La inesperada evolución de los elefantes de Gorongosa: sin colmillos por la caza furtiva

La naturaleza es, sin duda, inteligente. Prueba de ello son los elefantes del parque nacional de Gorongosa, en Mozambique, a los que la presión de la caza ha llevado a que evolucionen sin colmillos. Son las marcas (o la falta de ellas, quizá) de una lucha por la supervivencia, proveniente de una guerra civil que acabó con el 90% de estos animales, asesinados porque su marfil era necesario para financiar armas (o su carne servía como alimento).

La Guerra Civil del país duró de 1977 a 1992, y los estudios actuales han demostrado que, desde entonces, la proporción de los elefantes sin colmillos en la sabana africana aumentó del 18% al 51% aproximadamente. Décadas de caza furtiva parecen haber hecho que la falta de colmillos sea más ventajosa desde un punto de vista evolutivo en el país, fomentando así la proliferación de hembras sin colmillos, según informa la revista 'Science'.

Los colmillos no son ornamentales, sino que tienen un propósito, pues los elefantes los usan para cavar en busca de agua o arrancar la corteza de los árboles con el fin de alimentarse

En solo dos décadas han cambiado los rasgos de la población de elefantes, y como el no tener colmillos es hereditario, el cambio evolutivo podría mantenerse durante al menos varias generaciones más, incluso cuando la caza furtiva disminuya. El equipo que realizó la investigación analizó a 18 hembras con o sin colmillos, centrándose en los genes provenientes de mutaciones en las hembras sin colmillos. En los seres humanos esa misma alteración puede provocar la fragilidad de los dientes y la ausencia de un par de incisivos superiores que serían algo así como el equivalente anatómico de los colmillos. Las anomalías en el producto proteico del otro gen pueden causar malformaciones de la raíz del diente y pérdida de este.

Los colmillos no son ornamentales, sino que tienen un propósito, pues los elefantes los usan para cavar en busca de agua o arrancar la corteza de los árboles con el fin de alimentarse. Por tanto, estos cambios evolutivos pueden tener efectos importantes en el futuro, debido a su impacto dramático.

Los colmillos no son ornamentales, sino que tienen un propósito, pues los elefantes los usan para cavar en busca de agua o arrancar la corteza de los árboles con el fin de alimentarse

Lo cierto es que esta tendencia a la falta de colmillos no es exclusiva de Mozambique y hay otros países que han sufrido históricamente la caza furtiva y que han experimentado cambios similares entre los elefantes hembra supervivientes y sus hijas. Un ejemplo de ello es Sudáfrica, donde el 98% de las hembras carecían de colmillos a principios de la década del 2000 en el parque nacional de los elefantes de Addo. En Tanzania, Uganda y Kenia se ha producido un proceso parecido.

En general solemos pensar en la evolución como algo que sucede lentamente, pero los seres humanos podemos adelantar el proceso. Que en menos de 20 años los elefantes hayan evolucionado para carecer de colmillos es sorprendente. Los nuevos estudios tendrán que investigar qué tipo de dieta deben seguir ahora estos paquidermos, pues sin sus incisivos ya no podrán pelar las cortezas de los árboles.