La respuesta de la madre de un niño autista tras recibir una cruel carta en Año Nuevo

El año 2019 no pudo comenzar peor para Ana Gray, una madre neozelandesa de cuatro hijos que recibió en su buzón una cruel carta anónima. La misiva, escrita a mano, estaba destinada a uno de sus hijos, de siete años y que sufre de autismo, por las molestias que causa a sus vecinos.

“Si no haces que ese niño deje de gritar, llamaré a los servicios sociales y te denunciaré. Todos nos estamos cansando de los gritos y también llamaremos a tu casero”. Con esa cruel nota, teniendo en cuenta que el objeto de las quejas es un niño de 7 años, comenzó el año Ana, una madre soltera que vive en Napier, al este de la isla norte de Nueva Zelanda.

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Wiremu, que es como se llama el niño, ha sido diagnosticado de autismo y de retraso en su desarrollo global. Su madre admite que cuanto más mayor se hace, más difícil es tratar con él y reconoce que sus gritos y arranques de ira no sólo ponen nervioso al resto del vecindario, sino también a ella misma.

Sigue siendo un niño

Sin embargo, Ana explica que la forma que Wiremu tiene de hacer frente a este síndrome con esos gritos y ha pedido más comprensión: "Amo a mi hijo hasta el infinito. Puede que no sea perfecto para los demás, pero lo es para mí. Habría preferido que me hablaran cara a cara para poder explicar nuestra situación", asegura la madre al New Zealand Herald.

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Ana Gray asegura que su casero conoce el diagnóstico de su hijo y que nunca había tenido ninguna queja hasta ahora. Reconoce que se ve obligada a pasar una buena parte de su tiempo en casa por culpa del comportamiento de Wiremu, pero espera recibir ayuda lo antes posible: “Lo único que le calma es mi teléfono móvil y jugar con el Minecraft, su juego favorito”.

El niño está en lista de espera para ser atendido por un pediatra, mientras su madre ha recurrido a las redes sociales para disculparse con los vecinos: "Solo intentamos vivir con la esperanza de que las cosas mejoren para nosotros”.