Es noticia
"Sé quién quería ver a JFK muerto. Era de la CIA y me presentó a Lee Harvey Oswald"
  1. Alma, Corazón, Vida
uno de los grandes misterios de nuestro tiempo

"Sé quién quería ver a JFK muerto. Era de la CIA y me presentó a Lee Harvey Oswald"

El ex agente secreto de la CIA Antonio Veciana revela en sus memorias un encuentro que mantuvo en Dallas con su jefe y Oswald dos meses antes del asesinato

Foto: El presidente Kennedy y la primera dama, momentos antes de los disparos. (Reuters)
El presidente Kennedy y la primera dama, momentos antes de los disparos. (Reuters)

El presidente John F. Kennedy fue asesinado por Lee Harvey Oswald, un exmarine estadounidense que tenía una esposa rusa, que había desertado a la Unión Soviética y que muy probablemente habría sido adoctrinado allí. Fue un asesino solitario que no contó con la ayuda de cómplices para cometer el homicidio aquel 22 de noviembre de 1963 en la plaza Dealey de Dallas. Estas fueron, a grandes rasgos, las conclusiones oficiales tomadas por la comisión Warren. Sin embargo, con el paso del tiempo, van surgiendo más y más pruebas que apuntan a un encubrimiento por parte de las agencias de inteligencia del Gobierno de EEUU, el cual podría terminar de demostrarse a partir de este jueves cuando se desclasifiquen los más de 3.000 documentos que revela el JFK Records Act promulgado en 1992.

Foto: El presidente Kennedy y la primera dama en Dallas. (Reuters)

Si mantiene su palabra, Donald Trump dará luz verde para que los miles de archivos secretos vean finalmente la luz. Según confirma 'Slate', miembros de la inteligencia estadounidense han presionado al presidente para que deje algunos documentos específicos bajo llave, lejos de una opinión pública ávida por conocer la verdad, más aún después de la reciente publicación de las memorias del cubano Antonio Veciana, ' Entrenado para matar: la historia secreta de los complots de la CIA contra Castro, Kennedy y el Che', escritas en colaboración con el periodista ganador del Pulitzer Carlos Harrison.

Algunos me llaman patriota. Otros, terrorista. Pero solo uno sabía que yo era un espía: mi jefe en la CIA, Maurice Bishop

Este no es otro libro más sobre conspiraciones disparatadas. Es la historia de un terrorista inverosímil, flaco, asmático y plagado de inseguridades que, sin embargo, era el hombre de la CIA en La Habana. Veciana, hoy un bisabuelo de 89 años que pasa su exilio y jubilación en Miami, hace balance de su cruzada contra Fidel Castro, tanto para sí mismo como para EEUU. Según relata el periodista Jefferson Morley en la reseña para 'Newsweek', “escribe para justificarse y disculparse, para expresar orgullo y remordimiento”, pues aunque no se arrepiente de combatir al líder cubano, sí se lamenta de que su lucha lo llevase a perderse tantos momentos de la vida en familia. No obstante, ahora ha decidido escribir sus memorias para compartir lo que sabe sobre uno de los traumas que obsesionan a la sociedad estadounidense desde la década de los sesenta.

Misión: matar a Castro

“Yo no sé quién mató a Kennedy, pero sé quién le quería ver muerto. Él trabajaba para la CIA. Me presentó a Lee Harvey Oswald. En Dallas. Dos meses antes de que JFK muriera asesinado. Para entonces, ya me había entrenado para ser su agente en Cuba. Para entonces, ya había intentado matar a Castro”. Ese hombre del que habla Veciana no es otro que David Atlee Philips o, como era conocido, Maurice Bishop. En definitiva, era el responsable del agente cubano y del éxito que supuso la 'operación Pedro Pan', en la que Veciana usó su posición en el Gobierno para distribuir propaganda anunciando falsamente que el régimen de la isla planeaba quedarse con la custodia de los niños en edad escolar. Aquella estratagema hizo que miles de familias cubanas enviaran, aterrorizadas, a sus hijos a Florida, donde la Iglesia católica los acogió.

placeholder Lee Harvey Oswald, en el momento de su detención. (Reuters)
Lee Harvey Oswald, en el momento de su detención. (Reuters)

Además de “rescatar a las víctimas de la opresión comunista”, como describieron los medios de EEUU, Veciana testifica que el objetivo de Bishop en Cuba era avergonzar a Kennedy para que tomara una acción más contundente contra el régimen. Prueba de ello es Alpha-66, una organización paramilitar que el agente ayudó a fundar y cuyo fin no era otro que atacar objetivos cubanos. No obstante, Kennedy no cedió a las presiones y consiguió minimizar la urgencia del problema con Cuba después del fiasco de Bahía de Cochinos, lo que enfureció a los que esperaban una respuesta más agresiva, entre ellos Bishop.

Lo reconocí de inmediato. Era él, sin duda, el mismo hombre pálido de cara demacrada que había visto en Dallas con Maurice Bishop

Todo esto desemboca, según el relato de Veciana, en el encuentro que mantuvo con Bishop en septiembre de 1963. Se reunieron en la recepción del Southland Center, el edificio más alto de Dallas. Cuando llegó, su jefe en la CIA ya estaba allí, pero no solo. Le acompañaba un joven que, según la descripción del cubano, era pálido y frágil: “No recuerdo si Bishop me lo presentó con su nombre. Él quizá dijo: 'Tony, este es Lee'. De lo que estoy absolutamente seguro es de que Lee no dijo nada”. Un hombre cualquiera en los largos tentáculos de la CIA, pensaría Veciana, hasta que dos meses después su rostro apareció en todas las televisiones del país: “Lo reconocí de inmediato. Era él, sin duda, el mismo hombre pálido de cara demacrada que había visto con Bishop”. Como buen agente, se dio cuenta de que no sería prudente hablar sobre lo que había visto. Él, además, pensaba que Kennedy había traicionado a su patria con su posición respecto a Castro, y no lamentó su muerte.

Confirmando sospechas

Hoy conocemos la verdadera identidad de Bishop (David Atlee Philips), gracias a Gaeton Fonzi, un congresista de Florida que trabajaba para el Comité Especial de la Cámara sobre Asesinatos (HSCA, según sus siglas en inglés) y que en los años setenta investigó a fondo la historia de Veciana. Este aseguró no conocerle por miedo a represalias de la CIA, pero sí le contó su encuentro con Oswald. A lo largo de su conversación, Fonzi se esforzó por mantener la compostura, pero en el fondo estaba entusiasmado: en esencia, Veciana estaba confirmando las sospechas que vinculaban directamente a la CIA con el asesinato de JFK.

Por su parte, Philips, que llegó a ser el jefe de operaciones de la agencia para el hemisferio occidental, negó haber visto en su vida al agente cubano y tanto él como la CIA desmintieron el uso de 'Bishop' como nombre en clave. “El hecho de que lo nieguen demuestra que saben algo. No es necesario encubrirlo cuando eres inocente”, señala el exagente cubano.

En 1979, el HSCA concluyó, entre otras cosas, que la versión del asesino solitario de la comisión Warren era errónea, que el presidente no recibió una protección adecuada y que ni el Gobierno soviético ni grupos cubanos anticastristas estaban implicados. Unos meses después, dispararon a Veciana y le dieron por muerto. De una forma u otra, sobrevivió, y ahora dice estar convencido de que intentaron acabar con su vida por su relación con la investigación del comité. En cualquier caso, mantuvo su voto de silencio hasta 2014, cuando desveló parte del pastel en una conferencia organizada por Marie Fonzi, la viuda del congresista, y, por supuesto, ahora, cuando tras sobrevivir al cáncer y a un ataque al corazón, por fin ha revelado la verdad sobre su doble vida.

placeholder Funeral del presidente Kennedy en Washington. (Reuters)
Funeral del presidente Kennedy en Washington. (Reuters)

'Entrenado para matar' no demuestra que Bishop o alguien de la CIA conspirara para asesinar al presidente, pero sí se suma al cúmulo de evidencias que revelan que hay una verdad más allá de la comisión Warren. Esta, quizá, se termine de revelar este jueves con la declasificación de los más de 3.000 documentos que quedan sobre el caso, y todo apunta a que poco tendrá que ver con la identidad de un homicida secreto o segundo tirador, sino más bien con las trabas de la CIA y, en definitiva, cómo la propia agencia o individuos relacionados con ella conspiraron para ocultar la verdad. Comienza la cuenta atrás.

El presidente John F. Kennedy fue asesinado por Lee Harvey Oswald, un exmarine estadounidense que tenía una esposa rusa, que había desertado a la Unión Soviética y que muy probablemente habría sido adoctrinado allí. Fue un asesino solitario que no contó con la ayuda de cómplices para cometer el homicidio aquel 22 de noviembre de 1963 en la plaza Dealey de Dallas. Estas fueron, a grandes rasgos, las conclusiones oficiales tomadas por la comisión Warren. Sin embargo, con el paso del tiempo, van surgiendo más y más pruebas que apuntan a un encubrimiento por parte de las agencias de inteligencia del Gobierno de EEUU, el cual podría terminar de demostrarse a partir de este jueves cuando se desclasifiquen los más de 3.000 documentos que revela el JFK Records Act promulgado en 1992.

J. F. Kennedy CIA Fidel Castro Unión Soviética (URSS)
El redactor recomienda