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El padre más decepcionado del mundo dice la verdad a sus hijos
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“ES HORRIBLE RECIBIR UN CORREO ASÍ”

El padre más decepcionado del mundo dice la verdad a sus hijos

Hay muchas maneras de arreglar los conflictos familiares pero, desde luego, hacerlos públicos no es una buena idea. Quizás Nick Crews, un oficial en la reserva

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El padre más decepcionado del mundo dice la verdad a sus hijos

Hay muchas maneras de arreglar los conflictos familiares pero, desde luego, hacerlos públicos no es una buena idea. Quizás Nick Crews, un oficial en la reserva de la armada británica que hasta hace poco capitaneaba uno de los submarinos nucleares de Reino Unido, no contaba con el hecho de que, hoy en día, cualquier correo electrónico puede compartirse, y hay gente muy cotilla por el mundo. Quizás de haberlo sabido no habría escrito por correo a sus tres hijos para decirle que está harto de su actitud: “Es obvio que ninguno de vosotros tiene la menor idea de la amarga decepción que nos habéis causado. Estamos viendo la miserable agonía del cuarto de vuestros matrimonios, al mismo tiempo que vemos cómo llega un quinto.”

“Me pregunto si os dais cuenta de cómo nos sentimos”, afirma Crews, cuya decepción no parece tener límites. “Después de ocuparnos de vosotros lo mejor que hemos podido –probablemente de forma equivocada– esperábamos veros hacer lo mismo, asumiendo vuestras responsabilidades para proporcionar a vuestros hijos un hogar feliz. Tener un trabajo basado en la educación que habéis recibido podría haberos ayudado, pero hasta ahora ninguno de vosotros es lo que podríamos llamar autosuficiente. ¿Quién de vosotros, con esposo o sin él, puede hacerse cargo de sus familias, financiar su casa y proporcionarse una pensión para cuando sea mayor?”

Y por si no ha quedado claro, después de acusar a sus hijos de ser unos ineptos y de preocuparse solo por copular, Crews asegura que no quiere volver a oír nada de ellos hasta que logren tener éxito o, al menos, puedan contarle “un plan REALISTA (sic) para asegurar el sustento y felicidad de sus familias”. Firmado: un padre muy, pero que muy, decepcionado.

El misil de Crews

Crews es, tal como le ha bautizado la prensa anglosajona, el padre más decepcionado del mundo. El correo que ha mandando a sus hijos ha dado la vuelta al mundo cuando una de sus hijas, que no ha dudado en airear el asunto en el Daily Mail, lo ha hecho público con la intención de promocionar un libro que está traduciendo. En declaraciones al rotativo británico, Emily, que trabaja como traductora en Francia, le quita hierro al asunto: “Lo que dice es lo que mucha gente de su edad, género y clase social, quisiera decirle a sus hijos pero nadie se ha atrevido”. Pese a esto, Emily reconoce que ha sido horrible recibir un correo así de su padre. Aunque no le haya importado hacerlo público.

Lejos de criticar la virulencia del correo, muchas personas han visto reflejado en él sus inquietudesDesde su publicación en la prensa, el e-mail se ha convertido en un fenómeno viral en Gran Bretaña y amenaza con arrasar también en Estados Unidos. Los ingleses han bautizado el correo como “el misil de Crews”, en referencia a su experiencia con los submarinos. Pero quizás lo más sorprendente es que, lejos de criticar la virulencia del correo, muchas personas han visto reflejado en él sus inquietudes. El veterano periodista del New York Times, David Brooks, lo tiene claro: “Muchos padres están aparentemente encantados con que alguien por fin haya tenido el coraje de dar una patada en el culo a esta panda de holgazanes mimados”. Pese a que, asegura, todo esto no haga más que empeorar la situación: “La gente no se comporta mal porque no tenga suficiente información sobre sus deficiencias. Se comporta mal porque cae en patrones de comportamiento destructivos de los que son incapaces de escapar”. 

Hay muchas maneras de arreglar los conflictos familiares pero, desde luego, hacerlos públicos no es una buena idea. Quizás Nick Crews, un oficial en la reserva de la armada británica que hasta hace poco capitaneaba uno de los submarinos nucleares de Reino Unido, no contaba con el hecho de que, hoy en día, cualquier correo electrónico puede compartirse, y hay gente muy cotilla por el mundo. Quizás de haberlo sabido no habría escrito por correo a sus tres hijos para decirle que está harto de su actitud: “Es obvio que ninguno de vosotros tiene la menor idea de la amarga decepción que nos habéis causado. Estamos viendo la miserable agonía del cuarto de vuestros matrimonios, al mismo tiempo que vemos cómo llega un quinto.”