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Activismo en 'Barrio Sésamo': así creó un grupo de rebeldes la serie para niños más exitosa
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Activismo en 'Barrio Sésamo': así creó un grupo de rebeldes la serie para niños más exitosa

Ha pasado mucho tiempo desde que se empezara a emitir este programa clásico importado de Estados Unidos. Ahora se estrena un documental que repasa cómo nació

Foto: Epi, Blas y compañía. (Fotograma de 'Barrio Sésamo')
Epi, Blas y compañía. (Fotograma de 'Barrio Sésamo')

Aquellos que nacieron entre 1979 y 2001 seguramente recuerden de una forma muy lúcida la sintonía de arranque de una de las series de televisión para niños más exitosa. 'Barrio Sésamo', la popular ficción de marionetas estrenada en Estados Unidos una década antes, marcó un hito en la historia de la televisión al reunir en un solo formato contenidos dirigidos al público infantil con la sola idea de entretener pero a su vez también con fines educativos. En este sentido, fue uno de los primeros programas de la pequeña pantalla que resultó ser un híbrido entre géneros.

La serie de las marionetas de Jim Henson marcó un antes y un después al querer transmitir a millones de niños contenidos puramente educativos pero también con un trasfondo político y social contundente (sobre todo en la versión estadounidense), al formarles en temas que a día de hoy causan tantas ampollas en el país norteamericano como son la lucha contra el racismo o la defensa de los derechos civiles para las comunidades de afroamericanos. Sus creadores, el psicólogo experimental Lloyd Morrisett y la educadora infantil Joan Ganz Cooney, de 91 años de edad actualmente, se dieron cuenta de la gran cantidad de tiempo que los niños pasaban viendo la televisión a diario, de ahí que lo quisieran aprovechar, no solo desde el punto de vista comercial o del marketing, sino también con vistas a crear una sociedad mucho más igualitaria en el futuro.

"Descubrimos que los niños de esas comunidades desfavorecidas entraban a la escuela con tres meses de retraso respecto a los demás"

Ahora, tras tantos años asentada en el inconsciente popular de niños y adultos, un documental aborda cómo se gestaron las historias enmarcadas en 'la calle del Sésamo' de la mano de sus creadores. Por aquel entonces, en 1960, las desigualdades económicas entre la población blanca y afroamericana en Estados Unidos eran muchísimo más amplias que hoy en día.

"Descubrimos que esos niños entraban a la escuela con tres meses de retraso respecto a los demás, y en su graduación, estarían un año atrasados, lo que quiere decir que esa brecha cada vez iría a más", asegura Morrisett en la película, quien junto a Cooney creó más tarde el Children's Television Workshop (ahora conocida como 'Sesame Workshop'), una organización encargada de producir series y programas infantiles inspirados en 'Barrio Sésamo'. "Tan solo me preguntaba si existía alguna posibilidad de que la televisión pudiera ayudar a esos niños con sus estudios", recalca en unas declaraciones recogidas por 'The New York Post'.

Los dos personajes más célebres de la ficción televisiva para niños, Epi y Blas. (EFE)

¿Cómo surgió la idea? Cooney ya había producido documentales cuando Morrisett se acercó a ella para plantearle la idea, y también era conocida por ser defensora de los derechos civiles. Al parecer, el psicólogo estadounidense se levantó una mañana de diciembre de 1965 y vio cómo su hija de tan solo tres años tarareaba sin parar los anuncios que transmitía la televisión un domingo por la mañana. "Había memorizado un gran conjunto de sintonías televisivas", asegura Michael Davis, autor de 'Street Gang: The Complete History of Sesame Street', libro en el que está inspirado este nuevo documental. "Esto les llevó a la hipótesis de que si los anuncios eran tan fáciles de memorizar para los pequeños, ¿por qué no enseñarles contenidos educativos a partir de los mismos recursos y elementos que les hacían tan efectivos?".

Barrio Sésamo animaba a habitar en un entorno diverso, en el que no importa el color, el tamaño o las aptitudes físicas de sus residentes

"Supe la respuesta de inmediato", asegura Cooney en la película. "Estaba claro que los niños adoraban la televisión así que, ¿por qué no probar si podía educarles?". Según un estudio que realizó en su día la Fundación Carnegie, los más pequeños de la casa representaban un gran porcentaje dentro de la audiencia televisiva de aquel momento, algunos de ellos veían la pequeña pantalla en torno a 54 horas a la semana, sobre todo aquellos en edades comprendidas entre los 3 y los 5 años. Solo pasaban más horas durmiendo que viendo la televisión.

En busca de productor

En 1968, el programa obtuvo un presupuesto de 8 millones de dólares concedido por varias agencias y fundaciones gubernamentales, acompañado de una licencia para explotar 130 horas de televisión anuales en la cadena pública. Cooney recaló en Jon Stone, quien asumió el rol de director, productor y guionista principal. Y este llamó a Jim Henson, el popular marionetista, encargado de dar vida a los carismáticos personajes que aparecen en la serie junto a las personas reales. Kate Stone, hija del productor que falleció en 1997 a los 64 años de edad, asegura en el documental que "lo que de verdad le atrajo al proyecto de Morrisett y Cooney fue su sentido político, sobre todo cuando empezaron a hablar de la cantidad de tiempo que se pasaban los pequeños de los barrios marginales delante del televisor mientras sus padres trabajaban".

"Lo que hizo 'Sesame Street' fue crear un lugar en el que los niños pudieran llegar a comprender cosas complicadas de una manera segura y cariñosa"

Más allá de ser un altavoz para la defensa de los derechos civiles, 'Sesame Street' contrató a actores afroamericanos para que formaran parte del equipo, como por ejemplo Matt Robinson, que interpreta en la serie a Gordon. "Le hicieron ver que este programa podía convertirse en algo revolucionario", comenta su esposa también en el documental, Dolores Robinson, quien se quedó viuda en 2002.

A lo largo de sus más de 4.500 episodios, 'Sesame Street' narraba la viad de un barrio cualquiera estadounidense, con la peculiaridad de que sus residentes conviven con monstruos, una idea que también transmite el espíritu reivindicativo de la serie: animar a los niños a que se dieran cuenta de que vivían en un entorno diverso, en el que no importa el color, el tamaño o las aptitudes físicas de todos los que residen en un mismo sitio. Además, se les enseñaba mediante canciones conocimientos básicos de aritmética, los números, las letras, los días de la semana... y en general, todas las nociones básicas de la vida adulta, desde cómo cruzar la calle con seguridad o por qué hay que bañarse.

Foto: Una manifestación de la corriente QAnon en Las Vegas. (Reuters)

"Creo que lo que hizo 'Sesame Street' fue crear un lugar en el que los niños pudieran llegar a comprender cosas complicadas de una manera segura y cariñosa", asegura Ellen Scherer, productora de cine, a 'The New York Post'. "Ellos establecieron estas bases desde el inicio". A pesar de su antigüedad, la franquicia de 'Sesame Street' continúa realizando especiales con los protagonistas de la serie, como por ejemplo el año pasado, cuando por motivo del asesinato de George Floyd a manos de la policía de Minneápolis, la 'CNN' emitió un programa de una hora en el que se enseñaba a los niños a identificar y condenar el racismo. En él, los niños y sus familiares discutieron sobre los prejuicios que hay contra la comunidad negra en Estados Unidos, así como sobre la necesidad de aceptar y empatizar con los demás, sean del color de piel que sean.

Aquellos que nacieron entre 1979 y 2001 seguramente recuerden de una forma muy lúcida la sintonía de arranque de una de las series de televisión para niños más exitosa. 'Barrio Sésamo', la popular ficción de marionetas estrenada en Estados Unidos una década antes, marcó un hito en la historia de la televisión al reunir en un solo formato contenidos dirigidos al público infantil con la sola idea de entretener pero a su vez también con fines educativos. En este sentido, fue uno de los primeros programas de la pequeña pantalla que resultó ser un híbrido entre géneros.