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Las costumbres españolas que un extranjero nunca entiende
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de la siesta al tapeo

Las costumbres españolas que un extranjero nunca entiende

La siesta, tapear o comer churros después de una larga noche de fiesta son algunas de las cosas que sorprenden a nuestros visitantes sobre nosotros

Foto: Españoles celebrando. (iStock)
Españoles celebrando. (iStock)

¿Así somos?

Poco trabajadores, dormilones, fiesteros, prepotentes, chulos... Así es como nos describen en el extranjero. Obviamente nada de esto es lo que nos representa y está claro que en todos los países existen tipos de personas, pero no por matar un perro... El trillado "Spain is different" cobra sentido con algunas de las costumbres que tenemos y que los extranjeros no entienden. Te mostramos cuáles son.

Hablar gritando

Una de las cosas más comunes que llaman la atención a los extranjeros es nuestra forma de comunicarnos. La mayoría coinciden en algo: cuando los españoles hablamos, da la sensación que estamos gritando, incluso aseguran que cuando mantenemos una conversación parece que estamos peleando y discutiendo. Nosotros no nos damos cuenta, pero si todos los que visitan España coinciden, algo de razón tendrán.

La siesta

¿A quién no le gusta dormir un ratito entre horas? Después de comer nos entra un sopor que invade nuestro cuerpo y que nos transporta al sofá o cama durante 30 minutitos o un poco más. Eso para el que pueda hacerlo, claro. Es un estereotipo bastante generalizado. ¡Ojalá fuera verdad! Por desgracia no tenemos tiempo con el actual estilo de vida que llevamos.

Es una práctica muy sana que aconsejan muchos médicos del mundo por sus beneficios para la salud. Sin embargo, los horarios laborales de los españoles no nos lo permiten. Los empleados no tienen tiempo para regresar a su casa, comer, echarse la siesta y volver al trabajo.

Tirar papeles al suelo

Es algo muy típico en los bares españoles. Si nos fijamos cuando vamos de cañas o a tomar algo, el suelo siempre está lleno de papeles, palillos y restos de comida. Es diferente si vamos a un restaurante, parece que desprestigiamos los bares e ir a comer y sentarnos en una mesa nos hace un poco más civilizados. Es una costumbre muy fea y que los visitantes no entienden. La verdad es que nosotros tampoco, con lo fácil que sería dejar amontonada esa basura en un ladito, o si la hay, tirarla directamente a la papelera. Se podría aplicar a cuando vamos por la calle. Muchos tienen la mala costumbre de tirar la basura al suelo. Da envidia cuando viajas a otros países y tienen sus suelos impolutos.

Tener persianas

A nosotros nos parece algo de lo más normal. Siempre han estado ahí, y nos ayudan a que el sol (algo que también amamos) no penetre en nuestras casas y podamos dormir, ayudando además a aislar el calor. Las inventaron los persas, pero en otros puntos del mundo lo ven como algo raro y muy español, ya que para ellos es mejor colocar contraventanas, cortinas o estores.

Tapear

Que regalemos comida al pedir la bebida es algo que realmente les asombra, y a la vez les encanta, claro. Como a nosotros. En muchas partes de España es típico ponerlas y dependiendo de la región, será una u otra. Frutos secos, aceitunas, fritangas, tortilla, ensaladillas... un sinfín de alimentos que podemos degustar cada vez que tomamos unas cañas. Nuestros visitantes, sobre todos americanos e ingleses, no dan crédito cuando se lo ponen, y no saben si pagar o llorar de alegría.

Dar dos besos

Somos besucones y eso es así. Si en una calle de cien metros nos encontráramos a veinte personas a las que conocemos, daríamos besos a todas. Para unos es una fórmula cordial y cercana, y para otros, en cambio, raya en la imprudencia. Guste o no, es una costumbre muy española y que a veces los extranjeros ven raro. Pero para nosotros es de lo más normal. Además, hay países que dan tres o cuatro besos, ¿y nosotros somos los raros?

Horarios nocturnos

Un anuncio de comida rápida decía: "Llegar antes de las tres de la mañana a casa no es salir, es cenar". Un eslogan que nos define perfectamente. Cenamos muy tarde y salimos de fiesta a quemar la noche. La diversión fuera de nuestras fronteras nada tiene que ver con la nuestra, es raro encontrar algún país donde las discos cierren después de las tres. Viajar es un placer, pero cuando lo hacemos echamos mucho de menos la juerga propia, y ellos al revés, están deseando venir para disfrutarla, aunque no entienden cómo aguantamos ese ritmo casi todos los fines de semana del año.

Aunque no todo es fiesta por la noche. Hay muchísimos locales nocturnos o tiendas 24h que debemos mantener abiertos, ya que el turismo y ocio nocturno son uno de nuestros principales ingresos, según un estudio de Hoteles.com realizado a 27.000 turistas.

Churros con chocolate

Ya de por sí, relacionan este ¿postre? con algo muy español. Lo que no entienden es que lo comamos después de haber estado seis horas de fiesta. Lo que no saben es que es el cierre a una noche perfecta. Acabar en la churrería es símbolo de que lo hemos dado todo y queremos dormir como unos benditos, porque ¿quién no lo haría después de habernos metido este dulce entre pecho y espalda?

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