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"Conseguir el poder implica dejar de lado a tu familia"
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LA VIDA DE SARKOZY, CONVERTIDA EN UN 'REALITY' SHOW

"Conseguir el poder implica dejar de lado a tu familia"

La vida de Nicolas Sarkozy es pura ficción y este fin de semana llegará a la gran pantalla con la película “De Nicolas a Sarkozy” (La

Foto: "Conseguir el poder implica dejar de lado a tu familia"
"Conseguir el poder implica dejar de lado a tu familia"

La vida de Nicolas Sarkozy es pura ficción y este fin de semana llegará a la gran pantalla con la película “De Nicolas a Sarkozy” (La Conquête), dirigida por Xavier Durringer. La obsesión por ofrecer una imagen transparente, tanto de su vida pública como privada, lo ha convertido en un personaje de reality show, sin apenas momentos íntimos en los que no esté rodeado por una docena de cámaras de televisión. Un juego de emociones, a modo de Storytelling, que incluso le costó la separación matrimonial de su mujer Cécilia Attias, con la que llevaba 20 años casado. Ella no aguantó la presión de los focos y cogió las maletas el mismo día en el que su marido llegó al Elíseo.

El líder francés ha vuelto durante las últimas semanas a las portadas de las revistas del corazón, donde ha emprendido una campaña paralela para mostrarse al mundo como un hombre herido, víctima de un matrimonio infeliz con su exmujer, a la que califica como “casquivana, fría y brutal”. Sus problemas conyugales también han salido a la luz en una biografía autorizada. El libro L'Impétueux (El impetuoso), escrito por Catherine Nay, narrra una relación de amor-odio que llegó a su fin en octubre de 2007, tras meses de rumores de crisis matrimonial y numerosas infidelidades confirmadas por ambas partes en distintos medios, como Cecilia con el publicista Richard Attias o Nicolás con la periodista de Le Figaro Anne Fulda.

El factor sentimental

La cara oculta del presidente galo en su meteórico ascenso al poder, desde su nombramiento como ministro del interior en 2004 hasta su conquista de la presidencia en 2007, sale ahora a relucir en una película oportunista, aunque “necesaria”, como defiende su director Xavier Durringuer. “Esta película habla del sistema mostrando cómo los políticos gestionan las campañas basándose sólo en las encuestas y priorizando los factores emocionales sobre las propuestas programáticas. Una grave estrategia populista en la que se dice lo que el electorado quiere oír”, explica este combativo cineasta, que pone como ejemplo los exabruptos lanzados contra España. El componente ideológico del filme salta a la vista desde las primeras escenas, un extremo que no esconde el propio Durringuer, que abiertamente se declara militante de izquierdas.

La distinción entre ficción y realidad se convierte en una quimera, aunque su director insiste en la objetividad del filme, pues Esta película habla del sistema mostrando cómo los políticos gestionan las campañas“el 99% del guión está basado en hechos y conversaciones reales”. Un estilo narrativo en formato de falso documental se hubiese adaptado más a las intenciones del director, quien reconoce que no pudo huir del filón cómico a la hora de encarnar al personaje de Sarkozy (Denis Podalydès), en unas ocasiones próximo a Chaplin y en otras a Al Pacino. “El filme es violento, por su descripción de la lucha bizantina y sin escrúpulos del pequeño Sarkozy contra Jaques Chirac y Dominique Villepin, pero también cómico porque se trata de una pelea al estilo quijotesco”.

Gusten o no las formas con las que el presidente galo ha conquistado el poder, de lo que no cabe duda es de su capacidad para sacrificar cualquier aspecto de su vida personal con tal de alcanzar su meta política. “Es la primera vez en la historia que una mujer deja a su marido por otro hombre el mismo día en el que se convierte en presidente de la nación. Cecilia fue la primera persona que dejó de creer políticamente en Sarkozy”, añade Durringuer. Una noche que el propio Sarkozy no duda en calificar como “la más triste de mi vida”. Pocos meses después de hacerse efectivo el divorcio, Carla Bruni entró en su vida.

Una vida de portada

El personaje del presidente galo define esta situación en el filme al declarar que “estoy solo y por eso soy libre”. Una soledad emocional, pues el afán de su gabinete de comunicación por “crear las noticias y luego comentarlas” lo llevó incluso a convocar a la prensa en un recóndito meandro del río Amazonas, en la Guyana francesa, para que lo filmasen navegando conSarkozy ha acaparado más portadas del corazón que ningún otro líder político su mujer. “Sarkozy ha acaparado durante estos años más portadas de revistas del corazón que ningún otro líder político. Un juego que sigue alimentando y que a la prensa rosa le viene bien para vender más revistas”, añade el director de la película. "Una gestión de la imagen que intenta imitar los pasos de John F. Kennedy, pero le sale mal y acaba pareciéndose más a Berlusconi o a Putin", satiriza Durringer, refiriéndose a los escarceos amorosos del primero y a la obsesión por parecer un "hombre de acción" del segundo.

De esta representación continua de la vida privada tampoco se escapan los peligros. “Llega un momento en el que sobrepasas los límites, tu vida no puede convertirse en un serial porque acabas perdiendo a los tuyos”.

La vida de Nicolas Sarkozy es pura ficción y este fin de semana llegará a la gran pantalla con la película “De Nicolas a Sarkozy” (La Conquête), dirigida por Xavier Durringer. La obsesión por ofrecer una imagen transparente, tanto de su vida pública como privada, lo ha convertido en un personaje de reality show, sin apenas momentos íntimos en los que no esté rodeado por una docena de cámaras de televisión. Un juego de emociones, a modo de Storytelling, que incluso le costó la separación matrimonial de su mujer Cécilia Attias, con la que llevaba 20 años casado. Ella no aguantó la presión de los focos y cogió las maletas el mismo día en el que su marido llegó al Elíseo.