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Cáncer de mama e investigación: las nuevas terapias dan respuesta al triple negativo
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ENCUENTRO EL CONFIDENCIAL-GILEAD

Cáncer de mama e investigación: las nuevas terapias dan respuesta al triple negativo

Era la asignatura pendiente en cáncer de mama, pero los nuevos avances están permitiendo el desarrollo de terapias que darán esperanza a las pacientes con este tipo de tumor

De entre los diferentes tipos de tumores oncológicos, el cáncer de mama es, probablemente, el que mayor visibilidad tiene y mayor empatía despierta en la sociedad. No solo por su elevada incidencia y prevalencia —cada año se diagnostican en nuestro país más de 34.000 nuevos casos, y se estima que una de cada ocho españolas lo padecerá—, sino también por el impacto que a menudo tiene en la autoestima y la imagen corporal de la mujer. No es de extrañar, por tanto, que el cáncer de mama se haya convertido en los últimos años en una de las prioridades de la comunidad científica. Ello ha permitido recorrer un largo camino, con continuos avances y progresos en su tratamiento, así como en el esfuerzo de dotar de mayor calidad de vida a las pacientes.

De todas estas cuestiones se habló en el transcurso de la primera de tres mesas redondas, organizadas por El Confidencial en colaboración con Gilead, bajo el título 'Liderar el futuro de las pacientes con cáncer'. En ella, han intervenido la doctora Ana Casas, oncóloga y presidenta de la Fundación Actitud frente al Cáncer; la doctora Laura García-Estévez, jefa de la Sección de Tumores de Mama de MD Anderson Madrid; el doctor Ramón Colomer, profesor titular de Oncología en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), y la doctora Noelia Martínez, oncóloga del Hospital Ramón y Cajal y miembro de la junta directiva de Geicam.

Mamografías y tratamientos

Todos los participantes han debatido acerca del momento actual de la investigación en cáncer de mama, de los tratamientos y de las expectativas para las pacientes, y han coincidido en cómo ha cambiado en los últimos años el diagnóstico de esta enfermedad. “Estos éxitos han estado marcados por dos hitos —ha expuesto la doctora Martínez—. Primero, la generalización del 'screening', de las mamografías, que ha permitido diagnosticar más casos y más precozmente. Segundo, los avances en los tratamientos”.

placeholder La doctora Noelia Martínez, oncóloga del Hospital Ramón y Cajal y miembro de la junta directiva de Geicam.
La doctora Noelia Martínez, oncóloga del Hospital Ramón y Cajal y miembro de la junta directiva de Geicam.

Con respecto al primer punto, el de las mamografías, desde la mesa se recordó la importancia de que las mujeres continúen con el cribado, que tantas vidas ha salvado. Y en relación con los avances en los tratamientos, coincidieron los ponentes, han venido de la mano del desarrollo de la biología molecular, que ha permitido poner nombre y apellido a muchos cánceres y disponer de nuevos fármacos que den en la diana de una forma mucho más precisa. Como puntualizó la doctora García-Estévez, “antes, el diagnóstico se hacía a partir de la morfología del tumor, de su tamaño, localización… Llegábamos a saber si era o no luminal, pero poco más. Hoy, podemos afinar en el conocimiento de cada tipo de tumor y de su respuesta ante un tratamiento u otro”.

Ello hace que podamos sorprendernos ante las diferentes maneras de tratar los distintos tipos de cáncer de mama. “Estamos en el camino de la oncología individualizada y de precisión, en la que se estudia cada caso y se planifica una hoja de ruta para cada paciente”, señaló el doctor Colomer. En esta resulta fundamental, por un lado, la multidisciplinariedad: las unidades de mama engloban cada vez más disciplinas —oncología, radioterapia, cirugía, anatomía patológica…—, de forma que se decida el mejor camino para la paciente; y, por otro, un recordatorio importante para las pacientes: no tener prisa con la cirugía. “Lo urgente es una apendicitis, que hay que operar en 24-48 horas. En el cáncer de mama, merece la pena dedicar el tiempo necesario para decidir si primero se hace la cirugía o primero se da quimio, por ejemplo”, apuntó la doctora Martínez.

Desmontando el triple negativo

Hasta hace muy poco tiempo, las noticias en que se hablaba de los progresos en cáncer de mama, con tasas de supervivencia a cinco años superiores al 90%, “se centraban en dos tipos de tumores, los luminales y los Her2. Sin embargo, quedaba un tipo de cáncer, conocido como triple negativo porque no tiene receptores hormonales ni de Her2, para el que había muy pocas opciones terapéuticas. Lo único que podíamos hacer era darles quimioterapia", expuso la doctora Casas.

placeholder La doctora Ana Casas, oncóloga y presidenta de la Fundación Actitud frente al Cáncer.
La doctora Ana Casas, oncóloga y presidenta de la Fundación Actitud frente al Cáncer.

Este cáncer, el triple negativo, es el menos común de todos: representa en torno a un 10-15% de todos los tumores de mama; se diagnostica con más frecuencia en mujeres jóvenes y premenopáusicas, y hasta ahora ha sido el de peor pronóstico. Es la asignatura pendiente en cáncer de mama, pero, afortunadamente, empieza a verse la luz: “Era un tumor durante muchos años huérfano, solo lo podíamos tratar con quimioterapia. Sin embargo, estamos asistiendo a un cambio muy importante. La investigación en nuevos tratamientos, como son la inmunoterapia o los anticuerpos conjugados, puede suponer un cambio en la evolución de este tumor y lograr que las pacientes vivan más y con unos efectos secundarios muy tolerables”, explicó la doctora García- Estévez.

Las nuevas terapias están llenando de esperanza las consultas y, como explica la doctora Martínez, permitiendo dilucidar un futuro más amable: “Hoy, a las pacientes les podemos ofrecer opciones que van a permitir ir alargando la supervivencia. La inmunoterapia es un tratamiento que estimula nuestro sistema inmunitario y nos ayuda a combatir las células tumorales; los anticuerpos conjugados son lo que llamamos el ‘caballo de Troya’, porque se unen los anticuerpos a la quimioterapia, llegan a la célula tumoral, se meten dentro, liberan la quimioterapia y esta actúa de forma dirigida solo frente a las células tumorales, sin dañar las circundantes”.

"Tenemos puesta la esperanza en la investigación clínica. Nuestras pacientes cada vez viven más con estos nuevos tratamientos" (García-Estévez)

Es una realidad que, en estos momentos, el abordaje del triple negativo, en especial cuando ya es metastásico (CMTNm), es uno de los retos en que más están trabajando los investigadores. Se trata de dar esperanza a unas mujeres que suelen acudir muy asustadas a consulta, ya que todo cuanto han leído sobre este tumor las lleva al pesimismo. Aun así, hablar de cronificar la enfermedad es todavía prematuro, han reconocido los expertos. De este modo, la doctora García-Estévez apuntó que “tenemos puesta la esperanza en la investigación clínica. Nuestras pacientes cada vez viven más con estos nuevos tratamientos, y el objetivo es que un día se puedan tratar con distintos fármacos de manera consecutiva —como en el caso del VIH— y puedan vivir muchos más años”.

placeholder La doctora Laura García-Estévez, jefa de la Sección de Tumores de Mama de MD Anderson Madrid.
La doctora Laura García-Estévez, jefa de la Sección de Tumores de Mama de MD Anderson Madrid.

Es importante la confianza y, en ese sentido, ir desestigmatizando esta tipología. “Si hasta ahora hemos dicho que ya vamos poniendo nombre y apellido a los tumores, ahora les vamos a poner el segundo apellido. E iremos sabiendo más cosas del triple negativo, y, de la mano de la investigación, encontrando nuevas opciones”, señaló el doctor Colomer.

Pensando en las pacientes

Quedan todavía desafíos por delante, y el éxito en la consecución de nuevas terapias no debe hacer olvidar la importancia de la calidad de vida de las pacientes. En este sentido, la doctora Ana Casas señala que “los oncólogos tenemos muy en cuenta la calidad de vida de nuestras pacientes y buscamos minimizar el impacto de los tratamientos. Afortunadamente, estamos cada vez más en una oncología de precisión que utiliza fármacos más dirigidos y con menos efectos adversos”.

placeholder El doctor Ramón Colomer, profesor titular de Oncología en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).
El doctor Ramón Colomer, profesor titular de Oncología en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).

No es una cuestión solo de efectos adversos, sino también de procurar un bienestar integral. En este sentido, cada vez está más presente la importancia de los aspectos emocionales y de las necesidades no cubiertas de las pacientes. Así, la psicooncología se perfila como "una necesidad apremiante que debe ser implantada en cualquier servicio de oncología", de igual modo que también se precisa la incorporación de fisioterapeutas que acompañen antes y después a las pacientes y las orienten para evitar secuelas como el linfedema.

Más allá de la calidad de vida, otro reto es el de la equidad en el acceso a las investigaciones y ensayos clínicos. Aunque podamos pensar que, dado que el nuestro es un sistema sanitario público, universal y gratuito, todas las pacientes tienen las mismas oportunidades, la doctora Casas recordó que "hay grandes diferencias entre pacientes que están en núcleos de grandes hospitales académicos y las que están en zonas periféricas con menor acceso a esa oncología de precisión y a esos fármacos”.

A lo largo del encuentro, quedó claro el grado de compromiso de la comunidad científica e investigadora con el cáncer de mama y, más en particular, con aquellos subtipos que hasta ahora han tenido peor pronóstico. La investigación prosigue y, en este sentido, el doctor Colomer ha querido señalar que “la investigación de cáncer de mama en España tiene un excelente nivel. Existen, a diferencia de otros países, grupos cooperativos que están fomentando los tratamientos más avanzados en cáncer de mama, y esto hace que nuestra posición global en cuanto a publicaciones y resultados tenga un nivel excepcionalmente bueno. Es algo reconocido internacionalmente”.

De entre los diferentes tipos de tumores oncológicos, el cáncer de mama es, probablemente, el que mayor visibilidad tiene y mayor empatía despierta en la sociedad. No solo por su elevada incidencia y prevalencia —cada año se diagnostican en nuestro país más de 34.000 nuevos casos, y se estima que una de cada ocho españolas lo padecerá—, sino también por el impacto que a menudo tiene en la autoestima y la imagen corporal de la mujer. No es de extrañar, por tanto, que el cáncer de mama se haya convertido en los últimos años en una de las prioridades de la comunidad científica. Ello ha permitido recorrer un largo camino, con continuos avances y progresos en su tratamiento, así como en el esfuerzo de dotar de mayor calidad de vida a las pacientes.

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