, es transmitir confianza y seguridad a partir del uso de un tono de voz ameno y divertido. Si nada más llegar le muestras tu peor cara y no sonríes, inmediatamente pensaría que realmente no te apetece verle o que te disgusta su presencia. Para no generar esa impresión, "mantén una conversación sobre temas positivos y livianos, al menos al principio, para después entrar en mayor profundidad en los temas". Uno de los trucos más infalibles es centrarte en tus planes de futuro, aunque sean poco reales. Con tal de que sean ilusionantes, habrás ganado a tu interlocutor.

Ofrece tu apoyo

Por último, Abbott recomienda que aunque haya que procurar un encuentro distendido y una conversación superficial, también es necesario saber cuando entrar en profundidad, mostrar cierta vulnerabilidad o, en otro caso, generar una sensación de mostrarle todo tu apoyo en todos sus problemas. Esto, además hará que podáis retomar la relación, ya que si no es muy probable que cada uno sigáis con vuestra vida y rutina sin pensar demasiado en el otro.

Foto: Foto: iStock.

"Si crees que necesita un hombro en el que apoyarse, llorar o simplemente alguien a quien contar sus problemas, no desprecies esta apertura hacia tus sentimientos o disminuyas la importancia de sus conflictos personales", concluye el experto. "Sé comprensivo y ofrece consejos. A pesar de que no sepas qué debe hacer, hazle saber que estás ahí, aunque solo sea para escuchar como mínimo".

Los nervios siempre afloran a la hora de reencontrarnos con una persona con la que compartíamos muchos minutos de vida pero que por cuestiones del destino nos acabamos distanciando de ella. Muchos temas de los que hablar, más aún si esa distancia ha sido muy prolongada. El temor a sacar ciertos asuntos que pudieron forzar vuestra separación puede hacer que incurráis en otros que no os puedan beneficiar tanto. A fin de cuentas, cuando sabes lo que no quieres decir pero tampoco sabes muy bien de qué hablar, puedes llegar a meter la pata todavía con mayor desatino.

Social
El redactor recomienda