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El misterioso accidente de los Missoni: ¿un nuevo Triángulo de las Bermudas?
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CONTINÚA LA BÚSQUEDA DE LA AVIONETA DESAPARECIDA

El misterioso accidente de los Missoni: ¿un nuevo Triángulo de las Bermudas?

Sólo 176 km separan el caribeño archipiélago de Los Roques del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, en Caracas, el más importante de Venezuela, desde el que parten

Foto: El misterioso accidente de los Missoni: ¿un nuevo Triángulo de las Bermudas?
El misterioso accidente de los Missoni: ¿un nuevo Triángulo de las Bermudas?

Sólo 176 km separan el caribeño archipiélago de Los Roques del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, en Caracas, el más importante de Venezuela, desde el que parten la mayoría de los turistas que visitan la zona. Pero, pese a lo insignificante del trayecto, la ruta ha registrado en los últimos años un importante número de accidentes aéreos, de los que se desconocen las causas exactas. El último de ellos ocurrió el pasado 4 de enero. Una avioneta con seis tripulantes –el piloto, el copiloto y cuatro turistas de nacionalidad italiana– desapareció sin dejar rastro. El bimotor (un BN-2 Islander de 1968) desapareció del radar y, aunque las autoridades venezolanas creen que tuvo que estrellarse a la fuerza en el mar, la búsqueda continúa sin resultados aparentes.  

El suceso ha conmocionado a la sociedad italiana. En la avioneta volaba Vittorio Missoni, un conocido empresario hijo del famoso estilista Ottavio Missoni, fundador de la firma de moda que lleva su nombre. La condición adinerada de los tripulantes ha hecho que se especule con la posibilidad de que la avioneta haya sido secuestrada –una opción a la que se agarra la familia Missoni– aunque no se descarta que haya sido golpeada por un rayo, algo probable dado las características meteorológicas de la zona. 

Las autoridades venezolanas han desplegado un importante grupo de rescate, formado por 385 personas, varios aviones y un buque oceanográfico. La zona a rastrear es considerable. El archipiélago de Los Roques es el parque marino más grande de América Latina. La estructura de atolón (única en el Caribe), los 1.500 km2 de arrecife de coral, sus 350 islas (en su mayor parte de pequeño tamaño), una temperatura media de 27 grados y una de las poblaciones de aves y peces más variadas del mundo, lo convierten en uno de los destinos turísticos más atractivos y lujosos de Latinoamérica. Pero el trayecto en avión sólo lo cubren pequeñas avionetas de doble hélice. 

Una extraña coincidencia

Según pasan los días sin que aparezca la avioneta ni se tenga constancia de un posible secuestro, el misterio crece. La prensa italiana no ha tardado en bautizar el trayecto a Los Roques como “la ruta maldita”. No es para menos dada las coincidencias de este nuevo accidente con uno muy similar ocurrido el mismo día, 4 de enero, hace exactamente cinco años. Entonces desapareció una avioneta con 14 tripulantes, ocho de ellos italianos, que cubría la misma ruta. El único cuerpo que logró rescatarse fue el del copiloto –que fue encontrado por unos pescadores  a 12 km de la costa– pero hasta la fecha no se sabe nada de los restos de la aeronave (si es que realmente se estrelló).

Hace exactamente cinco años desapareció una avioneta con 14 tripulantes, ocho de ellos italianos, que cubría la misma rutaEl semanario italiano Oggi, ilustraba el pasado 28 de diciembre su portada con una premonitoria exclusiva en la que se anunciaba que los familiares de los desaparecidos del accidente de 2008 habían llegado a un acuerdo con las autoridades venezolanas para reanudar la búsqueda de la avioneta. En su opinión, y tal como insisten los periodistas de Oggi, sus parientes fueron secuestrados por un grupo de narcotraficantes que podría haber viajado en la propia avioneta. Oficialmente, la aeronave transportaba a 14 personas, pero en la última grabación que se conserva entre el piloto, el venezolano Esteban Bessil, y la torre de control, éste apunta que había 18 personas a bordo. ¿Se estaba equivocando al hacer las cuentas o había cuatro personas más de las que se habían registrado en el aeropuerto? En Oggi especulan con la idea de que los cuatro pasajeros sobrantes eran narcotraficantes colombianos, pero su conclusión no deja de ser una mera especulación.

Estos dos accidentes no son los únicos que ha protagonizado el archipiélago de Los Roques. Desde mediados de los noventa se han registrado al menos 15 incidentes en la zona. El más grave ocurrió en 1997, cuando una avioneta Cessna desapareció sin dejar rastro. Los datos del accidente son similares. A bordo viajaban seis personas, entre ellas dos italianos de luna de miel y un abogado de Amnistía Internacional. Nunca se encontraron los restos de la avioneta, aunque sí el cuerpo de uno de los tripulantes.

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Un terreno abonado para la conspiración

El misterio de Los Roques recuerda al archifamoso caso del Triángulo de las Bermudas, la zona comprendida entre Miami, Bermudas y Puerto Rico que fue objeto de innumerables teorías conspirativas durante la segunda mitad del siglo XX. El misterio alcanzó la categoría de mito gracias al escritor Charles Berlitz y su libro El Triángulo de las Bermudas (1974), una compilación de sucesos manipulados, falseados y, en muchos casos, directamente inventados, que acabó siendo un superventas en todo el mundo. Aún hoy en día, el libro es responsable de que circulen todo tipo de misterios respecto a una zona que, según la Guardia Costera de EEUU, no ha sido testigo de más desapariciones de barcos o aviones que otras áreas de igual tráfico.

Las cábalas esotéricas desaparecen en cuanto se exploran las verdaderas causas de los accidentes acontecidos en estas 'zonas malditas'Los Roques y el Triángulo de las Bermudas no son las únicas zonas áreas sobre las que existe cierto misticismo. En esta peculiar lista podemos encontrar también el Triángulo de Formosa (entre las islas Gilbert, Taiwán y el atolón Wake), el Triángulo de Michigan (en la zona de los Grandes Lagos), el Mar de los Sargazos (una zona sin apenas corrientes marinas, junto al propio Triángulo de las Bermudas, en la que es prácticamente imposible navegar a vela) y el Mar del Diablo (una región del Pacífico a 100 km. al sur de Tokio sobre la que también escribió Berlitz).

Las cábalas esotéricas, no obstante, desaparecen en cuanto se exploran las verdaderas causas de los accidentes acontecidos en estas “zonas malditas”. La mayoría están asociados a condiciones meteorológicas adversas, imprudencias varias y avionetas en mal estado. Sobre todas ellas se ha especulado respecto al último accidente de Los Roques.

Un vídeo publicado en el diario italiano La Repubblica, en el que se ve despegar a la avioneta con un aparente problema en las hélices, ha desatado todo tipo de especulaciones, aunque los expertos en aviación se han apresurado a descartar un fallo de este tipo: si el piloto hubiera registrado una anomalía habría abortado el despegue. Al fin y al cabo, tal como ha explicado a The Guardian Nick Wall, redactor jefe de la revista Pilot, los pilotos no se preocupan por supuestas maldiciones, y “prefieren concentrarse en las cosas que realmente pueden ayudarles a vivir por más tiempo como el nivel de combustible, los partes meteorológicos o las inspecciones técnicas”.

Según explica este experto, los pilotos están cada vez más preocupados por fenómenos meteorológicos poco estudiados en el terreno de la aviación como las cizalladuras del viento, cambios bruscos de la dirección y velocidad de las corrientes en pequeñas distancias que suelen ocurrir en las zonas de costa, o las ondas de montaña, corrientes que se forman al sotavento de las barreras topográficas cuando soplan vientos fuertes y perpendiculares a estas barreras. Ambos fenómenos pueden provocar turbulencias repentinas, difíciles de prever, aunque, tal como asegura Wall, es pronto para aventurar si un fenómeno de este tipo está detrás de este último accidente.

Sólo 176 km separan el caribeño archipiélago de Los Roques del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, en Caracas, el más importante de Venezuela, desde el que parten la mayoría de los turistas que visitan la zona. Pero, pese a lo insignificante del trayecto, la ruta ha registrado en los últimos años un importante número de accidentes aéreos, de los que se desconocen las causas exactas. El último de ellos ocurrió el pasado 4 de enero. Una avioneta con seis tripulantes –el piloto, el copiloto y cuatro turistas de nacionalidad italiana– desapareció sin dejar rastro. El bimotor (un BN-2 Islander de 1968) desapareció del radar y, aunque las autoridades venezolanas creen que tuvo que estrellarse a la fuerza en el mar, la búsqueda continúa sin resultados aparentes.