Este hombre escondió 3 millones en un cofre, y serán para quien lo encuentre

“Procura que el niño que fuisteno se avergüence del hombre que eres”. Esta sabia frase, atribuida al fallecido Jesús Hermida, es una curiosa visión de como cada uno debe actuar en su día a día. Quizá, a simple vista, puede parecer un objetivo factible y sencillo, pero si echásemos una vista atrás, a nuestra infancia, es posible que nos encontremos que con el paso de los años hayamos abandonado alguna de esas tiernas promesas que nos hicimos a nosotros mismos, quizá fruto de la inmadurez, quizá fruto de la inteligencia y pureza que desprende la niñez.

Forrest Fenn, posiblemente, sea uno de esos grandes ejemplos, de esas bonitas historias humanas que, por un momento, nos permiten volver a disfrutar de las grandes vivencias que brinda la infancia. El conocido con el sobrenombre del Indiana Jones de Nuevo México, pasó gran parte de su infancia en la naturaleza jugando y descubriendo los misterios que entrañaban los ríos, piedras, animales, flores y montes que encontraba a su paso.

Fenn ha conseguido que muchos emulen los grandes momentos de exploraciones que él tanto ha disfrutado a lo largo de su vida

Con el paso de la adolescencia, Fenn conoció a Peggy, una joven de la que rápidamente se enamoró y acabó por convertirse en su esposa. Sin embargo, en los 50, y con solo 21 años, se enroló en las fuerzas aéreas estadounidenses y, poco después, se encontró sirviendo al ejército de los Estados Unidos en la Guerra de Vietnam, como muchos compatriotas suyos. Durante el transcurso del conflicto bélico, el avión pilotado por Fenn fue alcanzado por dos proyectiles.

Dicho suceso provocó diversas secuelas que le hicieron replantearse su vida y querer volver, en esta ocasión, con su esposa e hijos, al lugar donde transcurrió su infancia. Tras la vuelta a sus orígenes, nuestro particular Indiana Jones disfrutó de la típica vida que para muchos es el sueño americano: una familia feliz, una vida ejemplar y una situación económica más que holgada.

La noticia que cambió su vida

Todo cambió cuando le detectaron un tumor terminal en 1988, que tras 27 años no ha sido capaz de terminar con él. En ese momento, tal y como haría cualquier otra persona, comenzó a reflexionar sobre su propia vida. Lo que quizá no sea tan normal es la decisión que tomó: esconder un tesoro repleto de oro, rubís o esmeraldas, y valorado entre uno y tres millones de dólares.

Con esta generosa idea, Fenn ha conseguido que muchos emulen los grandes momentos de exploraciones que él tanto ha disfrutado a lo largo de su vida, pues numerosos estadounidenses se han lanzado a la aventura de encontrar su famosa recompensa. El Indiana Jones de Nuevo México ha demostrado su sagacidad, ya que afirma que en estos 27 años, pese a los diversos personajes que han declarado encontrar el tesoro, él tiene constancia de que no ha ocurrido tal acontecimiento.

Como todo buen misterio, Fenn ha ido aportando pequeñas pistas, gota a gota. Que si se encuentra en las montañas rocosas de Santa Fe, que si no esta bajo ninguna vieja construcción, etc. Quizá las más curiosa sea la de que no ha escondido el tesoro en ningún cementerio, fruto de un intrépido explorador que acabó detenido por desarrollar su búsqueda entre lápida y lápida. La última de ellas ha sido revelada en este mismo 2015 y es que el tesoro está mojado. Así que si eres aventurero, tienes un buen traje de baño y ganas de conocer las montañas rocosas de Santa Fe, es imposible tener una mejor excusa para lanzarse a la aventura. Quizá, con mucha suerte, vuelvas del viaje con una buena recompensa.

Fenn es consciente que son muchos los que han tratado de encontrar su tesoro, pero está convencido de que, aunque vuelvan con las manos vacías, habrán encontrado, en las experiencias vividas, algo mejor que su tesoro. Quizá, alguno pueda sentirse frustrado por no encontrar ese dineral, pero lo que es seguro es que si el niño que Fenn un día fue, pudiera ver ahora el adulto que ahora es, sentiría un gran orgullo del tipo de hombre en el que se ha convertido.