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No eres un trabajador, eres una marca: 7 pautas para ser 'premium'
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No eres un trabajador, eres una marca: 7 pautas para ser 'premium'

La consultora Irene Martínez, autora de "Marca profesional. Cómo ser sobresaliente, relevante y diferente", explica las claves para destacar

Foto: La consultora Irene Martínez. (Keyexecutive)
La consultora Irene Martínez. (Keyexecutive)

A principios del siglo XX, Vilfredo Pareto demostró la prevalencia de la llamada regla del 80/20, según la cual el 20% de la población posee el 80% de algo, una constante que, afirma la consultora Irene Martínez, autora de Marca profesional. Cómo ser sobresaliente, relevante y diferente (Alienta) se repite sorprendentemente a lo largo de los contextos más dispares: el 20% de la población tiene el 80% de la riqueza, el 20% de los clientes generan el 80% de las ganancias de una empresa o el 20% de los artículos genera el 80% de los movimientos.

También ocurre así en el mercado laboral. Hasta hace poco tiempo, la regla que regía nuestros destinos profesionales era la campana de Gauss, lo que suponía que la mayoría de valores se situaban en la zona media y sólo unos pocos estaban en los extremos, tanto en positivo como en negativo. Pero la campana de Gauss parece haberse quebrado a base de los martillazos de Pareto, lo que está dando lugar a nuevas reglas de juego.

A ellas dedica Irene Martínez su libro, que subraya cómo en lo laboral la frontera entre lo valioso y lo irrelevante se ha incrementado. El mercado de trabajo está cada vez más polarizado, lo que ha provocado que también nosotros nos convirtamos en mero capital simbólico, con todo lo que ello implica. Seremos marca blanca o marca líder, porque ya apenas hay espacio en el centro: la normalidad gaussiana tiende a desaparecer, siendo absorbida por la commodity o el elevado valor añadido. Estos son los consejos que Martínez ofrece para desenvolvernos con éxito en este nuevo contexto:

Eres premium o low cost

“Al igual que el mundo de las empresas se divide en esas dos posibilidades, con los profesionales y demás empleados ocurre igual. Están quienes aportan valor y quienes no, y éstos sólo podrán competir ofreciendo servicios de bajo coste. Muchos de nosotros somos conscientes de eso, pero no nos lo acabamos de creer o no lo acabamos de interiorizar. Antes ser normal era bueno, ahora no; eso se ha acabado. Ser del montón, que es igual que ser marca blanca, es ser prescindible. Si en tu empresa eres uno más, estás muerto, profesionalmente hablando”.

El talento marca la diferencia

“Tienes que descubrir en qué tienes talento y comenzar a trabajarlo, algo que sólo harás si te gusta lo suficiente eso para lo que vales, porque si no, no vas a ser relevante. La mayoría de la gente tiene en mente que el talento es algo que se tiene o no se tiene, y no es así. El talento es algo que se cultiva y se desarrolla, algo en lo que hay que emplear tiempo. El talento no es cuestión de genética, sino de dedicación. Por eso sólo las personas que descubren qué es lo que son y qué quieren ser, y que saben buscar el lugar en el que pueden ser diferenciales, son las que tienen más posibilidades hoy”.

Busca comprador (para ti)

“Una vez que sabes en qué eres bueno, has de cerciorarte de que eso es interesante para alguien. Si no hay nadie que pague lo que tú sabes hacer, entonces no es una profesión, es un hobby. Ese es un problema habitual en muchas personas que deben reinventarse porque se han quedado sin trabajo. Como la parte técnica ya la tienen, deben pensar si esas habilidades son trasladables a otro campo de actividad técnica y saber dónde está el mercado que puede pagar por ellas. A veces tendemos a la pereza y solemos desanimarnos, pero si piensas que no hay nada para ti, entonces nunca habrá nada para ti”.

placeholder Irene Martínez. (Key Executive)

Hacerse ver, lo más importante

“La visibilidad es esencial, y sólo se consigue comunicando. Tienes qué pensar cuáles son las personas clave a las que quieres llegar, qué piensan de ti y qué mensajes les estás mandando. Cuando quieras contar algo de ti, repite el mensaje las veces que sean necesarias. Necesitamos consistencia, y cuantas más veces te vean haciendo algo, más consistente serás a sus ojos. Para buscar visibilidad fuera de tu empresa, deberás relacionarte con gente que tenga intereses como los tuyos, y conseguir que te vean como alguien valioso. Internet, en ese sentido, brinda muchas posibilidades. Puedes comunicar, tuitear y compartir con los demás, darles información... A mucha gente le cuesta hacer estas cosas, les da pereza. Es un error”.

No te la juegues a una carta

“Los ciclos profesionales duran una media de siete años, por lo que siempre tienes que estar atento a lo que surge dentro y fuera de la empresa. Antes las empresas eran más paternales, ahora son más un contrato entre adultos, por lo que ya no te pueden ofrecer nada para toda la vida. Antes cumplías y te quedabas, ahora no, por lo que tienes que tener visibilidad fuera. En este sentido, lo único nuevo es internet, el resto de vías para estar bien situado fuera son las de siempre, proveedores, clientes, asociaciones profesionales, etc.”

Céntrate en lo que puedes cambiar

Hay circunstancias que no se pueden modificar, por lo que tendrás que olvidarte de ellas y focalizarte en aquellas en las que sí puedes influir. Y, desde luego, lo que sí puedes cambiar es tu actitud. Toma las riendas y haz que las cosas ocurran. Pero siempre teniendo en cuenta que contar con un ideal está bien, pero no sirve para construir cosas por sí mismo. Las visiones son como apuntarse al gimnasio. Hay que ir, y trabajar mucho.

El capital atractivo cuenta, y mucho

“No es políticamente correcto decirlo, pero el atractivo influye decisivamente en la carrera profesional, ya sea dentro de una empresa o como freelance. En España no gusta mucho hablar de este asunto, pero en el entorno anglosajón saben bien que un Obama feo nunca hubiera ganado. Lo llaman capital erótico, y es una mezcla de belleza, de saber vestir, saber sonreír y saber estar. Últimamente muchos estudios han subrayado que los directivos más atractivos ganan más dinero, y suele ser así. Pero debemos tener en cuenta que hay muchos aspectos, y que no sólo tiene que ver con tu belleza genética. Se puede invertir tiempo en ser más atractivo, pero lo importante es que tu forma de vestir, tu actitud, y tu personalidad encajen en el ambiente en el que te ubicas. Hay profesiones en las que estás obligado a vestirte para, al menos, empatar con tus clientes. Aunque lo ideal, eso sí, es que tu imagen sea la de la persona que te gustaría llegar a ser.

A principios del siglo XX, Vilfredo Pareto demostró la prevalencia de la llamada regla del 80/20, según la cual el 20% de la población posee el 80% de algo, una constante que, afirma la consultora Irene Martínez, autora de Marca profesional. Cómo ser sobresaliente, relevante y diferente (Alienta) se repite sorprendentemente a lo largo de los contextos más dispares: el 20% de la población tiene el 80% de la riqueza, el 20% de los clientes generan el 80% de las ganancias de una empresa o el 20% de los artículos genera el 80% de los movimientos.

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