Cuidado con lo que haces: las cinco posiciones sexuales más peligrosas

Practicar sexo puede ser de lo más divertido, pero también peligroso. El calor del momento y las ganas de probar nuevas posturas para alegrar nuestra vida sexualpueden tener graves consecuencias para nuestra salud. Ten cuidado: más allá de una incómoda contractura o algún que otro moratón, y aunque son pocos los casos, existe la posibilidad de sufrir una fractura de pene.

Según los expertos, hay que controlar la peligrosidad del ángulo de penetración así como el peso que se esté apoyando sobre el pene, pero no sólo eso. Como explica el doctor Kat Van Kirk en Metro, hay prácticas de lo más habituales que también pueden poner en riesgo la estabilidad de la erección y derivar en ese agónico y doloroso crujido que se traduce en una rotura (por otra parte, reparable vía cirujano).

Si no estás en plena forma o desconoces el grado de entusiasmo que tiene la persona con la que te vas a acostar, es mejor que practiques con mucho cuidado estas cinco posturas sexuales para mantener a salvo tu miembro viril.

1. Cuidado con los pechos

Blanditos y turgentes, de diferentes tamaños y formas, son una de las cualidades físicas femeninas que más atraen a los hombres. Su papel a la hora de practicar sexo puede ser de lo más placentero: tocarlos, acariciarlos, lamerlos, apretarlos y, por qué no, utilizarlos como masajeador para alcanzar el orgasmo sin necesidad de penetración vaginal o anal. Exacto, lo que popularmente se denomina como una cubana.

“Pero, sorprendentemente, los pechos pueden ser realmente peligrosos para el pene”, incide el doctor experto en sexología. Van Kirk explica que ha visto fracturas de pene derivadas de la práctica de introducir el miembro viril entre los senos de una mujer y perder el control con los movimientos provocando la desagradable rotura.

2. La mujer en la parte superior: la vaquera

Hace unos meses, una investigación publicada en Advances in Urology determinó que la postura sexual más peligrosa para los hombres era aquella en la que la mujer cabalga sobre él: la vaquera o cowgirl.

En esta posición todo el peso del cuerpo femenino descansa sobre el miembro viril masculino, puede producir su aplastamiento o fractura en caso de que ella realice un movimiento brusco inapropiado. “A veces no hay suficiente lubricación cuando la mujer se sienta sobre el pene, y si se hace demasiada fuerza o fricción este puede quedar atrapado en el hueso del pubis, situación en la que puede doblarse el ligamento”, explica Van Kirk.

El doctor asegura que este desenlace es más común de lo que la gente piensa. “El problema reside básicamente en que el pubis de cada mujer tiene un tamaño ligeramente diferente”, comenta, lo que se traduce en que, dependiendo de la medida del mismo, el pene puede no tener el suficiente espacio a la hora de practicar esta postura.

3. La vaquera inversa

Ya sea de frente o de espaldas (cowgirl in reverse), la posición de la vaquera es la que más riesgos conlleva. Según Van Kirk, esta postura en la que la mujer está encima del hombre colocada del revés “es aún más peligrosa que la anterior”. Así colocada, los movimientos de ella hacen variar más el ángulo de penetración del pene inclinándolo hacia abajo, lo que puede acabar en fractura si nos pasamos de fuelle.

Aunque se vea mucho en el porno y la idea de practicarla a menudo sea de lo más atractiva, piensa que esas personas son profesionales y saben mantener el equilibrio y la postura sin dejarse caer hacia delante o hacia atrás. O lo que es lo mismo, sin doblar tu miembro viril por descuido.

4. La masturbación vigorosa

Cuando el hombre controla los movimientos, tiene más posibilidades de detener la energía de los mismos si siente dolor en el pene, pero si el tema no está en tus manos –nunca mejor dicho– la cosa cambia. En el mencionado estudio, aunque se negaron a dar más detalles, algunos hombres afirmaron que habían sufrido algún daño colateral en sus penes al dejarse masturbar por sus parejas.

Los investigadores aseguran que son los que menos, pero hay casos en los que un descontrol importante de la fuerza de la fricciónque se estárealizando con las manos puede traducirse en una fractura de pene.

El problema reside básicamente en que el pubis de cada mujer tiene un tamaño ligeramente diferente

5. Al estilo perrito

Esta posición en la que el hombre penetra a la mujer introduciendo su miembro en la vagina desde la parte posterior de la misma –poniéndose detrás de ella–, ocupa el puesto número dos en el ranking de las posturas más peligrosas para la rotura del pene.

“A menudo me encuentro casos en los que al tratar de penetrar la vagina por la puerta trasera, los chicos introducen accidentalmente su pene en el ano de la mujer”, explica Van Kirk. El problema es que al no estar preparados para el sexo anal puede haber poca lubricación o una mayor fricción que dañen en miembro viril.

Pero además, puede ser un dolor compartido, y no sólo en el sentimiento. Como explica la doctora Kristi Latham en Vice, “esta postura es potencialmente peligrosa también para la mujer porque la penetración forzada desde un ángulo equivocado puede causar el desgarro vaginal”.