No vale sólo cuando gana tu equipo: cuánto suelen hacer el amor las parejas

“¿Cuál es la frecuencia normal con la que debo tener relaciones sexuales con mi pareja?”. Esta es la principal pregunta con la que suelen encontrarse los terapeutas sexuales en sus consultas, según asegura el reputado sexólogo Harry Fish. Una generalizada inquietud entre la mayoría de parejas que le ha servido como punto de partida de su último ensayo, titulado The New Naked: The Ultimate Sex Education for Grown-Ups. Su respuesta, extraída a partir de las estadísticas y de su experiencia en consulta, es que unas dos veces por semana, “pero esto no significa ni que deba tranquilizarnos ni tampoco alarmarnos”, insiste el doctor del Cornell Medical College.

El sexo es una parte importante y casi fundamental para cultivar una relación de pareja sana y feliz, reconoce Fish, “aunque hay que tener en cuenta que la calidad es mucho más importante que la cantidad”. Una máxima que, volviendo a tirar de encuestas, parece pasar desapercibida, sobre todo en lo que incumbe al papel de los hombres. Esto es, uno de cada dos no prolonga el coito durante el tiempo suficiente para que su pareja pueda llegar a tener un orgasmo.

El tiempo promedio de duración de una relación sexual, sin contar los preliminares, es de 7,3 minutos. Un tiempo demasiado breve como para que una mujer pueda alcanzar el clímax sexual, explica el autor en su último ensayo. Aun así, reconoce el sexólogo, un alto porcentaje de parejas ni siquiera alcanza los cinco minutos de duración, lo que a todas luces es insuficiente para sentirse satisfechos sexualmente.

Cómo mantener viva la pasión

Atendiendo a estos datos, es inútil preocuparse por la frecuencia con la que mantener relaciones si luego estas no son satisfactorias. De hecho, las parejas jóvenes son las que practican sexo con una mayor frecuencia (al menos una vez cada dos días), pero también las que tienen un menor tiempo promedio de duración. Y es que el número de erecciones diarias a esta edad, contando también las parciales, es de once, según matiza el autor. En cambio, las parejas a partir de los 40 tienen menos encuentros, uno o dos por semana, pero estos son más duraderos y satisfactorios debido a la experiencia y al conocimiento mutuo de los gustos en la cama.

De acuerdo con las investigaciones del sexólogo Alfred Kinsey, cuyos resultados recupera el autor en su libro, la corta duración del tiempo de penetración vaginal es una fuente constante de conflicto entre las parejas. Si por un lado ellas no consiguen tener orgasmos, para ellos supone un golpe a su autoestima y un síntoma de incompatibilidad sexual. Las diferencias en este sentido son abismales: desde los dos minutos hasta los 40.

De todos es sabido que en la primera fase de una relación se tiende a tener un mayor número de relaciones sexuales, independientemente de la edad. Por otra parte, las parejas casadas o que viven juntas practican más sexo que el resto. Un acceso regular que, según ha observado Fish a lo largo de sus años de consulta, no siempre juega a favor de la satisfacción mutua.

Para evitar caer en el aburrimiento, aconseja el autor, es importante mantener la comunicación, aprender a expresar lo que uno quiere o necesita, y abordar los posibles problemas antes de que sea tarde. Es lógico que la pasión se vaya esfumando cuando se llevan muchos años durmiendo con la misma pareja al lado. Experimentar con prácticas nuevas para volver a despertar el deseo puede ser una de las estrategias que mejor funcionen. Si esto no es suficiente, insiste el sexólogo, no hay que dudar en acudir a un terapeuta, pues el sexo es un elemento imprescindible para alcanzar la felicidad en la pareja.