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Fuga de médicos en Urgencias
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Fuga de médicos en Urgencias

No es la famosa serie de televisión. Es realidad pura y de la dura. Los protagonistas de esta historia se mataron a estudiar, aprobaron y les

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Fuga de médicos en Urgencias

No es la famosa serie de televisión. Es realidad pura y de la dura. Los protagonistas de esta historia se mataron a estudiar, aprobaron y les dieron por méritos la plaza en Urgencias. Ellos y ellas estaban convencidos de que habían nacido para estar en la vanguardia de la enfermedad, cuando el corazón estalla y hay que volverlo a la vida.

Dos años después, 102 de aquellos médicos que ejercían en Andalucía han tirado la toalla. Dicen que no pueden más. Quieren cobijo en el servicio de Atención Primaria. Están quemados, abrasados por las nefastas condiciones (exceso de horas, poco sueldo, falta de tiempo para atener a los pacientes...) en las que hoy se trabaja en la mayor parte de las autonomías españolas.

Nada menos que el 20% de los facultativos con plaza huyen de las Urgencias en la próspera Andalucía, cuna de geniales galenos desde tiempos del islam, cuando la Córdoba árabe daba al mundo la más avanzada medicina, junto con una ética médica de la que hoy no queda ni el recuerdo. La desbandada de los médicos de Urgencias en esta región viene a ser un episodio más de la escenificación de un fracaso en la gestión de la asistencia sanitaria de todo el país.

La fugas más sonadas las están protagonizando hospitales como el de Jerez (mucho circuito de Fórmula 1, pero escasa atención a la salud de calidad), de donde pronto se irán once de los 16 médicos con plaza fija, y en La Línea de la Concepción, que perderá ocho de sus nueve médicos de emergencias. A tenor de los sindicatos del sector, es precisamente Córdoba la ciudad que peor parada sale en cuanto a la situación de los hospitales: sus Urgencias ya han perdido un tercio de la plantilla. Casi nada.

En el fondo de todo esto late, al parecer, una fuerte desmotivación de los facultativos. Sobre todo entre las mujeres. Por Cataluña, las cosas no andan mejor. La falta de médicos es tan alarmante que la Generalitat se está planteando la importación masiva de galenos de otros países aunque no tengan los títulos homologados con los nuestros.

Décadas de trabajo intenso en Urgencias no han servido para que los especialistas recapaciten. Al contrario. Llevan muchos años, demasiados, sufriendo presiones, renunciando a sus familias, trabajando a destajo y jugándose la propia salud para sacar adelante un trabajo impagable que no se les reconoce.

De pena, señores 'mandamases' de Andalucía.

No es la famosa serie de televisión. Es realidad pura y de la dura. Los protagonistas de esta historia se mataron a estudiar, aprobaron y les dieron por méritos la plaza en Urgencias. Ellos y ellas estaban convencidos de que habían nacido para estar en la vanguardia de la enfermedad, cuando el corazón estalla y hay que volverlo a la vida.