El juego sobre el coronavirus: la solución para que los niños se laven las manos

Santiago Santana es un enfermero y abogado español que, desde hace algunos días, es conocido en todo el mundo. La razón es que ha inventado un sencillo juego destinado a los niños para que aprendan a lavarse las manos, una de las indicaciones más repetidas por los expertos para hacer frente a la propagación del coronavirus.

Lo mejor de todo es que cuando Santana ideó el juego aún no se había producido la declaración del estado de alarma: tenía restos de un spray que había utilizado en los carnavales y no se le iba de las manos pese a habérselas lavado docenas de veces. Así que se le ocurrió la idea de pintar a sus hijos un coronavirus en las manos para que se lo borraran.

El enfermero explica que "luchar contra el coronavirus puede ser divertido": solo hay que pintar por la mañana un coronavirus en el dorso de cada mano para que los pequeños traten de borrarlo lavándose las manos. Si cuando llegue la hora de acostarse los niños han conseguido borrar el dibujo, reciben un punto; y si acumulan 20 puntos en 20 días, hay un premio.

Una idea viral

La idea funcionó a la perfección y los niños comenzaron a lavarse las manos muchas veces a lo largo del día para tratar de eliminar al virus que había dibujado en sus manos. Y como Santiago vio que era una buena iniciativa, la explicó en su blog Narwhal Tabarca. Desde entonces, no ha dejado de compartirse miles de veces por todo el mundo.

Si visualizas el virus, se lo pones en las manos y les dices que se lo tienen que cargar durante el día, al final tienen una meta visual y tangible

Reconoce que no se esperaba el éxito y que "fue abrumador: la había armado sin esperarlo". Ha recibido decenas de imágenes con niños lavándose las manos para eliminar sus dibujos, que es el fin que pretendía conseguir. La satisfacción es enorme porque ayuda a comprender a los menores qué es Covid-19 y qué hay que hacer para eliminarlo.

Santana señala a EFE que "si visualizas el virus, se lo pones en las manos y les dices que se lo tienen que cargar durante el día, al final tienen una meta visual y tangible". Ahí radica el éxito de este sencillo juego que ya practican miles de niños en todo el mundo gracias a la imaginación de este enfermero y abogado español.