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Fisioterapeutas: de los nuevos dentistas a cobrar menos que la 'chica de la limpieza'
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PRECARIEDAD LABORAL Y FRAUDE EN LAS CLÍNICAS

Fisioterapeutas: de los nuevos dentistas a cobrar menos que la 'chica de la limpieza'

1,40 euros y menos de 10 minutos por paciente: las pésimas condiciones de trabajo de estos profesionales sanitarios también afecta al servicio

Foto: Una fisioterapeuta da masajes a una costalera en el Centro de Atención al Costalero (CEACO) en Granada. (EFE)
Una fisioterapeuta da masajes a una costalera en el Centro de Atención al Costalero (CEACO) en Granada. (EFE)

“Veía 32 pacientes cada día y me pagaban a 6 euros la hora. No se valora la profesión. Pagan una basura, es ridículo”, cuenta Daniel de su experiencia en una clínica privada de Almería. Este fisioterapeuta de 23 años oculta su nombre por temor a represalias laborales. Su testimonio es sólo una muestra de una realidad de precariedad y explotación laboral con la que se encuentran muchos 'fisios' jóvenes cuando salen de la universidad.

Carlos Castaño, tras trabajar durante años en mutuas privadas, decidió abrir su propia clínica en Silla (Valencia). Nos explica la situación de su sector. “Los pacientes, habitualmente, van a una policlínica que trabaja con aseguradoras privadas y que pagan una cantidad muy pequeña por paciente. E incluso hacen 'tarifa plana' y pagan una cuota fija al mes sin importar el número de personas que veas”.

La situación es parecida en todo el territorio español. En Murcia, las aseguradoras pagan 6 euros de media por cada paciente. Mientras, en País Vasco y Galicia hay mutuas que pagan hasta 2 euros por cliente. “Si una clínica ingresa 2 euros por paciente, imagina lo que puede cobrar el trabajador. En un centro privado de Valencia, un fisioterapeuta que acaba de finalizar la carrera ve hasta 40 pacientes en una mañana y cobra 1,40 euros por sesión”, explica Castaño. “No trabajo con mutuas porque pagan muy poco. La mutua paga lo mismo por un paciente estés con él 15 minutos o dos horas”.

Castaño es el único de los fisioterapeutas entrevistados para este reportaje que accede a dar su verdadero nombre. El resto prefiere preservar su anonimato. Uno de ellos es Diego. En su opinión, el problema es que “las compañías de seguro privado abusan de los precios. Pactan de manera unilateral los precios y cuando les apetece los bajan sin negociación posible. Se cobra en muchas ocasiones por debajo del coste de cada sesión”. En torno al 80% de los fisioterapeutas españoles trabajan en la sanidad privada. El problema, para Diego, es que “estamos sujetos a la Ley de Defensa de Competencia. Los Colegios Profesionales no pueden marcar unos precios mínimos por culpa de la legislación”.

"En una clínica privada de Valencia, un fisioterapeuta que acaba de finalizar la carrera ve 40 pacientes en una mañana y cobra 1,40 euros por cada uno"

No sólo los fisioterapeutas sufren con estas condiciones laborales, también los pacientes. “Muchas clínicas se ven obligadas a trabajar de forma masiva, tratando hasta siete pacientes cada hora. En 10 minutos es imposible tratar adecuadamente a una persona. Es una fisioterapia pésima y nos hace un daño brutal”, explica Diego. “Se hace así porque es la única forma de que salga a cuenta cobrando tan poco por paciente. Es como una fábrica. Los tratamientos son de risa. El día que al paciente le vuelvar a pasar algo no va a querer ir al 'fisio', alejan a las personas de la fisioterapia y devalúan la profesión”, opina Castaño, que apunta a estas malas prácticas como uno de los causantes del éxito de pseudoterapias como la quiropráctica y la osteopatía.

“Si una persona con un seguro privado paga 40 euros al mes y tu médico te pauta 20 sesiones de rehabilitación, cuando una sesión ya vale lo que pagas en todo un mes, no puedes esperar dos o tres semanas de 'fisio' de calidad si no lo estás pagando”, apunta Castaño a la corresponsabilidad del cliente en la precaria situación de la fisioterapia en España. “Si los consumidores pagan por un seguro 40 euros tienen que entender que el profesional al que van a acudir no va a recibir un salario adecuado”, añade. Su consejo para los clientes es que “pidan resultados, exijan explicaciones y que los fisioterapeutas justifiquen los tratamientos” y que no acudan a ese profesional si no ocurre.

Falsos autónomos y convenios fraudulentos

Otra situación habitual en el sector son los falsos autónomos, trabajadores dados de alta como autónomos pero que trabajan para una clínica y deberían estar contratados. La empresa marca las condiciones de trabajo como las vacaciones y los horarios. Los falsos autónomos, a pesar de trabajar en relación de dependencia con una empresa, como lo haría un trabajador por cuenta ajena, es obligado a darse de alta como autónomo y condiciones de trabajo como horario y vacaciones las marcan la empresa.

“Es tan normal que hace unos años la Tesorería de la Seguridad Social en la Comunidad Valenciana y otras comunidades empezó a hacer inspecciones y obligaba a los centros a contratarlos. Los 'fisios' recibían ofertas de contratos de horas, los rechazaban y se iban a la calle. La situación fue tan habitual que hasta los Colegios Oficiales interfirieron para parar las inspecciones porque no arreglaban nada y sólo conseguían que la gente se fuese al paro”, cuenta Carlos Castaño.

"Si los consumidores pagan por un seguro 40 euros al mes tienen que entender que el profesional al que van a acudir no va a recibir un salario adecuado"

“Para la gran mayoría de trabajos de 'fisio' te piden ser autónomo y además te exigen tener mucha formación (Pilates, terapia manual, osteopatía, punción seca…). Todos esos cursos de formación son muy caros y no suelen contar para pagarte más”, explica Virginia. “En mi caso cuento con un título de Especialista de un año y un máster de dos años y me pagan lo mismo que si hubiera salido de la carrera sin haberme formado en nada más”.

Una denuncia frecuente es que hay clínicas de fisioterapia que deben regirse por convenios colectivos de establecimiento sanitario pero se acogen al de centro geriátrico o discapacitados porque la retribución mínima exigida es menor. “El más bajo de todos es el de hostelería”, el que acoge a los 'fisios' que trabajan en spas y hoteles, explica el fisioterapeuta valenciano.

José Santos defiende que los Colegios “hacen todo lo que les permite la ley. Informamos, asesoramos y acompañamos pero la ley no nos permite participar en las negociaciones de los convenios colectivos”. El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Andalucía aclara en su web que ningún Colegio “interviene ni puede intervenir en la negociación de un convenio colectivo. No existe ningún convenio colectivo exclusivo de Fisioterapia en toda España. Todos los convenios colectivos viene referidos a 'establecimientos sanitarios', 'clínicas privadas' o 'residencias de ancianos'. Los convenios colectivos se aplican a todos los trabajadores de dicho sector”, explica el Colegio andaluz. “A su vez, los distintos convenios colectivos tienen un ámbito territorial distinto.

El convenio colectivo de los 'fisios' en 2013 era de 868,05 euros al mes en Almería, 1.228,30 euros en Granada y no existía en Huelva

En Andalucía, los convenios colectivos de establecimientos sanitarios tienen un ámbito territorial provincial” mientras que en Madrid, Cataluña y Galicia son autonómicos. En cambio, “el de residencias de ancianos tiene un ámbito territorial estatal”. La disparidad entre convenios es amplísima. A fecha de 2013, un fisioterapeuta percibía 868,05 euros al mes en Almería y 1.228,30 euros en Granada en base al convenio colectivo de establecimientos sanitario mientras que en la provincia de Huelva “no existe un convenio colectivo”.

La oferta laboral en la sanidad pública es otro caballo de batalla. “El sector público no absorbe el número de profesionales que debería. Sólo alrededor del 15% de la profesión trabaja en centros públicos”, confirma José Santos Sanchez-Ferrer, secretario general del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid. “Hay muy pocas plazas. En la Comunidad Valenciana, antes de la crisis, hubo un período sin oposiciones de 14 años”, añade Carlos Castaño. “La sanidad pública asume el 80% de los médicos que finalizan la carrera y no llega al 5% en el caso de los fisioterapeutas”.

Sin sindicatos

El sector no cuenta con un sindicato propio sino que pertenecen al Sindicato de Enfermería SATSE, algo que denuncia Castaño. Indice en que “salvo una denuncia sobre los falsos autónomos, nunca han dicho nada porque somos muy pocos, a diferencia de las enfermeras”. “Si tuviésemos un sindicato propio probablemente tuviésemos más poder de negociación para conseguir mejores convenios pero no tenemos la capacidad de presión que tienen otras profesiones como los basureros. Si durante una semana los 'fisios' no fuesen a trabajar no pasaría absolutamente nada”, añade Diego.

Desde el sindicato SATSE, Mar Rocha, portavoz de la organización, cree que“los fisioterapeutas son una figura fundamental sin representación laboral propia”. La labor de SATSE, según Rocha, incluye “reivindicar las condiciones laborales y luchar contra el intrusismo” también en la fisioterapia aunque admite que actualmente “conseguir mejoras en las mesas de negociación es muy difícil”. De los 100.00 afiliados del sindicato, sólo 1.500 son fisioterapeutas, el 1,5%.

Trabajar en el extranjero

En España hay unos 43.000 fisioterapeutas colegiados en toda España, apunta José Santos. “Sólo en Madrid hay 14 centros universitarios que ofertan estudios de fisioterapia. Esta gran cantidad nos preocupa, es complicado dar cabida a tantos nuevos profesionales. El número de colegiados en la Comunidad de Madrid crece cada año en unos 500”.

El grado universitario de cuatro años de Fisioterapia, anteriormente la diplomatura de tres años, ha contado tradicionalmente con una de las notas de corte más alta para poder entrar. En este curso, se encuentra entre el 10 y 11 sobre 14 en la mayoría de universidades públicas. En las privadas la nota es mucho más baja, como en el resto de grados. “Lo único que ha mejorado en los últimos años es que hay mayor posibilidad de ejercer la docencia gracias al mayor número de universidades que ofertan Fisioterapia pero eso a su vez genera más 'fisios' y más parados”, señala Carlos Castaño.

“La mayoría de estudiantes catalanes se van a trabajar a Francia. Hay entre 3.000 y 5.000 'fisios' españoles en Francia”

“Hay muchos más 'fisios' que demanda. En Cataluña, la mayoría de estudiantes se van a trabajar a Francia. Hay entre 3.000 y 5.000 'fisios' españoles en Francia”, explica Castaño, que opina que este exceso de oferta laboral es negativa para el sector. “Una de las reivindicaciones habituales es limitar el número de graduados, algo que ya ocurre en Francia, para poder asumir el número de profesionales que salen de las aulas”, afirma Diego.

Uno de esos 'fisios' catalanes que trabaja en el país galo es Jordi, de 31 años. “En 2012 me llamaron de Iriteb, una de las empresas implicadas en el amaño del concurso de rehabilitación de la sanidad pública catalana, para realizar una entrevista de trabajo. Me explicaron en qué consistía el puesto de trabajo pero al final de la entrevista me dicen que tengo que hacerme autónomo, que la empresa no hace un contrato formal, o sea, de falso autónomo, ya que te imponen un horario, un calendario, las vacaciones, las instalaciones, el material, los pacientes y hasta el uniforme”, explica Jordi las condiciones laborales que tenía antes de emigrar.

“Trabajé en un centro donde iba pacientes de mutuas privadas y pagaban a los 'fisios' alrededor 2,60 euros por cada uno. En una tarde que atendiese a 30 personas salían 78 euros. Se repartía miseria entre los fisios, mientras ellos se llenaban los bolsillos", explica el fisioterapeuta catalán. "Uno de los fisioterapeutas de la empresa se rompió el brazo y denunció su situación de falso autónomo y ganó el juicio. Entre los fisios era un tema que se hablaba, pero siempre a escondidas, ya que era tema tabú, y si hablabas de ello se te señalaba. ¿Por qué no denunciaron más 'fisios'? Porque Iriteb tiene el concierto de rehabilitación de la Seguridad Social en ciudades como Badalona y Santa Coloma de Gramenet y, como el mercado laboral de 'fisios' está tan mal, si cierras esas puertas prácticamente debes buscar otro trabajo”.

“En Francia los 'fisios' en un hospital cobran1.800 euros y trayan a unas 15 personas en todo el día. Tienen mucho peso en el sistema sanitario"

Tras decidir emigrar a Francia, sus condiciones laborales mejoraron significativamente. “Aquí se cuida al 'fisio' como un gran profesional sanitario, tiene mucho peso en la cultura y el sistema sanitario. Si trabajas como asalariado en un hospital, el sueldo es de 1.800 euros y tratas a unas 15 personas en todo el día”.

Estas son las historias de otros fisioterapeutas que ejercen en España y prefieren usar una identidad falsa para evitar ser reconocidos.

Nuria, 25 años. Castilla-La Mancha

“La clínica me hizo apuntarme al paro y al programa de Garantía Juvenil para que pudieran obtener subvenciones. Estuve trabajando una semana antes de firmar el contrato, que encima es de prácticas pese haber tenidos contratos normales anteriormente, lo que es ilegal y no me avisaron que el primer año voy a cobrar el 85% del sueldo. Trabajo ocho horas al día aunque en el contrato son cuatro. La clínica cobra a 30 euros la sesión pero yo les cuesto sólo 7,87 euros. Eso cobro en bruto cada hora, sean extras o no. Me pagan menos que a la chica que limpia. Ni siquiera estoy cobrando según el convenio de 'fisios' sino que estoy adherida al convenio de centros de atención a personas con discapacidad. Se supone que tengo un horario fijo pero cada día son distintos y los días que trabajo no tengo ni tiempo para cocinar”.

Pilar, 34. Madrid

“Empecé en una clínica de rehabilitación que trataba pacientes de compañías privadas como Adeslas y Sanitas a los que les puedes dedicar 10 minutos como máximo y a pacientes particulares, que pagan unos 50 euros por sesión y a los que se les presta una atención más personalizada. Tras un contrato de 4 meses para suplir una baja por maternidad me ofrecieron un contrato a tiempo parcial en prácticas, algo ilegal porque había cubierto antes la baja. Además, había una cláusula de que podían cambiarte el horario a voluntad, ilegal también. La respuesta del abogado del Colegio de Fisioterapeutas fue: “es ilegal pero tú verás si quieres quedarte sin trabajo”. Estuve allí cuatro años, los dos primeros de prácticas y cobrando una miseria. En ese tiempo tuve numerosas tendinitis y contracturas e incluso fui a trabajar con una fractura de peroné sin consolidar, por miedo a las represalias”.

Virginia, 25 años. Madrid

“He estado trabajando como falsa autónoma en dos clínicas diferentes. Por las mañanas estaba en una clínica pequeña y cobraba a 7,95 euros brutos por hora, de las que tenía que descontar un 15% del IRPF y 187 euros de la cuota mensual de autónomos a la seguridad social. Por las tardes trabajaba en un Centro Bienestar de Sanitas y me pagaban por paciente atendido, 1,65 euros brutos si es de rehabilitación. No cobraba los días festivos ni las vacaciones y si un paciente no aparecía no cobraba. Los días que había pocos pacientes en la agenda, me llamaba el jefe para decir que no fuese y así no facturaba ese día. Trabajaba más de 40 horas a la semana y nunca llegaba a 1.000 euros netos al mes”.

Ana, 23 años. Alicante

“Comencé a trabajar para una clínica que había ganado un concurso para hacer el tratamiento fisioterápico en una gran empresa. Una de las condiciones que habían acordado era que el primer tratamiento de los pacientes era gratuito y el 50% del resto de sesiones pero todas las sesiones nuevas terminaban en mi horario y las segundas sesiones y posteriores acababan en manos de otro trabajador al que pagaban un salario fijo al mes independientemente del número de pacientes que tratase, por lo que el beneficio para los jefes era inmenso. Acordamos que si no había pacientes citados no tenía que ir pero al tener un sistema de reservas 'online', los pacientes se podían citar cuando quisieran y aunque no tuviera a nadie para ese día tenía que estar toda la tarde pendiente y sin cobrar”.

Lucía, 24 años

“Trabajo en una clínica privada pequeña en la que solo estamos mi jefe y yo. Tengo un contrato de prácticas de 40 horas pero realmente trabajo unas 45 y cobro 700 euros netos al mes. Lo que peor llevo es que además de tratar a mis pacientes tengo que llevar los teléfonos de citas, los informes, los recados, la lavandería, la limpieza de toda la clínica…”.

"Tengo un contrato de prácticas de 40 horas pero realmente trabajo unas 45 y cobro 700 euros netos y además tengo que hacer limpiar la clínica"

Celeste, 43 años. Ciudad Real

“Mi primer trabajo, en 1994, fue en una clínica durante dos meses de prueba en verano pero sin contrato con la promesa de que luego arreglaríamos los papeles. Al acabar el verano y con la excusa de que no había suficiente trabajo para las dos me despidió. La precariedad laboral entre los fisioterapeutas no es de ahora, es un colectivo condenado al pluriempleo salvo si tienes suerte y eres el dueño de una clínica de buen nivel o tienes un trabajo estable en la pública”.

Javier, 24 años, Madrid

“En las dos primeras clínicas en que trabajé, estuve trabajando durante tres meses en negro, sin haberme dado de alta siquiera como autónomo. En otra clínica me ofrecieron entrar como autónomo, con una 'media jornada' de seis horas, tratando a 51 paciente y cobrando 600 euros brutos. En otra entrevista me pidieron que llevara mis propios pacientes a cambio de un 50% de lo facturado, corriendo los materiales por mi cuenta y todo en negro, teniendo que gestionar yo todo.”

Clara, 24 años. Madrid

“Tras haber acabado Fisioterapia y otra carrera con muy buen expediente, empecé a buscar trabajo. Me ofrecieron trabajar siete horas al día como autónoma en un balneario pero sólo cobraría a los pacientes que vinieran y tenía que estar en mi puesto de trabajo todo el horario de la empresa. Pagaban la hora a 7 euros brutos”.

“Veía 32 pacientes cada día y me pagaban a 6 euros la hora. No se valora la profesión. Pagan una basura, es ridículo”, cuenta Daniel de su experiencia en una clínica privada de Almería. Este fisioterapeuta de 23 años oculta su nombre por temor a represalias laborales. Su testimonio es sólo una muestra de una realidad de precariedad y explotación laboral con la que se encuentran muchos 'fisios' jóvenes cuando salen de la universidad.

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