Te vigilan: cuidado con lo que tardas en tomar el café
¿Vigilan tus jefes el rato que pasas fuera del puesto de trabajo? ¿Tienes restringidas las funciones del ordenador? En cualquier momento podrían contabilizar, incluso, cuanto tiempo pasas
¿Vigilan tus jefes el rato que pasas fuera del puesto de trabajo? ¿Tienes restringidas las funciones del ordenador? En cualquier momento podrían contabilizar, incluso, cuanto tiempo pasas en el cuarto de baño. Es lo que está ocurriendo en una empresa de Noruega, según informó el rotativo británico Daily Mail, donde salta una alarma si uno de sus teleoperadores se ausenta de su puesto más de ocho minutos al día. Se trata del máximo descanso de la jornada, aparte del tiempo estimado para comer. Los empleados de esta empresa deben organizar estos ocho minutos para ir al baño, fumar, hacer llamadas personales o cualquier otra cosa.
Se trata de un caso extremo, pero vivimos episodios de este tipo todos los días en nuestros puestos de trabajo. No sólo es la empresa la que vigila al trabajador, también hay vigilancia entre los propios compañeros. ¿Está bien que los fumadores descansen mientras el resto de compañeros siguen trabajando? ¿Es menos productivo un trabajador que hace descansos para tomar café frente a otro que no los hace?
Productividad vs. autonomía
Más allá de los ejemplos concretos, lo cierto es que hay muchas empresas que, con miras a mejorar la efectividad y productividad, imponen sistemas de control para que sus empleados no descansen más de lo estipulado o no pierdan tiempo en su puesto en tareas no estrictamente laborales. Pero, ¿son efectivas estas medidas de vigilancia de cara a mejorar la productividad de los trabajadores?
Las políticas del palo y la zanahoria no llevan a ningún sitioSalvador Moncada, investigador del Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS) de CC.OO, cree que restringir la autonomía del trabajador “siempre es negativo”. Moncada califica las medidas para controlar el tiempo de descanso de los trabajadores como “demagogia pura y dura” y cree que no hay ninguna razón para pensar que ese tipo de iniciativas hagan que mejore en algo la productividad. En ese sentido el investigador explica que los países con más productividad son aquellos que invierten en formación y motivan al trabajador de forma positiva. “Las políticas de personal más productivas”, explica Moncada, “son aquellas enfocadas en considerar a cada persona como un ser capaz de aprender, mejorar, innovar, y tener autonomía en sus tareas diarias, no aquellas que consideran a los trabajadores como una pandilla de inútiles y estafadores”. El investigador apunta que más autonomía implica más responsabilidad y que el trabajador debe rendir cuentas de su trabajo, pero en ningún caso ser vigilado. “Las políticas del palo y la zanahoria no llevan a ningún sitio”, concluye Moncada, “y además ahora ni siquiera hay zanahoria”.
Motivando al trabajador para optimizar el tiempo
Las empresas que aplican sistemas para vigilar y controlar a sus empleados alegan siempre que tienen derecho a comprobar que sus trabajadores están haciendo realmente la tarea encomendada. En definitiva, hay cierta tendencia a pensar que a los trabajadores españoles se escaquean con frecuencia de hacer su trabajo y pierden el tiempo en tareas que no se corresponden con su puesto.
Más que poner corsés hay que apelar a la responsabilidad de las personasEspaña es uno de los países de Europa dónde más horas se trabaja, pero somos uno de los menos productivos. Esto es un claro problema, pero hay muchas maneras de solucionarlo. Ignacio Buqueras, economista y presidente de la Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles(ARHOE), cree que en España no gestionamos bien el tiempo. El economista cree que hay que acabar con el “presentismo”, término que utiliza para definir el comportamiento de los trabajadores que no se levantan de su puesto hasta que no se va el jefe, aunque no estén haciendo nada productivo. En ese sentido, el presidente de ARHOE cree que los españoles perdemos mucho tiempo en el trabajo, por ejemplo contestando correos personales o desayunando en horario laboral, y no sabemos dar prioridad a unas tareas sobre otras. En definitiva, deberíamos trabajar menos horas, pero mejor organizados y más intensamente. En ese sentido no le sorprende que los empresarios “quieran ejercer cierta vigilancia”, aunque reconoce que “más que poner corsés hay que apelar a la responsabilidad de las personas”.
Moncada comparte con Buqueras que es necesario racionalizar los horarios, pero insiste en que es cosa de todos: “Vivimos en un país en el que la tercera parte de los asalariados tienen jornadas más largas de lo estipulado, en la mitad de los casos, además, no se pagan horas extras ni se compensan con días libres”. “Hay que avanzar en la conciliación”, concluye, “pero la vía no es que las empresas dispongan de más tiempo de los trabajadores de forma unilateral”.
Videocámaras para controlar al trabajador
Otra de las medidas que utiliza la empresa para controlar al trabajador es la instalación de cámaras de vídeo que vigilan en todo momento la labor del mismo. El Estatuto de los Trabajadores faculta, textualmente, al empresario “para adoptar las medidas que estime más oportunas de vigilancia y control para verificar el cumplimiento por el trabajador de sus obligaciones y deberes laborales”. Las empresas pueden vigilar en todo momento a sus trabajadores, pero esto no las exime de cumplir con la Ley Orgánica de Protección de Datos, por lo que tienen que informar en todo momento a sus empleados de que están siendo grabados, para que estos puedan ejercer sus derechos.
Las empresas deben informar a sus trabajadores de que están siendo vigiladosSegún ha informado a El Confidencial la Agencia Española de Protección de Datos, ya se han tramitado denuncias a empresas que vigilaban a los trabajadores sin haberlo anunciado. En 2009 se multó a un supermercado Mercadona, de Ferrol, que había grabado a una empleada en concreto, ante la sospecha de irregularidades en su caja registradora, sin informar a los trabajadores ni instalar los carteles informativos obligatorios. La empresa tuvo que pagar una multa de 1.000 euros, por una “infracción leve”.
En 2010 le tocó el turno a Alcampo, que también instaló cámaras de seguridad con el objetivo de sancionar a los trabajadores que fumaban o comían en horario laboral. Las cámaras habían sido instaladas sin haber informado a los trabajadores y, en esta ocasión, al haber más cámaras y haber ejercido una vigilancia indiscriminada, la sanción fue de 60.000 euros.
Más excesos en la vigilancia, también en España
La polémica medida de la empresa de teleasistencia noruega es la última que ha saltado a los medios pero no es la única, ni la peor. El año pasado el defensor del pueblo para temas laborales del país escandinavo comentó que había recibido denuncias de una empresa que obligaba a las trabajadoras a llevar un brazalete rojo cuando tenían la menstruación, para justificar visitas más frecuentes al aseo.
Tampoco hace falta irse tan lejos para encontrar polémicas de este tipo. El pasado mes de octubre, según recogió La Opinión de Murcia, el sindicato UGT denunció ante la Inspección de Trabajo a dos empresas del grupo El Ciruelo, ubicadas en la Región de Murcia y dedicadas al manipulado y envasado hortofrutícola, por obligar a sus trabajadoras –sólo a las mujeres– a pedir permiso para ir al baño, al que sólo se les permitía acceder con una tarjeta identificadora colgada al cuello. Según UGT, sólo existían tres cartulinas para una plantilla de 400 trabajadoras, que debían turnarse para entrar y salir de la sala de empaquetado, pasar por los dispositivos de control y utilizar el aseo durante un tiempo máximo de cinco minutos. Si tardaban más, la empresa les descontaba 30 minutos de su jornada, que cobran a razón de 5,75 euros la hora.
¿Vigilan tus jefes el rato que pasas fuera del puesto de trabajo? ¿Tienes restringidas las funciones del ordenador? En cualquier momento podrían contabilizar, incluso, cuanto tiempo pasas en el cuarto de baño. Es lo que está ocurriendo en una empresa de Noruega, según informó el rotativo británico Daily Mail, donde salta una alarma si uno de sus teleoperadores se ausenta de su puesto más de ocho minutos al día. Se trata del máximo descanso de la jornada, aparte del tiempo estimado para comer. Los empleados de esta empresa deben organizar estos ocho minutos para ir al baño, fumar, hacer llamadas personales o cualquier otra cosa.