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Esta es la frecuencia con la que tu pareja finge, según un estudio
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Esta es la frecuencia con la que tu pareja finge, según un estudio

Una reciente encuesta da las claves sobre la cantidad de veces que las personas engañan con haber llegado al clímax y por qué lo hacen

Foto: Meg Ryan en 'Cuando Harry conoció a Sally'.
Meg Ryan en 'Cuando Harry conoció a Sally'.

En las películas, las escenas de sexo comienzan tras un romántico encuentro en el piso de alguno de los protagonistas, un par de besos pasionales y un apropiado fundido en negro que permite que el espectador imagine lo que más le plazca. La realidad es un poco diferente, y el sexo puede ser en ocasiones molesto, incómodo o no salir como imaginábamos por culpa de los nervios, y por ello mismo es tan importante la comunicación.

Los estereotipos y tópicos pueden hacer mucho daño, pero siempre dicen que se basan en ciertas verdades. La tónica general es que son ellas las que fingen en muchísimas ocasiones no solo un dolor de cabeza para evitar meterse entre las sábanas, sino que también fingen los orgasmos. Todos recordamos, al fin y al cabo, la icónica escena de Meg Ryan en 'Cuando Harry conoció a Sally', haciéndole saber a su amigo lo fácil que es engañar con ese tema.

Según explica la sexóloga Gigi Engle en la revista 'Best Life': "Una vez que empiezas a fingir es difícil parar, y es algo universal, sucede en todas partes del mundo. La triste verdad es que el sexo no se enseña de forma igualitaria. Históricamente, el sexo está pensado para dar placer a los hombres heterosexuales cisgénero, mientras que las mujeres son solo el 'billete', por decirlo de algún modo, para conseguirlo".

Ellas fingen más, una media de 39 orgasmos al año, y las personas no son capaces de reconocer cuándo su pareja las está engañando en ese tema

Este comentario viene tras conocerse que los estadounidenses fingen el orgasmo el 17% de las veces. Según una encuesta realizada en septiembre, se descubrió que lo fingen en total unas cuatro veces al mes, con cierta disparidad, mientras que ellos lo hacen el 16% de las veces aproximadamente, la cifra para ellas es un poco más elevada: el 18% de las veces. Además, concluyeron que las mujeres fingen un promedio de 39 orgasmos al año.

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La encuesta también descubrió que, igual que sucede en 'Cuando Harry conoció a Sally', las personas no son capaces de reconocer cuándo finge su pareja. Según la investigación, el 38% de los hombres piensa que sus parejas nunca fingen con ellos, y El 56% de las mujeres cree lo mismo. No solo eso, sino aún más preocupante: el 44% de los participantes admiten que no saben lo suficiente sobre las necesidades de su pareja para darles un orgasmo, lo que contribuye al hecho de que el 40% de los encuestados informaron que jamás habían experimentado uno.

El 44% de los participantes admiten que no saben lo suficiente sobre las necesidades de su pareja para darles un orgasmo

"Mis clientes fingen llegar al clímax por una gran variedad de razones", explica Engle. "Lo hacen porque quieren complacer a sus parejas o porque creen que así conseguirán excitarlas. Sin embargo, cuando finges los orgasmos, acabas jugando contigo mismo y terminas en un bucle de falsedad. Además, tu pareja cree que lo está haciendo bien y no conoce la verdad, por lo que continúa dándote placer de la manera que piensa que funciona".

Suena a tópico pero, ya decíamos, que los tópicos encierran grandes verdades: la sexóloga sugiere que la comunicación con la pareja es fundamental. "Habla, habla, habla. A veces, un pequeño tirón de orejas en el ego no viene mal, el engaño continuo no produce resultados positivos y, a la larga, no solo resiente la vida sexual, sino a la pareja en sí", concluye.

En las películas, las escenas de sexo comienzan tras un romántico encuentro en el piso de alguno de los protagonistas, un par de besos pasionales y un apropiado fundido en negro que permite que el espectador imagine lo que más le plazca. La realidad es un poco diferente, y el sexo puede ser en ocasiones molesto, incómodo o no salir como imaginábamos por culpa de los nervios, y por ello mismo es tan importante la comunicación.

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