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Mujer treintañera, madrileña y licenciada: así es la infidelidad en España
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UN PORTAL ASEGURA QUE MADRID ES LA CAPITAL DEL ADULTERIO

Mujer treintañera, madrileña y licenciada: así es la infidelidad en España

Mujer, 34 años, madrileña, licenciada con un alto poder adquisitivo y con preferencia por el sexo tradicional. Ese podría ser el retrato robot del infiel estándar

Foto: Mujer treintañera, madrileña y licenciada: así es la infidelidad en España
Mujer treintañera, madrileña y licenciada: así es la infidelidad en España

Mujer, 34 años, madrileña, licenciada con un alto poder adquisitivo y con preferencia por el sexo tradicional. Ese podría ser el retrato robot del infiel estándar en España, según varios estudios publicados en los últimos días.

El primero de ellos, realizado por el portal de citas francés Gleeden, evidencia que la gran mayoría de los adúlteros tienen una abultada tarjeta de crédito y ha ido a la universidad. Por eso, los sectores profesionales más propensos a las aventuras son los relacionados con la medicina, el sector financiero y las aseguradoras. También es cierto que son los trabajos que ponen más fácil aquello de “cariño, llegaré más tarde que aún me queda mucho en el despacho/quirófano”. Aunque lo cierto es que, según este estudio, la gran mayoría de las citas se da en las horas de la comida, entre las dos y las cuatro de la tarde. Un porcentaje mucho más pequeño tiene lugar por las noches, pero durante los fines de semana, al parecer,  los adúlteros se dedican a sus familias exclusivamente y dejan a sus amantes a solas.

El promedio de edad de quienes llevan esta doble vida es de 34 años para las mujeres y de 36 para los hombres y la mayoría de ellos (un 64%), sin diferencia de edad, se registra en los portales de contactos desde el correo electrónico del trabajo. Debe ser que es preferible que te pille el jefe a que te pille tu pareja.

Los infieles pueden ser clasificados además en función de su lugar de origen o incluso de sus gustos deportivos (un 55% de los infieles madrileños, por ejemplo es forofo del Real Madrid) o sexuales. El portal Ashley Madison acaba de publicar otra estadística según la cual en España la capital de la infidelidad es Madrid, con un 52% de sus usuarios, seguida por Barcelona.

Por supuesto la gran mayoría de quienes buscan la excitación fuera de casa está casada, en un 90% en el caso de Madrid y en un 80% en el caso de Barcelona.

Madrileños tradicionales en la cama, catalanas liberadas

En cuanto a las preferencias en la cama, los madrileños se muestran más tradicionales a la hora de mantener relaciones íntimas, mientras que los catalanes confiesan ser más lanzados a la hora de avivar sus encuentros sexuales recurriendo a juguetes eróticos, participando en tríos o incluso, han llegado a revelar, disfrutando del placer de sentirse dominados. Eso sí, lo que más le gusta a todos los españoles, independientemente de su género o de su procedencia, es el sexo oral.

“Los gustos de los españoles son, en general, muy convencionales”, explica Cristof Kramer, director de Ashley Madison España. Dada la gran acogida que ha tenido la agencia en los cinco meses que lleva instalada en el país Kramer deduce que “debía haber necesidad” entre los españoles de tener aventuras fuera de la pareja.

Tampoco hay mucha diferencia entre lo que buscan hombres y mujeres en sus amantes: el sentido del humor es la característica que más valoran ambos, aunque en segundo lugar ellas buscan la higiene y ellos la imaginación.

A la hora de proponer una cita, los hombres madrileños y las mujeres barcelonesas son los más decididos. Prefieren encuentros atrevidos u originales, como los deportes extremos o los viajes, en vez de las citas tradicionales. Por el contrario, los hombres barceloneses y las mujeres madrileñas prefieren encuentros más íntimos, escogiendo las cenas románticas como sus citas ideales. De esta forma, se podría concluir que la pareja perfecta estaría formada por un hombre madrileño y una mujer barcelonesa y viceversa.

Aunque ahora existan portales de internet que facilitan el encontrar amante y además proporcionan la cobertura necesaria, la infidelidad no es ni mucho menos un fenómeno novedoso. Como recuerda Miren Larrazábal, presidenta de la Federación Española de Sociedades de Sexología (FESS), “ha existido de toda la vida” y lo más normal es que la chispa salte entre personas del mismo entorno laboral o, si no, de gente que pertenezca a los círculos más próximos.

Sin embargo, en opinión de Larrazábal, que también es psicóloga y sexóloga, el adulterio no tiene un rostro definido porque “lo extraordinario de la infidelidad es que cualquiera puede serlo, incluso los más religiosos o los más tradicionales”. Claro, si no, el engaño no sería la principal causa de ruptura de las parejas en España.

Aunque, como explica Larrazábal, no es la infidelidad en sí lo que normalmente provoca la ruptura (ya que es posible tener un amante y un matrimonio ‘feliz’ al mismo tiempo), sino el descubrimiento de la traición. “El impacto es totalmente distinto, lo que afecta más a la pareja es que se descubra que hay una tercera persona, no tanto el hecho de que haya estado con alguno de los miembros”.

Mujer, 34 años, madrileña, licenciada con un alto poder adquisitivo y con preferencia por el sexo tradicional. Ese podría ser el retrato robot del infiel estándar en España, según varios estudios publicados en los últimos días.

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