La 'cochofobia' de Carmena: lo que esconden sus medidas contra la contaminación

Manuela Carmena está este lunes en boca de todos. La alcaldesa de Madrid, junto con la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, sigue anunciando medidas del Plan de Calidad del Aire, rebautizado como Plan A. Las últimas en conocerse han sido la prohibición de aparcar en el interior de la M-30 a los vehículos sin distintivo ambiental desde 2020 y la limitación de su uso en 2025 en todo el término municipal. Es decir, Carmena prohibirá circular por la capital a los coches más antiguos en un plazo de aquí a ocho años.

El Ayuntamiento de Madrid pretende renovar su flota municipal de forma progresiva hasta alcanzar el 90% de vehículos limpios en 2030, así como impulsar el desarrollo de planes de movilidad sostenible en empresas. Estas medidas se suman a la polémica activación del escenario 3 previsto en el protocolo por alta contaminación aprobado el pasado mes de enero.

Ambos preceptos son bastante impopulares y han sido recibidos con protestas. Muchos madrileños, como Esperanza Aguirre, aseguran que la alcaldesa sufre de 'cochofobia'. No obstante, hay razones para pensar que Carmena sabe lo que hace, ya que los niveles de polución en la capital están en imparable ascenso. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) calificaba de "asesino invisible" en su última campaña de concienciación a la contaminación aérea.

Al respecto, según el último informe sobre la calidad del aire de la Agencia Europea del Medio Ambiente, la contaminación produce 29.980 muertes prematuras en España, un poco menos que en el anterior ejercicio, pero una cifra preocupante. En concreto, el dióxido de nitrógeno, el causante de las presentes restricciones, ocasiona 4.280 muertes prematuras al año.

La contaminación preocupa

La contaminación está bajo el punto de mira de la OMS. La institución aclara que los principales contaminantes atmosféricos son las partículas (PM), el ozono (O3), el dióxido de azufre (SO2) y el dióxido de nitrógeno (NO2). Este último, producido por procesos de combustión como los motores de los vehículos, puede tener influencia en el asma, los síntomas bronquiales, la alveolitis y la insuficiencia respiratoria.

La mayor parte de muertes relacionadas con la contaminación tienen que ver con los problemas de corazón y los accidentes cerebrovasculares

Según los cálculos de la organización, alrededor de un 11,6% de las muertes anuales en todo el planeta (6,5 millones) está asociado de una forma u otra con la contaminación. La organización asegura que es un factor que está presente en el 36% de las muertes por cáncer de pulmón, el 34% de infartos cerebrales y el 27% de enfermedades cardíacas. Además, esta clase de partículas puede ocasionar cardiopatías. Es más, la mayor parte de muertes relacionadas con la contaminación tienen que ver con los problemas de corazón y los accidentes cerebrovasculares (72%), mientras que solo un 28% está relacionado con el cáncer de pulmón o la infección aguda de las vías respiratorias.

En los países en vías de desarrollo, la exposición a partículas en el interior de las viviendas por el uso de combustibles incrementa el riesgo de infecciones agudas. Todo ello ha llevado al Ayuntamiento de Madrid a tomar medidas como las citadas, con el objetivo de reducir la contaminación ambiental.