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Lo estás haciendo mal: así se bebe el cava correctamente
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Aprende a brindar esta navidad

Lo estás haciendo mal: así se bebe el cava correctamente

Puede que lleves años abriéndolo mal, manteniéndolo a una temperatura inadecuada e incluso sirviéndolo en recipientes no aptos. Aprende a servir bien el champán.

Foto: Algunos consejos para entender por qué estás destrozando el champán y empieces a hacerlo bien. (iStock)
Algunos consejos para entender por qué estás destrozando el champán y empieces a hacerlo bien. (iStock)

Ya estamos en días de celebración: Nochebuena, Navidad, Nochevieja… Toca brindar y compartir nuestros mejores deseos con nuestros amigos y familiares de la mejor manera: con una copa de champán.

La bebida de las burbujas, símbolo de estatus para muchos, se consume en medio mundo para celebrar las ocasiones especiales, y en estos meses encuentra su máximo protagonismo. De hecho, alrededor del 40% del champán francés se vende entre octubre y finales de año, comenta Kayleigh Kulp en The Daily Beast.

Claro que puede que lleves años descorchando la botella mal, manteniéndola a una temperatura inadecuada e incluso sirviendo el cava en recipientes que destrozan sus propiedades y sabores.

Los siguientes consejos y opiniones de expertos sumilleres pueden ayudarte para que la próxima vez que vayas a brindar con champán lo hagas bien.

Es un vino espumoso, pero no todos los espumosos son champán

El champán toma su nombre de la región con el mismo nombre situada en el noroeste de Francia (Champagne). Una zona con un clima quizás poco apetecible para vivir -fresco, poco soleado y con mucha lluvia- pero ideal para el cultivo del afamado brebaje gracias también a su suelo calcáreo, poroso y rico en minerales.

El champán se hace principalmente con la combinación de tres uvas: una blanca, chardonnay, y dos negras, pinot noir y pinot meunier. Si está hecho sólo con uvas negras se tratará del conocido como Blanc de Noirs y si sólo tiene blancas será el Blanc de Blancs.

No es cualquier espumoso, y una de las grandes diferencias están en su proceso de elaboración: “El champán se fermenta una segunda vez en la botella cuando está sellada y cerrada, lo que hace que se produzcan de forma natural las burbujas”, explica Kulp.

Así, teniendo en cuenta estos sencillos datos, podrás escoger con más tino un buen champán sin que te cuelen cualquier espumoso. Lo mejor siempre es no ir de listos y dejarnos asesorar. Recuerda que en nuestro país se elaboran algunos de los mejores champanes del mundo así que no tienes que irte muy lejos para encontrar el caldo espumoso ideal.

El champán: uno de los maridajes más versátiles

Apenas lo tomamos en Navidad y en épocas determinadas del año o acontecimientos reseñables, pero se trata de una bebida que podría acompañar nuestras comidas durante lo 365 días del año. Como dice Keith Goldston, sumiller de los restaurantes de Washington Aggio y Range, “el champán es ácido y es un buen complemento para cualquier tartar de atún o una carne bourguignon”. Dependerá de la variedad que escojamos: por ejemplo, el Brut o Extra Brut es ideal para los pescados, mientras que Brut Nature lo será para las carnes y guisos.

El maridaje entre el vino y la comida se basa en conseguir una bebida que complemente a la perfección con los platos que servimos realzando sus sabores. Y el champán, según los expertos, puede ayudarnos a conseguir el mejor maridaje. Ten en cuenta que hay muchas variedades, por lo que lo mismo podemos decantarnos por uno ácido y seco que por uno mantecoso o dulce y hacer nuestras comidas o cenas redondas.

Cuidado donde lo sirves: no se bebe en ‘copa de champán’

Contrariamente a la creencia popular, “algunas copas de champán no son la mejor copa para disfrutar adecuadamente sus aromas”, comenta Kulp. Es mejor utilizar un vaso de vino blanco o algo más ancho para que el jugo tenga espacio para respirar.

Aunque proviene de tiempos de los romanos –cuando se le conocía como vinum titillum o “vino que hace cosquillas”– fue en el siglo XVII cuando comenzó a hacerse popular en las celebraciones de las cortes europeas. Se cuenta que a las damas de la corte no les gustaba que las burbujas les hiciesen cosquillas en la nariz, de ahí que recipiente perfecto para servirlo tenga una superficie lo suficientemente ancha para que éstas puedan disiparse cuanto antes y se disfrute más a fondo del sabor del champán.

No te pases de frío: mantener a una temperatura constante

Entra mejor fresquito y recién sacado de la nevera, pero el champán, como ocurre con el resto de vinos, hay que mantenerlo a una temperatura constante y esta no debe ser extremadamente fría: “Los aromas se revelan más con el calor, mientras que el frío los embota”, comenta Simonetti-Bryan, uno de los pocos Masters of Wine en EEUU y autor de The One Minute Wine Master: Discover 10 Wines You’ll Like in 60 Seconds or Less (Sterling Epicure).

Lo ideal es mantenerlo a una temperatura óptima unas tres horas antes de abrir la botella y sacarlo de la nevera unos minutos antes de servirlo. Dependerá del tipo de champán, pero se recomiendan 6 grados para los jóvenes, entre 6 y 8 para los Reserva y no más de 10 para los Gran Reserva.

No es caro sólo porque tenga nombre francés

Bebida de la realeza en el siglo XVII, siempre presente en algunas de las grandes celebraciones de la historia, también quieres que esté en tu casa, y no sólo en Navidad. Por suerte en España se producen excelentes variedades de champán o cava –que sí, son lo mismo– y sus precios no son tan abusivos como en otros países.

Sin embargo, alejándonos de nuestras fronteras, el champán ocupa tan sólo el 1% de la producción mundial de vino, lo que se traduce en alrededor de 350 millones de botellas al año. La restringida cantidad y el meticuloso proceso de elaboración. Son los responsables de que el champán sea tan caro.

Lo estás abriendo mal

Una botella de champán tiene tres veces la presión de un neumático de coche. Esto quiere decir que el alambre que ponen alrededor de su corcho no está sólo para que algún miembro de la familia se lo pase estupendamente haciendo algún tipo de manualidad creativa con el mismo, tiene un propósito real: que no se dispare descontroladamente.

Así, lo mejor es no quitarlo hasta que vayamos a tomarlo. Una vez retirado, debemos abrir la botella girando la botella, no el corcho. De este modo evitaremos el sonido de explosión y, de paso, algún que otro incidente familiar (por muy divertidos que sean).

No seas ansias, deja que repose

En primer lugar, recuerda que el champán se sirve en dos tiempos: un primer chorro hasta que la espuma repose, y después terminamos de llenar la copa unas dos terceras partes de su capacidad.

Aunque estemos en plena celebración eufórica, véase el brindis de inicio de año, ten en cuenta que para descubrir todas las esencias del champán, lo ideal es dejarlo reposar al menos cinco minutos: “hay que dejar que el champán se aplane antes de probarlo ya que las burbujas pueden engañar el paladar”, aconseja William Harris, sumiller del aclamado Inn at Little Washington en Virginia.

Ya estamos en días de celebración: Nochebuena, Navidad, Nochevieja… Toca brindar y compartir nuestros mejores deseos con nuestros amigos y familiares de la mejor manera: con una copa de champán.

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