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Misterios del orgasmo: el éxtasis en el sexo y la compleja red erótica de la mujer
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MISTERIOS DE LA 'PETITE MORT'

Misterios del orgasmo: el éxtasis en el sexo y la compleja red erótica de la mujer

Existe en la mujer una vasta y compleja red erótica constituida por los labios vulvares, perineo, vagina exterior, la región anal, el punto G y el clítoris

Foto: Existen cuatro tipos de orgasmos en cuanto a intensidad y extensión. (iStock)
Existen cuatro tipos de orgasmos en cuanto a intensidad y extensión. (iStock)

"Me opongo a las relaciones sexuales antes de la boda. Se corre el peligro de llegar tarde a la ceremonia".

Antonio Ricci (1565 - 1635), pintor barroco italiano.

Existe en la mujer una vasta y compleja red erótica constituida por los labios vulvares, perineo, vagina exterior, la región anal, el punto G y el clítoris -al margen de otras zonas comunes o específicamente personales- abarcada por un inmenso y tupido grupo de venas y terminaciones nerviosas que configura una zona altamente sensible, que hace que el elemental aparato sexual del hombre, parezca más bien una cosa de andar por casa.

Para convertir este inextricable entramado en una fuente de placer, no solo se necesita habilidad técnica, si no en ocasiones, una fuerte implicación emocional compartida o un volcánico acceso de pasión, lo que multiplica exponencialmente las posibilidades de un inusual orgasmo, detonante a veces de un peculiar estado en la mujer, llamado la Petite mort, que no es otra cosa que la de un intenso periodo refractario que se experimenta después del orgasmo femenino.

Este trance que muchas mujeres han sentido, pero no identificado de manera explicable, lleva al cuerpo en ocasiones a unas condiciones de pacífica e inusual enajenación.

La petite mortes un concepto acuñado por Freud que el neurólogo vienés gustaba de relacionar en una extraña asociación entre el placer y la muerte (Eros y Tanatos ). Asimismo, el miedo a no recuperar la corporeidad después del clímax ,es definido por el médico austriaco, famoso por su gran percepción e infinita humanidad,Wilhelm Reich, de forma harto contradictoria, como la “angustia orgásmica “en una clara alusión a la sensación de extinción del yo que a veces se produce tras un potente orgasmo sostenido. Hubo un tiempo en que la pérdida de conciencia tras un fuerte orgasmo se asociaba con una variante de la epilepsia por las contracciones tan violentas y espasmos posteriores que la mujer experimentaba.

Huelga decir que para obtener esta experiencia, es necesaria una potente estimulación previa, lo que hace que se produzca un orgasmo más extenso y dilatado, coronado por esos largos segundos mágicos que se traducen en una sensación de placer interminable hasta hacer perder la noción de realidad, situación que en similares circunstancias aunque con notable diferencia de intensidad, se observa en los hombres con un componente añadido de acusada somnolencia.

Se diferencian claramente de otros orgasmos más cortos y superficiales y en los clímax más intensos se va literalmente a un trance en el que el cuerpo queda extenuado aún después de terminado el coito.Durante este periodo la mujer experimenta una miríada de cambios fisiológicos muy acusados como el aumento de la presión arterial y la frecuencia cardiaca además de contracciones secuenciales de los músculos de diferentes zonas del cuerpo y la liberación de una enorme cantidad de hormonas como la oxitocina, llamada informalmente la molécula del amor.

De las muchas clases de orgasmos distintos en profundidad y extensión, los hay que podrían encuadrarse hasta en cuatro tipos.El más suave es el que implica los preliminares que podría definirse como de “baja intensidad “; tras él, un segundo que en un continuum in crescendo podría llegar a extenderse hasta el primer tercio de la vagina incorporando un acertado tratamiento del clítoris ; un tercero , resultante de fuertes contracciones uterinas, y un cuarto más profundo pero menos usual por las todavía inhibiciones culturales residuales, es del tipo anal. Esta relación, no se ajusta necesariamente a la secuencia descrita pues la magnitud se puede ver alterada por preferencias. La Petite mort rebasa en intensidad y extensión a todos los mencionados.

En algunos casos se producen zumbidos alternativamente en un oído u otro, latidos acelerados, perdidas de conciencia, los ojos cerrados retienen las impresiones , en ocasiones se producen espasmos en las extremidades, como si entrara en una fase epiléptica. Hay un tiempo de recuperación que se hace necesario respetar para no intervenir en las sensaciones de nuestra contraparte que puede oscilar desde los 10 minutos hasta incluso la media hora en el que desaparece el último síntoma de placer evidente.

La explicación científica se basa en que la hipersensibilidad de las zonas genitales, colapsa de mensajes el sistema nervioso provocando una saturación de estímulos. Es un hecho mágico sí, pero de naturaleza puramente fisiológica.

Al final, ese instante de homenaje al amor, nos lleva al más bello de los acercamientos, el del alma. La pequeña muerte es una bocanada de vida.

"Me opongo a las relaciones sexuales antes de la boda. Se corre el peligro de llegar tarde a la ceremonia".

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