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METI: el proyecto “temerario e irreversible” que podría acabar con la humanidad
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¿UN PASO NECESARIO O UNA INSENSATEZ?

METI: el proyecto “temerario e irreversible” que podría acabar con la humanidad

Numerosos científicos creen que ha llegado el momento de enviar mensajes masivos al cosmos para revelar nuestra identidad a los extraterrestres. ¿Deberíamos?

Foto: Douglas A. Vakoch, director del Instituto SETI. (SETI)
Douglas A. Vakoch, director del Instituto SETI. (SETI)

Desde que fuimos conscientes de que la Tierra es sólo uno entre los miles de millones de planetas que pueblan el universo, la humanidad ha valorado la posibilidad de que exista vida extraterrestre. Pero no fue hasta el 19 de noviembre de 1962 cuando, por primera vez en la historia, tratamos de enviar un mensaje a nuestros posibles compañeros de galaxia.

Ese día un grupo de científicos de la Unión Soviética envío un mensaje en morse desde el Radar Planetario Evpatoria –situado en la península de Crimea– en dirección a Venus. Primero enviaron la palabra MIR, que en ruso significa al mismo tiempo “paz” y “mundo” y el día siguiente transmitieron las palabras LENIN y CCCP(el acrónimo en ruso de la URSS). Cabe preguntarse en qué momento pensaron los soviéticosque los posibles venusianos podían interpretar el lenguaje morse y, si diera la casualidad, supieran quien es Lenin;pero, así las cosas, fueron los primeros en intentarestablecer contacto con una civilización extraterrestre.

Desde entonces han sido varios los intentos por enviar mensajes al espacio exterior, tan fascinantes y pintorescos como anecdóticos: desde el famoso mensaje de Arrecibo, que se envió desde el telescopio puertoriqueño del mismo nombre en 1974; hasta el más reciente AMFE (“A Message from Earth”), una cápsula del tiempo digital que contiene 501 mensajes y que se envío con dirección al exoplaneta Gliese 581 c, al que debería llegar en 2029.

El responsable de este último proyecto, el ingeniero y astrónomo soviético Alexander Zaitsev, está convencido de que podemos contactar con vida alienígena de forma activa: enviándoles mensajes en vez de esperar a recibirlos de ellos, que es donde se han concentrado la mayor parte de nuestros esfuerzos hasta la fecha. Pero muchos científicos han levantado la voz de alarma: si insistimos en que nos localicen los extraterrestres podemos enfrentarnos a un peligro con el que seamos incapaces de lidiar.

METI vs. SETI

En un artículo de 2006,Zaitsev utilizó por primera vez el acrónimo METI (“Messaging to Extra-Terrestrial Intelligence”) como contrapunto a SETI (“Search for Extra-Terrestrial Intelligence”), el popular proyecto colectivo que, desde los años 70, trata de buscar en el espacio algún tipo de mensaje propio de una civilización inteligente.

Desde entonces, muchos miembros del SETI, conscientes de su fracaso durante 50 años –en todo este tiempo sólo se ha recibido un mensajeposiblemente inteligente, la famosa señal WOW!– quieren dejar de tener un papel pasivo y empezar a enviar mensajes a los planetas potencialmente habitables que ha ido identificando el telescopio espacial Kepler en los últimos años. Y hacerlo de forma masiva y no en intentos aislados como hasta ahora.

La comunidad científica que participa en el proyecto SETI se encuentra dividida.El sector crítico cree que la iniciativa de Zaitsev traiciona los principios fundacionales de SETI, que consistía en escuchar no es trasmitir, y asegura que el envío de señales al espacio exterior que revelen nuestra existencia puede atraer a alienígenas con intenciones poco amigables. Además, muchos científicos creense están dando importantes pasos en esa dirección sin tener en cuenta la opinión de todo el mundo.

“Un pequeño grupo de radioastrónomos SETI se ha negado a consultar al resto antes de que la humanidad de un paso temerario e irreversible hacia el METI, revelando nuestra presencia en el cosmos”, explica en The IndependentDavid Brin, astrónomo, filósofo y popular escritor de Ciencia Ficción dos veces ganador del premio Hugo. “Todo esto está muy bien si sólo te estuvieras poniendo en riesgo a ti mismo. Pero cuando esos riesgos son impuestos a nuestros hijos y a toda la humanidad, ¿es mucho pedir que lo discutamos primero?”

Brin no es el único científico preocupado por los peligros que plantea el proyecto METI. En 2010 Stephen Hawking aseguró que los humanos deberíamos mantenernos callados para no atraer a civilizaciones alienígenas avanzadas que puedan colonizarlos en lo que canta un gallo. “Si los extraterrestres nos visitan”, advirtió el astrofísico, “el resultado podría ser el mismo que la llegada de Colón a América, que no fue nada bien para los nativos americanos”.

Una semana crucial para el debate

Esta semana la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS) –la sociedad científica más grande del mundo, responsable, entre muchas otras cosas, de publicar la revista Science–, celebra su convención anual, y uno de los puntos clave del programa será una mesa redonda que lleva por título Active SETI: Is It Time To Start Transmitting to the Cosmos?

Como ha explicado a The Independent el doctor Douglas A. Vakoch, director del Instituto SETI y uno de los ponentes del encuentro, “con la reciente detección de planetas similares a la Tierra en zonas habitables de otros sistemas solares, tenemos un objetivo natural para estos proyectos de transmisión”. Y Vakoch, como Zaitsev, es de la opinión de que debemos aprovechar este nuevo conocimiento. “Hay quien puede argumentar que debemos evitar a toda costa enviar transmisiones potentes por el temor a una invasión extraterrestre, pero si esta forma de pensar se afianza, tendremos una humanidad proteccionista, asilada, que evitará la exploración y tratara de minimizar el riesgo a todo coste”.

Habrá que esperar para saber a qué conclusiones llega el Instituto SETI (y no es probable que en su encuentro de esta semana alcancen ninguna conclusión) pero aun más para conocer quién tiene razón, pues cualquier mensaje que se envíe desde la Tierra tarda décadas en alcanzar el exoplaneta más cercano. Pero, si decidimos comunicarnos con los extraterrestres, ¿qué vamos a decirles?

En 2009 el Instituto SETI realizó una encuesta para elegir los mejores mensajes que podríamos enviarles a los alienígenas. Muchos fueron partidarios de enviar ideas matemáticas y expresiones binarias, pero, suponiendo que sean capaces de entender nuestro idioma, estos fueron los ganadores:

  • “Somos los humanos del planeta Tierra”.
  • “Sois ajenos a nosotros, pero tenéis conocimientos”.
  • “Hola y bienvenidos”.
  • “Por favor, ayuda”.
  • “Paz, amor y amistad”.
  • “Nos sentimos solos y temerosos, principalmente a causa de nuestra propia propensión a la violencia”.
  • “Nuestros dioses y religiones tienen mucha influencia en nuestras vidas”.
  • “Reconocemos vuestra herencia cultural y la civilización que ha producido”.

Desde que fuimos conscientes de que la Tierra es sólo uno entre los miles de millones de planetas que pueblan el universo, la humanidad ha valorado la posibilidad de que exista vida extraterrestre. Pero no fue hasta el 19 de noviembre de 1962 cuando, por primera vez en la historia, tratamos de enviar un mensaje a nuestros posibles compañeros de galaxia.

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