El vídeo viral de un perro que se despierta por la noche para cuidar de sus juguetes

El perro es el mejor amigo del hombre, ese compañero fiel que siempre está a nuestro lado y que nos acompaña en todo momento. En algunos de esos ratos jugamos con él a la pelota, pero es difícil resistirse a comprarle algunos juguetes para que se divierta sin nuestra presencia jugando, mordiendo o cuidando de sus amigos animados.

Esos juguetes se convierten en compañeros de nuestro perro y los cuidará o jugará con ellos durante toda su vida. Unas veces prefiere unos, en otras ocasiones elige otros, pero le gusta tener todos sus juguetes a mano. Por eso, cuando desaparecen, el disgusto puede ser terrible, aunque sea por una buena causa.

Es lo que le pasó a Kang Kang, un Golden Retriever que vive junto a su dueño en la ciudad china de Shenzhen, en la provincia de Guangdong. Su dueño recogió todos sus juguetes y se los llevó a la lavadora, por lo que el perro se preocupó al no saber qué iba a pasar por ello. Lo que no se esperaba el dueño de Kang Kang era la escena que se iba a encontrar.

De noche cuidando sus juguetes

El hombre había colgado la veintena de juguetes de su mascota para dar tiempo a que se secaran durante la noche. Sin embargo, escuchó un ruido en casa y se levantó de la cama para ver qué sucedía, pero no esperaba encontrarse a su perro: se había levantado y se había ido hasta el lugar donde estaban tendidos los juguetes para cuidarlos.

Kang Kang no quería dejar solos a sus juguetes ni un solo instante, por eso seguía sentado junto a ellos en mitad de la noche

El hombre no se pudo resistir y grabó un microvídeo que después subió a Douyin, la versión china de Tik Tok. El dueño ha explicado al Daily Mail que "me vio lavarlos y decidió sentarse allí para observarlos hasta que se secaran. Creo que estaba tratando de decirme que, aunque no podía jugar con ellos, quería cuidarlos".

Pero, a la 1 de la mañana, dio un paseo por la casa y no encontró a Kang Kang, que seguía sentado cuidando de sus juguetes. Al final, su dueño decidió meterlos en la secadora para que se secaran antes y Kang Kang también le acompañó hasta allí: cuando salieron de la máquina y pudo volver a tenerlos en su boca, fue feliz.